Quedarse embarazada en mayo: pros, contras y cuándo nacerá tu bebé

Quedarse embarazada en mayo: pros, contras y cuándo nacerá tu bebé
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Según los expertos, las probabilidades de concebir un bebé aumentan en primavera, y la mayoría de gente coincide en afirmar que si hay un mes primaveral por excelencia, ese es mayo.

Por tanto, si estás buscando un bebé, quizá este mes de mayo sea el que te de la mayor de las alegrías. Si es así, te contamos cuáles son los pros y contras de lograr un embarazo en este mes, así como la fecha estimada en la que nacerá tu bebé.

Ventajas y desventajas de quedarse embarazada en el mes de mayo

Quedarse embarazada en mayo tiene grandes ventajas que irás descubriendo a lo largo de todo tu embarazo. Pero no te vamos a engañar; también hay algún pequeño inconveniente, si bien estos se olvidarán cuando veas la carita de tu bebé.

En cualquier caso, si quieres saber ya mismo todas las ventajas e inconvenientes que te esperan a lo largo de tu embarazo, desde este mes y hasta que finalice, en enero del próximo año, te lo detallamos a continuación por trimestres. Eso sí, antes de nada queremos aclarar que nos referimos al mes de mayo del hemisferio norte, pues en el sur las temperaturas de las estaciones son diferentes, y por tanto, algunas de las ventajas y desventajas que mencionamos pueden variar.

Primer trimestre: mayo, junio y julio

Entre las molestias típicas del primer trimestre de embarazo están las náuseas. No en vano, se estima que aproximadamente el 80% de las embarazadas las sufren, y es realmente angustiante. Aunque hay muchas formas de intentar controlar las náuseas, una de las más eficaces (al menos desde mi experiencia), es salir a pasear por entornos naturales, lejos de la contaminación y las aglomeraciones.

Y es que respirar aire puro, conectarse con la naturaleza y despejar la mente suele ser un remedio infalible en casi cualquier situación. Por fortuna, en primavera y principios de verano esto es más accesible que en ninguna otra estación del año, pues las temperaturas son suaves y apetece pasar el mayor tiempo posible al aire libre, disfrutando del sol.

Y precisamente la luz solar es otro de los aspectos positivos para el embarazo, pues la vitamina D procedente del sol no solo beneficia la absorción del calcio (tan importante durante la gestación) y la salud ósea, sino que juega un papel fundamental en la prevención de los abortos durante las primeras semanas.

Pero hay personas para quienes la primavera no es una estación tan idílica. Nos referimos a los alérgicos a pólenes, una afección que durante el embarazo debe ser especialmente controlada por el especialista, pues los síntomas no tratados podrían afectar de forma negativa.

Además, si ya de por si el cansancio y el sueño son síntomas habituales durante el primer trimestre, estos podrías acrecentarse en esta época del año debido a la astenia primaveral.

Segundo trimestre: agosto, septiembre y octubre

segundo trimestre en verano

Las mujeres que se quedan embarazadas en el mes de mayo viven casi todo el segundo trimestre de su embarazo en verano, una estación que aunque resulta especialmente incómoda para las embarazadas debido a sus temperaturas extremas, suele ser más llevadera durante el segundo trimestre.

Además, el volumen de la tripa en estos meses es bastante moderado, lo que te permitirá seguir haciendo planes de forma cómoda, viajar o lucir tu embarazo sin que tu barriga sea aún demasiado voluminosa y pesada. Y cuando esta ya te empiece a pesar, habrá comenzado el otoño.

Pero existe una molestia especialmente incómoda en este trimestre que puede verse agravada por la estación del año en la que se desarrolla esta etapa del embarazo. Hablamos de la acidez o ardor de estómago.

Este síntoma digestivo se agrava, entre otras cosas, con los atracones de comida, los horarios de comida irregulares, la ingesta de alimentos muy fríos o con alimentos ricos en grasas y azúcares. Todos estos aspectos suelen descuidarse especialmente en verano, entre barbacoas, helados y comidas copiosas que provocan digestiones pesadas.

Tercer trimestre: noviembre, diciembre y enero

embarazo

La última etapa de tu embarazo la vivirás en invierno, entre los meses de noviembre y enero. Desde mi experiencia, si hay un aspecto positivo en ello es que el frío que sienten los demás no lo percibirás de la misma manera, siendo para ti un invierno muy llevadero en cuanto a temperatura.

La razón está en las hormonas. El organismo de la embarazada segrega progesterona, hormona producida por la placenta que causa un aumento de la temperatura. Por su parte, el bebé que crece dentro del cuerpo de la madre contribuye a un aumento de la actividad metabólica y al aumento de la temperatura.

Otro aspecto positivo de vivir el tercer trimestre en esta época del año es la Navidad. Esta fecha, que ya de por sí resulta mágica, lo es mucho más cuando te encuentras inmersa en los preparativos para la inminente llegada de tu bebé.

Pero precisamente la Navidad también supone una desventaja en el tercer trimestre del embarazo, no solo debido a las comidas copiosas que agravan los síntomas propios de esta etapa, sino por los ajetreados planes que la rodean (compras, reuniones familiares, compromisos, tiendas abarrotadas...) y que podrían comprometer tu descanso.

Por otro lado, es muy importante que cuides tu salud en esta época de frío, pues los catarros y la gripe propia de esta estación del año provocan síntomas muy molestos durante el embarazo, elevando también el riesgo de complicaciones.

Y como última desventaja de vivir el tercer trimestre en invierno destacaría también la ropa. Y es que si hasta el momento te habías estado apañando con prendas holgada y vestidos de verano, en invierno no te quedará más remedio que gastar dinero en ropa premamá, pues el volumen de tu tripa no te permitirá ni siquiera abrocharte el abrigo.

Cuándo nacerá tu bebé

enero

Quedarse embarazada en el mes de mayo implica que tu fecha probable de parto será en enero o principios de febrero. Esto tiene algunos inconvenientes, siendo quizá el más destacable las bajas temperaturas, el frío o la nieve, que te impedirán disfrutar de paseos al aire libre con tu bebé.

Por otro lado, es muy importante prestar una especial atención a la salud del recién nacido en esta época del año, pues en invierno proliferan ciertos virus respiratorios que pueden ser graves para el bebé, y cuyo contagio es más factible en espacios cerrados poco o nada ventilados, como sucede en las casas durante el invierno.

Sin embargo, nacer a principios de año tiene múltiples ventajas, pues cuando comience el colegio tu bebé será de los mayores de su clase. Aunque hay quien cuestiona que esto sea algo positivo, para mí sin duda lo es, ya que nacer a principios de año le permitirá más tiempo para madurar a todos los niveles.

Además, algunos estudios también han relacionado el nacimiento en enero con un mayor rendimiento académico y mejores notas, mayores probabilidades de convertirse en deportistas de élite, mayor confianza en sí mismos y predisposición al trabajo en equipo, e incluso una mayor expectativa sobre su carrera futura.

Fotos | iStock

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