"El sistema educativo es adultocéntrico". Entrevista a Liliana Castro, psicóloga

"El sistema educativo es adultocéntrico". Entrevista a Liliana Castro, psicóloga
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Hoy vamos a hablar de Educación en nuestra entrevistas de Bebés y más y hemos invitado a la psicóloga Liliana Castro Morato a hablar con nosotros sobre el sistema educativo y las propuestas para mejorarlo.

Liliana Castro es madre y psicóloga, dirige el proyecto Fundación Camino Claro que desarrolla en Colombia acciones para mejorar la salud emocional y perinatal de madres e hijos, además de realizar su labor como profesional en Servicios Profesionales para la Salud Primal y el Bienestar Humano. Podemos leerla habitualmente en su blog, Cavilaciones.

Bienvenida y muchas gracias, Liliana, por estar con nosotros. ¿Te presentas para nuestros lectores?

Un gusto enorme Mireia, ser entrevistada por Bebés y más y compartir mis cavilaciones al respecto de la educación, producto de mi ejercicio como madre, educadora y profesional de la Psicología.

Cuéntanos de tu trayectoria profesional y personal, Liliana, pues se que la maternidad te hizo replantearte completamente la práctica de la Psicología

Graduada en enero de 1997 como Psicóloga de la Universidad del Norte inicie mi camino profesional en instituciones educativas, haciendo consultoría privada y trabajando poblaciones víctimas de la violencia social que desafortunadamente abunda en mi país.

En este hacer profesional mi interés por la valoración idónea de niños y niñas me hizo especializarme en Técnicas de Evaluación Psicológica y he sido profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad Cooperativa de Colombia.

Por varios años (la mitad de mi actual carrera profesional) creía ciegamente en los procedimientos técnicos, manuales y demás guías estadísticas que te mostraban lo normal y lo patológico. Esa capacidad ególatra de quienes creen tener el saber para etiquetar y remediar la vida del otro que no sabe.

¿Tu hijo te cambió todos los esquemas?

La vida me mostró otro camino de aprendizaje y desaprendizaje con la maternidad.

En este rol, inicié sin saberlo la comprensión del desarrollo único, de la diversidad funcional y con dolor el camino del desaprendizaje de esquemas estandarizados y conductistas que te hacen creer que lo que no está dentro de lo esperado, “está mal” y debes hacer todo lo posible para que entre dentro de lo que “está bien”.

Conceptos como trastorno oposicionista desafiante, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, niño disfuncional y depresivo ya no eran parte de un libro, ni eran el cuadro del niño que estaba en la escuela o el hijo de mi cliente; sino que eran parte de la vida de mi hijo, que era mi vida.

Ahora el reto de la comprensión era mayor y ese fue el principio de mi nuevo rumbo como mujer, madre de 3 hijos, educadora y profesional. Hoy soy gestora y directora de la Fundación Camino Claro (Organización No Gubernamental Sin Animo de Lucro) pero también como Doula, Consultora de Lactancia Materna, Educadora de Derechos Sexuales y Reproductivos, y Psicóloga de consultoría y empoderamiento en Servicios Profesionales de Salud Primal y Bienestar Humano.

¿Cuál es tu opinión sobre el sistema educativo formal?

Siendo productos de la educación, la visión de escuela ideal casi siempre está ligada a mejorar lo que se supone ha ayudado a las generaciones a ser mejores personas y convivir en sociedad.

Alfabetizar, el primer objetivo de la escuela (incorporación de procesos lectoescritos y matemáticos básicos para el desenvolvimiento de la vida común) se fue fusionando con otros objetivos que lejos de poner en común códigos libres y respetuosos de convivencia insertó progresivamente códigos de vida y comportamientos sociales a fin de hacer individuos “aptos” para una sociedad sistematizada y productiva. Códigos y comportamientos que se convierten en paradigmas rígidos que hacen de la escuela de hoy, uno de ellos.

¿Existe la escuela ideal?

La escuela ideal por tanto es todo lo contrario a lo que hoy vemos, es una escuela libre que permita el encuentro de cada ser humano con sus potencialidades a fin de disfrutarlas y fortalecerlas.

Es aquel espacio que lejos de generar excelencias académicas permita el desarrollo de excelencias humanas, entendiendo que la humanidad implica pluralismo, diversidad y energía en constante recreación.

La escuela ideal entonces es la escuela que remueve el paradigma, donde no hay edades establecidas para aprender esto o aquello, donde un grande puede enseñar a un pequeño, o un pequeño puede enseñar a un grande, desde la relación horizontal del educador acompañante y el niño.

Con este modelo nadie se quedaria atrás, cada uno sigue su ritmo de aprendizaje permitiendo que la cuidadanía, la colaboración, la inclusión y no la competencia entre los que comparten los procesos educativos. Eliminaría la discriminación y el sometimiento, profundos malestares sociales que se gestan en las "j-aulas" escolares.

¿En qué crees que falla fundamentalmente el sistema educativo?

El sistema educativo esta sostenido desde la expectativa adultocéntrica y no desde las necesidades y expectativas de niños y niñas.

¿Todos sus objetivos son enseñar de verdad a los niños a alcanzar su máximo potencia y a ser libres?

No lo creo. Está sostenido desde la expectativa del sistema económico y productivo y no desde la expectativa humana de desarrollo libre e individual. Podríamos decir que está siendo usado como una herramienta de alienación y no una herramienta de desarrollo de plenitudes y libertades humanas.

En el sistema educativo prima la inserción de códigos de obediencia, sometimiento y respeto a la autoridad y no la creatividad como el devenir de procesos individuales desde la primera infancia. Los niños y niñas son dirigidos para aprender según patrones enmarcados en escalas de pensamiento y desarrollo, en vez de ser acompañados en sus ritmos y encuentros de imaginarios y realidades.

¿Es adultocéntrico?

Si. Se enseña a colorear, a no salirse del margen, a hacer la figura humana, a dibujar una flor, a leer el mundo según colorean, dibujan, enmarcan y leen el mundo los adultos.

Desconecta a los seres humanos para poner fuera de ellos la brújula que dirige sus vidas, esa brújula manejada por quien domina o tiene poder. Los niños, niñas y jóvenes aprenden a buscar afuera el reconocimiento y se desconocen a sí mismos, el sistema educativo ha roto la confianza en sí mismos, hilo fundamental para que emerjan seres humanos autónomos, críticos y creativos.

Mañana seguiremos esta entrevista a la psicóloga Liliana Castro Morato y averiguaremos más sobre como podría la escuela incluir las necesidades emocionales e intelectuales de los niños en un ambiente de mayor respeto hacia la infancia.

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