Tres cuentos bonitos para explicar la historia de los Reyes Magos a los más pequeños

Hace mucho tiempo, una estrella brillante enseñó a tres Reyes el camino hacia un niño muy especial

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Laura Ruiz Mitjana

La historia de los Reyes Magos ha pasado de generación en generación porque encierra algo muy valioso para la infancia: habla de un viaje guiado por la luz, de la confianza en lo que no se ve del todo y del deseo de ofrecer lo mejor a un niño que acaba de nacer. 

Para los más pequeños, esta historia se entiende mejor cuando se cuenta despacio, como un cuento que abraza. Estos tres cuentos infantiles que te traemos narran la misma historia real de los Reyes Magos, desde distintos momentos del camino, para que los niños puedan comprenderla con el corazón.

Cuento 1: Cuando los Reyes vieron la estrella

Hace muchos, muchos años, tres Reyes que observaban el cielo vieron una estrella diferente a todas las demás. No se movía deprisa ni hacía ruido, pero brillaba con una luz especial. Los Reyes comprendieron que aquella estrella anunciaba el nacimiento de un niño muy importante.

Sin saber exactamente a dónde los llevaría, decidieron preparar sus camellos y seguirla. Confiaron en la estrella incluso cuando el camino era largo y el desierto silencioso. Sabían que no todos los viajes se entienden desde el principio.

Así comenzó la historia de los Reyes Magos: confiando en una luz y caminando juntos, paso a paso, con paciencia y esperanza.

Cuento 2: El largo viaje hasta Belén

El camino fue largo y cansado. Durante el día, el sol calentaba la arena; por la noche, el cielo se llenaba de estrellas. Los Reyes avanzaban despacio, cuidándose unos a otros y compartiendo el agua y el descanso.

Mientras caminaban, hablaban del niño que iban a conocer. Querían llevarle regalos especiales, no juguetes, sino regalos que tuvieran un significado profundo. Melchor eligió oro, para mostrar respeto. Gaspar llevó incienso, símbolo del amor que sube al cielo. Baltasar escogió mirra, para cuidar y proteger.

Este viaje enseñó algo importante: las cosas verdaderamente importantes requieren tiempo, esfuerzo y compañía.

Cuento 3: La llegada al portal y los regalos

Una noche, la estrella se detuvo. Debajo de su luz estaba el portal de Belén. Los Reyes bajaron de sus camellos y entraron en silencio. Allí encontraron al niño, junto a María y José, descansando tranquilo.

Uno a uno, se acercaron y entregaron sus regalos. No hablaron mucho. No hacía falta. El oro, el incienso y la mirra no eran solo objetos, eran gestos de cuidado, respeto y amor.

Después, los Reyes comprendieron que el viaje había terminado, pero que la historia continuaría en el corazón de quienes la escucharan. Porque la magia de los Reyes Magos no está solo en lo que traen, sino en todo el camino que recorren para llegar.

Foto de portada | Imagen de Freepik

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