La llegada de los Reyes Magos no solo trae regalos. Trae también una avalancha de preguntas que, como madres y padres, a veces nos pillan con el café a medio tomar y el cerebro aún en modo sueño. ¿Cómo entran si no tenemos chimenea? ¿Cómo saben dónde vivo? ¿Por qué a mi primo le trajeron más cosas?
Desde la psicología del desarrollo, estas preguntas no son “poner a prueba” la magia, sino una muestra preciosa de cómo piensan, sienten y crecen. La clave está en responder sin romper la ilusión, adaptándonos a su edad y a su momento evolutivo.
De 3 a 4 años: pensamiento mágico en estado puro
A esta edad, los niños viven en un mundo donde todo es posible: es el llamado pensamiento mágico. Dragones, unicornios y Reyes Magos conviven sin problema.
Preguntas frecuentes
– ¿Los Reyes saben mi nombre?
– ¿Los camellos duermen en mi casa?
– ¿Me están viendo ahora mismo?
Cómo responder
Aquí funcionan muy bien las respuestas simples, cálidas y tranquilizadoras.
- “Claro que saben tu nombre, llevan una lista muy larga”
- “Los camellos descansan un ratito y luego siguen su camino”
No necesitan lógica, necesitan seguridad emocional y magia. Evita dar demasiados detalles: menos es más.
De 5 a 6 años: curiosidad intensa (y primeras sospechas)
Empiezan a unir piezas, observar contradicciones y hacer preguntas más elaboradas. Siguen creyendo, pero ya investigan.
Preguntas frecuentes
– ¿Cómo entran si no tenemos chimenea?
– ¿Por qué vienen de noche?
– ¿Cómo saben qué juguete quiero si no lo he dicho en voz alta?
Cómo responder
Aquí puedes introducir explicaciones creativas pero coherentes.
- “Los Reyes tienen llaves mágicas que solo funcionan esa noche”
- “Escuchan muy bien los deseos, incluso los que se piensan bajito
Un toque de humor funciona de maravilla: “Si entraran de día, ¡todo el mundo los vería y sería un caos!”
De 7 a 8 años: pensamiento lógico en acción
Empieza el razonamiento más racional. Comparan, dudan, preguntan a otros niños. No es que quieran “pillar” a los adultos, es que su cerebro está evolucionando.
Preguntas frecuentes
– ¿Cómo pueden visitar todas las casas en una noche?
– ¿Por qué a algunos niños les traen más regalos?
– ¿Los Reyes existen de verdad?
Cómo responder
Este es un momento delicado. La honestidad emocional es clave, sin destruir la fantasía de golpe.
- “Los Reyes representan la ilusión, la generosidad y las ganas de hacer felices a los niños”
- “Los regalos no miden cuánto te quieren, sino muchas cosas distintas”
Puedes devolver la pregunta: “¿Tú qué crees?” y escuchar. Muchas veces ya están preparados para una respuesta más simbólica.
A partir de 9 años: cuando la magia se transforma
Muchos niños ya saben la verdad o la intuyen claramente. Aquí no se trata de “seguir engañando”, sino de redefinir la magia.
Preguntas frecuentes
– Entonces… ¿los Reyes no existen?
– ¿Por qué seguimos celebrándolo?
Cómo responder
- “Existen de otra manera: en las personas que preparan la sorpresa, en el cariño, en el ritual”
- “Ahora tú puedes formar parte del secreto y ayudar a crear ilusión”
Convertirlos en cómplices suele ser muy poderoso para su autoestima y sentido de pertenencia.
Un apunte importante como psicóloga infantil
No hay una única respuesta correcta. Cada niño es distinto. Lo importante no es qué decimos exactamente, sino cómo: con respeto, conexión emocional y sin ridiculizar sus preguntas.
Porque, al final, los Reyes Magos pasan… pero la forma en que respondemos se queda. Y quién sabe: quizá dentro de unos años, sean ellos los que se queden despiertos hasta tarde preparando la magia para otros.
Foto de portada | Imagen de Freepik
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