Adoptar un hijo no es el plan B: cómo saber si es momento de plantearse la adopción

Adoptar un hijo no es el plan B: cómo saber si es momento de plantearse la adopción
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Hoy, en el Día Mundial de la Adopción, queremos visibilizar este camino hacia la maternidad y paternidad. Según el Observatorio de Infancia, en el Boletín de datos estadísticos de medidas de protección a la infancia, en España 542 menores fueron adoptados en 2020 (lo que supone 84 adopciones menos respecto al 2019). El 58% de ellos eran niños de 0 a 3 años.

Y también en España, en relación a las adopciones internacionales, en 2016 se registraron 567 adopciones internacionales, 531 en 2017, 444 en 2018, 370 en 2019 y 195 en 2020. Como vemos, son cifras que también han disminuido con los años.

Adoptar es un proceso que requiere estar preparado psicológica y emocionalmente, y por ello es una decisión que conviene tomar con la información adecuada y después de meditar mucho sobre ello. Reflexionamos sobre algunas claves que nos ayudarán a descubrir si realmente sentimos que es el momento de plantearnos la adopción.

Tienes claro que quieres ser madre

La adopción es una forma de maternidad que requiere mucho compromiso y decisión. Antes de saber si realmente quieres adoptar, es importante plantearse seriamente si una quiere ser madre (o en el caso de una pareja, padres).

Y ser madre (o padre) es un cambio de 360º en la vida de cada uno, es una decisión que implica plantearse cuestiones emocionales (¿lo siento dentro de mí?) pero también logísticas (¿me podré organizar? ¿tendré tiempo?) y económicas (¿dispongo de los medios económicos para iniciar este camino?).

Aunque querer ser padre o madre tiene una parte muy visceral, que simplemente, se siente, también hay algunas preguntas que pueden irte bien a la hora de reflexionar sobre todo ello:

Puedes plantearte: ¿es algo que realmente sientas dentro de ti? ¿Te visualizas siendo madre? ¿Eres consciente de las cosas a las que debes renunciar al tomar esta decisión y las aceptas?

No estás en un proceso de reproducción asistida

En comunidades autónomas como Madrid o Cataluña, mientras dura el proceso de adopción, la familia se debe comprometer a no estar en un proceso de reproducción asistida paralelo y así evitar que entorpezca de alguna forma el proceso de adopción.

En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, así lo especifican en su página web: Situaciones objetivas que impiden acreditar la idoneidad:  “Estar esperando un hijo o recibiendo tratamiento de fertilidad, inseminación artificial o fecundación in vitro.”

Así que si estáis intentando ser papás a través de la reproducción asistida (ya sea a través de una inseminación artificial, FIV, etc.,) y deseáis seguir en este camino, quizás no sea el momento de plantearse la adopción.

Has elaborado el duelo de la no maternidad biológica

Adoptar no es una alternativa menos válida o feliz a la hora de convertirse en papás y mamás, pero sí es un camino distinto y es importante ser conscientes. Por ello es importante haber hecho el duelo de la no maternidad biológica.

Pero cuidado, somos conscientes de que no todas las mujeres o parejas que deciden adoptar, llegan a este camino por el hecho de no poder ser padres de forma biológica o natural. Pero sí hay muchas parejas que han transitado este camino que les acaba llevando al proceso de la adopción.

Si es vuestro caso, es fundamental que hayáis podido hacer el duelo de la no maternidad biológica previamente. Esto es importante porque si esta herida aún no está cerrada, es probable que todos los sentimientos que aún tenéis que procesar, os influyan en este nuevo proceso y no podáis afrontarlo de la forma en la que realmente desearíais.

Esto no significa que no podáis sentir cierta tristeza al recordar este duelo, pero sí es importante que hayáis soltado esas expectativas y en cierta forma, hayáis sanado. Y ojo, cuando hablamos de la importancia de haber elaborado el duelo, no nos referimos a aquellas familias que sí pueden tener hijos de forma biológica, porque en estos casos sí existe la posibilidad de embarazarse, aunque sea después de adoptar.

No entiendes la adopción como un plan B

La adopción nunca debería ser "un plan B" para llegar a la maternidad. Si bien es cierto que muchas familias llegan a ella porque no pueden concebir de forma natural, tampoco debería ser una opción menos válida o a la que se le dé menos valor. Para nada hemos de entender que llegar a ella es un fracaso.

Y si realmente lo sientes así, es importante que trabajes en las creencias y emociones que hay tras todo ello. La adopción debe ser una opción que realmente deseemos, aunque hayamos transitado por el camino de la no maternidad biológica.

Por eso es importante que estemos mentalizados y que afrontemos el proceso con ilusión; si no entendemos el proceso así, quizás debamos replantearnos qué camino es el nuestro, en este momento.

Conoces los trámites a realizar

A la hora de plantearse esta decisión, tan importante como la parte emocional es la parte burocrática y económica. Por ello es importante conocer los trámites a realizar a la hora de iniciar un proceso de adopción y cuánto supondrá, aproximadamente, a nivel económico.

Eso sí, tampoco se trata de agobiarse; no es necesario conocer todos los trámites en detalle, porque esto es algo que se va aprendiendo a medida que uno está inmerso en el proceso, pero sí a nivel genérico lo que se necesita para empezar.

Y sobre todo, también debemos conocer que es un proceso que suele durar varios años. Estar mentalizado de ello también es importante, porque deberemos tener paciencia.

Eres consciente de la herida de abandono

Los niños que están en procesos de adopción, han sufrido un abandono. Esto les genera un trauma, una herida llamada herida de abandono (o herida primal).

Esta herida hace que se sientan poco merecedores de amor, cuidado y protección, y que desarrollen un tremendo miedo al abandono o a estar solos, así como una baja autoestima.

Debemos ser conscientes de ello (así como de todas las secuelas psicológicas de estos niños que han pasado ya por un proceso complejo y doloroso) y estar dispuestos a acompañar a nuestro futuro hijo con todo nuestro amor y con la ayuda psicológica requerida en caso de ser necesaria.

Fotos | Portada (Freepik)

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