Tras el parto, y al iniciarse la lactancia, comienza una etapa en que la madre disfruta de su permiso de maternidad mientras lo alimenta. El bebé amamantado se convierte así en un ser que depende no solo de los cuidados de su madre (y de su padre), sino también del alimento que ella produce: la leche materna.
El problema es que el permiso de maternidad se acaba tras 16 semanas, pero la recomendación es que sean amamantados en exclusiva durante 6 meses, y luego junto a la alimentación complementaria hasta al menos dos años. Esto hace que exista en España el llamado "permiso por lactancia" y ciertas normativas que regulen los riesgos para el bebé, según sea el trabajo de la madre.
¿Cómo saber cuándo, cómo y en qué situaciones se aplican? Pues entre otras cosas, gracias a la reciente publicación de la 'Guía Jurídica de Lactancia'.