¿Quieres intentar un parto vaginal después de una cesárea? Esto es lo que debes saber

¿Quieres intentar un parto vaginal después de una cesárea? Esto es lo que debes saber
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¿Has tenido a tu primer hijo por cesárea y te preguntas si su hermano podrá nacer por vía vaginal o de nuevo tendrás que pasar por el quirófano? ¿Quieres saber los riesgos que implica una y otra opción?

Te respondemos a todas las dudas que puedas tener respecto al tema: parto vaginal tras una cesárea (PVDC) y te adelantamos que no solo es posible, sino que es mejor evitar la cirugía si se puede.

Un 75% de posibilidades de parto vaginal

Haber pasado una cesárea no significa que todos tus partos vayan a ser intervenidos. De hecho, diferentes investigaciones han demostrado que un 75 por ciento de las mujeres que han intentado un PVDC lo han logrado sin problema alguno.

Estos estudios desmitifican la idea de que una cesárea es lo más seguro para el bebé y la madre después de una cesárea previa. Y demuestran que el parto natural es siempre la mejor opción.

¿Cuáles son los riesgos de PVDC?

Una cesárea anterior implica que la mujer tiene una cicatriz en el útero. Por eso, hay que tener un cuidado especial durante el parto para que no sufra una rotura de útero.

Según asegura El parto es nuestro, la mejor manera de evitar esta complicación es minimizando al máximo las intervenciones; es decir, "evitar inducciones, favorecer la libertad de tiempo y movimiento en dilatación y expulsivo, intimidad, empoderamiento".

Aunque el riesgo de rotura de útero se ha medido en diferentes trabajos de investigación, es complicado ofrecer un porcentaje, ya que depende de muchos factores: el lugar donde transcurre el parto, el tipo de atención recibida, el grado de intervencionismo, el tipo de incisión, el período intergestacional o el número de partos vaginales previos.

El estudio "Vaginal Birth After Cesarean: New Insights" de la Agencia para la Investigación de la Salud y Calidad de Estados Unidos, ha desvelado que las mujeres que dan a luz en el hospital y con una incisión transversal de cesárea anterior, el riesgo de rotura oscila entre 0.2 y 1%. Si hay inducción del parto, el riesgo puede aumentar hasta el 6%, pero si se da a luz en casa, las posibilidades de rotura uterina se reducen a 0,02% y 0,2%.

¿Qué pasa si se rompe el útero?

Aunque la incidencia es muy baja, si ocurre hay que realizar una cesárea de emergencia para prevenir complicaciones, como sangrado abundante de la madre o una lesión que ponga en riesgo la vida del bebé.

En algunos casos, podría ser necesario extirpar el útero (histerectomía) para detener el sangrado. Si se te extirpa el útero, la madre no podrá volver a quedarse embarazada. Según ratifican diferentes estudios sobre los riesgos de la ruptura uterina, las posibilidades de muerte del bebé son del seis por ciento.

Ventajas del parto vaginal sobre la cesárea

Parto 2

No implica cirugía y supone una estancia hospitalaria más breve y una recuperación más rápida en el postparto.

Además, está el plano emocional para la madre que quiere vivir un parto natural y disfrutar del nacimiento de su pequeño.

También los estudios científicos que han comparado los resultados del intento de parto con cesárea previa frente a programar una cesárea, concluyen que los riesgos asociados a la cesárea son más graves: mayor mortalidad materna y neonatal y más complicaciones futuras en la salud reproductiva de la madre.

Intentar el parto vaginal conlleva una serie de beneficios para la madre y el bebé que compensan el riesgo de una improbable rotura de útero, especialmente si no se interviene y se deja que transcurra de forma natural, para reducir al máximo los riesgos.

¿Eres candidata al parto vaginal?

Depende de muchos factores. Tienes muchas posibilidades de no tener que pasar por otra cesárea si:

  • Has tenido un parto vaginal, al menos una vez, antes o después de tu cesárea anterior.

  • Te practicaron una incisión transversal baja en tu anterior cesárea. No se recomienda el parto vaginal después de una cesárea si te hicieron una incisión vertical en la parte superior del útero (incisión clásica), ya que hay más posibilidades de sufrir una rotura uterina.

  • No has sufrido ya una rotura uterina.

  • Han pasado al menos 18 meses desde la cesárea.

  • No tienes un parto de riesgo por problemas en la placenta, bebé mal colocado o embarazo múltiple.

¿Y si ya he tenido varias cesáreas anteriores?

Hace unos años los médicos eran muy reacios a intentar un parto vaginal después de dos cesáreas, pero un reciente estudio sobre el riesgo de rotura de útero en caso de tres o más cesáreas, demuestra solo es ligeramente superior pero presentan el mismo grado de morbi-mortalidad que los partos con sólo una cesárea previa por lo que no hay motivo para desaconsejar el intento de parto en las madres que lo deseen.

Por el contrario, los riesgos de hacer una nueva cesárea con un historial previo de varias cesáreas son mucho más elevados que cuando hay una única cesárea, por lo que la importancia de intentar el parto vaginal es más significativa.

De hecho, uno de cada cinco bebés nacen en el mundo por cesárea, casi el doble de lo recomendado por la OMS, que advierte de la importancia de reducir estas cifras.

¿Cambia el trabajo del parto en un PVDC?

Será el mismo que en cualquier parto vaginal. Sin embargo, los médicos pueden recomendar un monitoreo continuo de la frecuencia cardíaca del bebé y la mujer debe estar preparada para una nueva cesárea si es necesario aunque, como ya hemos comentado desde el principio, las posibilidades de éxito son muy altas.

Fotos | iStock

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