Cuando te conviertes en madre pasas a dormir en modo alerta

Cuando te conviertes en madre pasas a dormir en modo alerta
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Nunca había sido una persona madrugadora ni de sueño ligero. De hecho, en mi familia tenemos una especie de chiste interno en el que dicen que soy una combinación de Bella y Aurora, las dos princesas de Disney. La primera, porque amo leer, y la segunda porque desde niña me encanta dormir y para despertarme para ir al cole se necesitaba casi a una orquesta entera (ahora me toca vivir esto con mi hija, pero esa es historia para otro día).

Sin embargo, todo cambió cuando me convertí en madre y pasé de un extremo al otro. Así que hoy hablaré acerca de cómo cambia nuestra forma de dormir al convertirnos en madres.

El descanso con un recién nacido en casa

Escribo este subtítulo y me río internamente pensando "¿descanso con un recién nacido? Eso no existe", porque cualquier persona que haya tenido un bebé de esta edad en casa sabe que el descanso es algo que brilla por su ausencia.

Con los constantes despertares nocturnos, la alimentación del bebé y el nuevo ritmo de vida al que poco a poco nos adaptamos, poder dormir una noche completa parece un sueño lejano y casi sin darte cuenta, te has convertido en toda una mombie. De hecho, se calcula que en el primer año de vida, los padres perdemos más de 700 horas de sueño. Funcionamos prácticamente en automático.

Nuestro cerebro también cambia

Esta falta de descanso no solamente se debe a que el bebé nos despierte porque nos necesita. Hay algo en nosotras que ha cambiado. Esto en realidad sucede desde el embarazo, donde comenzamos a despertarnos frecuentemente durante la noche, especialmente durante el tercer trimestre.

La explicación es que el cuerpo se prepara para la lactancia, y de alguna manera, nuestro cerebro nos está preparando para el momento en el que nacerá el bebé. Pasamos de tener un descanso "normal" a estar en modo de alerta.

Este es un mecanismo totalmente natural, cuya función es la de garantizar la supervivencia del bebé a través de la alimentación y cuidado que nosotras debemos proporcionarle. Podremos estar durmiendo, pero nuestro cerebro está siempre despierto.

Por ello, ahora hasta el más mínimo ruido o movimiento nos despierta fácilmente: estamos en alerta constante. Tenemos los ojos cerrados pero el resto de nuestros sentidos, como el oído al escuchar el llanto del bebé, están siempre alerta para poder actuar en cuanto se necesite.

¿Alguna vez volveré a dormir como antes?

madre

Hay quienes bromean diciendo que las madres somos parte de un experimento científico, que busca probar que los seres humanos somos capaces de sobrevivir sin dormir. Y es que dormimos tan poco, que incluso nosotras mismas a veces nos preguntamos cómo es posible que logremos funcionar con tan poco descanso.

La buena noticia, es que esa etapa en la que despertamos constantemente y dormimos peor que fatal suele limitarse al postparto, y en cuestión de meses el bebé comenzará a dormir más horas de corrido por las noches (aunque seguirán habiendo algunos microdespertares nocturnos por algunos años, pero nada como esos primeros meses).

En cuanto a la pregunta sobre si alguna vez volveremos a dormir como antes: así tal cual como antes de tener hijos, la realidad es que no. De la misma manera que ya no somos la misma mujer que éramos antes de tener hijos, nuestros patrones de sueño tampoco serán los mismos.

Además de la carga mental, el trabajo invisible y la lista infinita de cosas por hacer que nos invaden justo antes de dormir, con el paso de los años habrá otras tantas cosas que ocasionalmente nos quiten el sueño, pues siendo madres tenemos nuevos miedos que antes no conocíamos. Pero en cuanto a horas de descanso te prometo que la situación eventualmente mejorará y pensarás en esas noches de desvelo como un recuerdo muy, muy lejano.

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