La técnica NEMO, el método de cuatro pasos para comunicarse con asertividad y mejorar la gestión emocional

La técnica NEMO, el método de cuatro pasos para comunicarse con asertividad y mejorar la gestión emocional
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La comunicación asertiva nos ayuda a nutrir nuestras relaciones y a que éstas sean sanas, y nos sirve para poder resolver conflictos y gestionar nuestras emociones de forma positiva.

Qué ocurre, que muchas veces nos encontramos atrapados en discusiones donde sentimos que no somos escuchados o que nuestras emociones no son entendidas, lo que puede generar frustración y malestar.

Para abordar este tipo de situaciones, la psicología ofrece herramientas sencillas y prácticas, como la técnica NEMO, diseñada para mejorar la expresión de emociones y facilitar una comunicación más clara y empática. ¿Qué es exactamente esta técnica y cómo se puede aplicar en la vida diaria? Descúbrelo a través de ejemplos.

¿Qué es la técnica NEMO?

La técnica NEMO es un método estructurado que facilita la comunicación asertiva en cuatro pasos simples, organizados en torno a las siglas de sus componentes: Nombre, Emoción, Motivo y Objetivo. Su propósito es ofrecer un marco práctico para expresar nuestras emociones y necesidades de manera clara, sin caer en reproches o malentendidos.

En lugar de reaccionar de manera impulsiva, NEMO nos invita a pensar antes de hablar, dándonos una guía para abordar las situaciones que generan malestar emocional desde un lugar de calma y reflexión. Este enfoque nos ayuda a expresar nuestras emociones y también a evitar conflictos innecesarios, así como a promover la comprensión mutua.

Los cuatro pasos de la técnica NEMO

1. Nombre (N)

El primer paso consiste en dirigirnos a la persona con su nombre, mencionando lo que ha hecho o dicho que ha causado nuestro malestar. Este es un punto clave, ya que pone el foco en la conducta, y no en la persona, lo que reduce la probabilidad de que se sienta atacada.

Por ejemplo: "Sandra, cuando interrumpes mientras hablo…"

2. Emoción (E)

El siguiente paso es expresar la emoción que sentimos como resultado de la acción o comportamiento de la otra persona. Es importante ser específico y honesto al identificar nuestras emociones, ya que esto permite que la otra persona comprenda mejor nuestro estado emocional. Evitar generalizaciones como "siempre" o "nunca" es clave para mantener el diálogo abierto.

(Siguiendo con el ejemplo): "…me siento frustrado…"

3. Motivo (M)

Después, explicamos el motivo de esa emoción, es decir, la razón por la que nos sentimos de esa manera. Este paso es fundamental para que la otra persona entienda las causas subyacentes de nuestras emociones. Aquí no se trata de buscar culpables, sino de aclarar el impacto que la situación ha tenido en nosotros.

Ejemplo: "…porque siento que no valoras lo que tengo que decir…"

4. Objetivo (O)

Finalmente, expresamos lo que nos gustaría que ocurriera en el futuro. Esta es la parte propositiva de la técnica NEMO, donde planteamos una solución o cambio concreto que podría mejorar la situación. El objetivo debe ser realista y alcanzable, y debe presentarse de forma positiva para evitar que la otra persona se ponga a la defensiva.

Ejemplo: "…me gustaría que me escuches hasta que termine, y después puedas compartir tu opinión".

Cómo aplicar la técnica NEMO en el día a día

Una de las grandes ventajas de NEMO es que se puede aplicar en cualquier ámbito de la vida: desde la relación con nuestra pareja o familia hasta en el trabajo o la escuela. Por ejemplo, supongamos que en el trabajo una colega constantemente nos interrumpe durante las reuniones, lo que nos genera frustración. Usando NEMO, podríamos decir:

"Alba, cuando interrumpes mis intervenciones (N), me siento molesto (E), porque no puedo expresar completamente mis ideas (M). Me gustaría que esperaras a que termine antes de dar tu opinión (O)".

Este enfoque hace que nuestra emoción sea entendida y además ofrece una solución clara para evitar futuros conflictos.

Otro ejemplo es el de una madre que utiliza NEMO para hablar con su hijo pequeño que, por celos, molesta a su hermano menor:

"Luis, cuando le quitas los juguetes a tu hermano (N), me siento triste (E) porque pienso que no lo estás cuidando como deberías (M). Me gustaría que compartieras más con él para que podáis jugar juntos (O)".

Así te beneficia la técnica NEMO

Los beneficios de esta técnica son múltiples. En primer lugar, nos permite gestionar nuestras emociones, evitando reacciones impulsivas que pueden empeorar la situación.

En segundo lugar, promueve una comunicación más clara y respetuosa, algo que facilita la resolución de conflictos sin que ninguna de las partes se sienta agredida o culpable. Además, la técnica NEMO fomenta la empatía y la comprensión en nuestras relaciones, ya que al expresar nuestras emociones de forma asertiva, estamos abriendo la puerta a un diálogo más profundo y constructivo.

Foto | Imagen de freepik

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