Adiós a la carga mental: tres hábitos de autocuidado para madres que merecen un respiro

La famosa carga mental es un peso que muchas madres arrastramos día con día, pero no tiene por qué ser así

habitos
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
lucy-ortega

Lucy Ortega

La crianza de los hijos es una experiencia maravillosa, pero también puede resultar retadora y agotadora por momentos. Y si bien mucho de ese cansancio puede recuperarse cuando descansamos o dormimos, hay uno en particular que suele acompañarnos todo el tiempo: la carga mental.

En Bebés y más ya hemos hablado de ella en algunas ocasiones, señalando que se trata de ese trabajo invisible que los demás no suelen ver, pero que nos mantiene con la mente encendida todo el día, como ya lo explicamos al describir cómo sería vivir un día en el cerebro de una madre.

Desde recordar citas médicas y preparar mochilas, hasta estar pendientes del WhatsApp del cole y pensar en la compra y las comidas, la famosa carga mental es un peso que muchas madres arrastramos día tras día. Pero no tiene por qué ser así.

Si este es tu caso, o te has identificado un poco con algo de lo que he escrito, hoy quiero compartirte tres hábitos de autocuidado que te ayudarán. Porque a veces son esas pequeñas cosas las que marcan una gran diferencia.

Índice de Contenidos (3)

1) El autocuidado no es un lujo, es una necesidad

El primer hábito que debemos poner en práctica es más bien un cambio de mentalidad que otra cosa. Se trata de entender y recordar que el autocuidado, más que un lujo o algo "extra" que hacemos cuando tenemos un mini respiro, es una necesidad.

Cuidar de nosotras, de nuestro cuerpo, de nuestra mente y de nuestras emociones no es egoísmo ni algo secundario. Es lo mínimo que podemos hacer por y para nosotras mismas y, como ya lo he mencionado en alguna otra ocasión, algo que nos ayudará a ser mejores madres.

¿Cómo puedes poner en práctica este hábito? Siendo más consciente de esos momentos en los que puedes ser más gentil contigo misma y reducir el ritmo de tu día (al beber una taza de café, al desconectarte del móvil por unas horas...), simplemente porque lo mereces y lo necesitas.

2) Evita la multitarea (siempre que sea posible)

Lo sé, decirlo es mucho más fácil que hacerlo, porque el cerebro de una madre es como tener el navegador del ordenador con quince pestañas abiertas: los recordatorios del cole, la ropa por lavar, las medicaciones de los niños... ¡Siempre hay algo pendiente por hacer!

El problema es que muchas veces pensamos que hacer varias cosas al mismo tiempo nos ahorra tiempo, pero la realidad es que no siempre es así. Además, al estar pensando u organizando varias cosas a la vez, nuestra mente no está realmente presente en lo que hacemos. Terminamos cansadas y, a veces, nos queda una sensación de no haber terminado nada del todo.

¿Cómo puedes poner en práctica este hábito? Priorizando e intentando concentrarte en una sola cosa a la vez. De este modo, tu mente se siente menos presionada y te das la oportunidad de respirar antes de pasar a la siguiente tarea. Y si algo no puede hacerse hoy, ya sea porque no hubo tiempo, porque te sientes agotada, o por el motivo que sea, se deja para mañana. O puedes poner en práctica el siguiente hábito...

3) Aprende a delegar completamente

Hay que decirlo: una de las principales causas de la carga mental es esa mentalidad de creer que tenemos que hacerlo todo nosotras. Pero nadie nunca ha dicho que debes hacerlo todo tú. A veces, las culpables de ese agotamiento mental somos nosotras mismas, especialmente si nos dejamos llevar por el perfeccionismo y por esa vocecita interior que dice: "mejor lo hago yo".

Soltar el control no es fácil, sobre todo para las madres que queremos hacer las cosas lo mejor posible por nuestros hijos. Pero aunque nos cueste, aprender a pedir ayuda y delegar nos ayudará a darle un respiro a nuestra mente.

¿Cómo poner en práctica este hábito? Identificando las tareas que otros pueden hacer, que te aseguro son varias, y dejando que lo hagan por completo y de principio a fin: desde la planeación y la organización hasta su ejecución.

Foto de portada | Seljan Salimova en Pexels

Inicio