
El amor, como la comunicación, tiene un lenguaje propio. Pero, ¿qué ocurre cuando uno de los integrantes de la pareja decide callar? No hablamos de silencios ocasionales, sino de un patrón de bloqueo emocional y evasión activa que, según los expertos, predice con gran precisión el fin de una relación.
Este comportamiento tiene nombre: stonewalling, una palabra que evoca muros de piedra y puertas cerradas. Y es precisamente eso lo que representa. Y no se trata de un simple desacuerdo o una pausa para respirar en medio de una discusión.
Es un comportamiento en el que una persona se convierte en un muro infranqueable, rechazando interactuar, ignorando comentarios o evitando confrontar problemas importantes. Este bloqueo emocional es devastador para la relación, pero también para la autoestima y el bienestar emocional de quien lo sufre.
¿Por qué se produce el stonewalling?
Existen dos principales razones detrás de este hábito tóxico. Por un lado, hay personas que, ante situaciones de conflicto o estrés emocional, se retraen por incapacidad de gestionar lo que sienten.
Suelen ser personas con dificultades para identificar o expresar emociones, lo que los hace evitar cualquier conexión emocional que perciban como una amenaza. Para ellos, el stonewalling es una estrategia inconsciente de protección.
Por otro lado, el stonewalling puede ser una herramienta de manipulación emocional, especialmente en relaciones donde existe un desequilibrio de poder. En estos casos, el silencio se utiliza como un arma para controlar al otro, generar inseguridad o disminuir su autoestima.
Independientemente de la causa, el resultado es el mismo: el interlocutor se siente ignorado, invalidado y ninguneado. Como señala la teoría de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis del psicólogo John Gottman, el stonewalling es uno de los principales indicadores de divorcio, con un índice de predicción alarmante del 94%.
Ejemplos cotidianos de stonewalling
Este hábito tóxico se manifiesta de múltiples maneras, algunas tan sutiles que pueden pasar desapercibidas:
- Ignorar comentarios o cambiar de tema. Por ejemplo, si uno de los miembros de la pareja plantea un problema y el otro responde mirando el móvil o desviando la conversación hacia asuntos irrelevantes.
- Evitar el contacto visual. No mirar a los ojos durante una discusión, mirar hacia otro lado o incluso abandonar físicamente la habitación son formas de bloquear la interacción.
- Desestimar las emociones del otro. Comentarios como "estás exagerando" o "eso no es importante" minimizan y anulan las preocupaciones de la pareja.
- Respuestas evasivas o vagas. "No quiero hablar de eso ahora" o "luego lo vemos" pueden parecer 'pausas' inofensivas, pero cuando se convierten en un patrón, reflejan un gran bloqueo emocional.
Así impacta a nivel emocional el stonewalling
El stonewalling erosiona la comunicación en una pareja y socava la autoestima de quien lo padece. Invalidar todo el tiempo al otro genera dudas, inseguridades y, en muchos casos, un sentimiento de desesperanza. El mensaje implícito que recibe la persona ignorada es claro: "Tus emociones no importan. Tú no importas".
Con el tiempo, este patrón de indiferencia puede dar paso a otros comportamientos nocivos, como el desprecio o la crítica constante, creando una espiral de daño emocional que muchas veces resulta irreparable.
¿Cómo se puede abordar?
La buena noticia es que el stonewalling no tiene por qué ser una sentencia de muerte para una relación. Con el acompañamiento adecuado, es posible romper este muro de piedra y reconstruir los cimientos de una comunicación sana.
- Reconocer el problema. El primer paso es identificar cuándo el stonewalling está ocurriendo y qué emociones lo desencadenan.
- Aprender a gestionar las emociones. Tanto en terapia individual como de pareja, se pueden adquirir herramientas para expresar sentimientos de manera asertiva y evitar caer en patrones evasivos.
- Validar al otro. Aceptar y respetar las emociones de la pareja es fundamental para restaurar la confianza.
- Pedir pausas conscientes. Si el conflicto se vuelve abrumador, es válido solicitar un tiempo para calmarse, pero este debe ser temporal y comunicativo: "Necesito unos minutos para pensar, pero después seguimos hablando".
Derribar muros en lugar de construirlos
En definitiva, el stonewalling es una forma de desconexión emocional que, aunque pueda resultar devastadora, también puede superarse si ambas partes están dispuestas a trabajar en ello.
Las relaciones no son perfectas, pero tampoco deben ser una lucha continua por ser escuchados. Transformar un muro de piedra en un puente de comunicación requiere esfuerzo y compromiso, eso sí.
Al final, el amor no consiste en 'ganar' discusiones ni en construir muros, sino en derribarlos juntos, ¿no crees?
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