Cómo enseñar a los niños a montar en bicicleta en nueve sencillos pasos

Cómo enseñar a los niños a montar en bicicleta en nueve sencillos pasos
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Montar en bicicleta es una actividad muy divertida para hacer en familia y que aporta grandes beneficios a los niños, como la mejora de la coordinación, la orientación espacial, la resistencia física o el fortalecimiento de sus músculos.

Aunque a la hora de aprender a montar en bicicleta sin ruedines la mayoría de los niños lo hace de forma natural y autónoma, en otros casos puede llevar algo más de tiempo.

Si tu peque se encuentra en este proceso te damos algunos consejos para enseñarle a montar en bici y que la experiencia resulte segura y positiva para todos.

El importante papel que juegan las bicicletas de aprendizaje

bicicleta

Las bicicletas de aprendizaje o bicicletas sin pedales son uno de esos regalos que siempre deberíamos hacer a los niños en el momento en que comienzan a caminar con soltura, pues montar sobre ellas aporta mucho beneficios para su desarrollo psicomotor, además de prepararles para el uso posterior de la bicicleta convencional.

Estas bicicletas son extremadamente simples, pues tan solo cuentan con un manillar (generalmente sin frenos), un asiento regulable en altura y dos ruedas. Para montar sobre ella el niño debe impulsarse con los pies, recogerlos después para rodar y apoyarlos en el suelo cuando quiera frenar.

Con las bicicletas sin pedales se entrena el equilibrio y la coordinación, facilitando la transición a la bicicleta tradicional.

Por lo general, aquellos niños que desde bien pequeños ya utilizan con soltura las bicicletas de aprendizaje, no suelen presentar dificultades a la hora de pasar a la bici convencional, y la mayoría aprenden a manejarla de forma natural y autónoma.

Sin embargo, si no están acostumbrados a este tipo de bicis o siendo más pequeños han utilizados otros elementos como triciclos o bicicletas con ruedines, aprender a montar en una bici tradicional podría llevarles algo más de tiempo.

Consejos para enseñar a los niños a montar en bicicleta

Bicicleta adaptada a la talla del niño

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En primer lugar, es fundamental que la bicicleta que vaya a montar el niño sea ligera y adecuada a su talla. Debemos regular el asiento y el manillar a la altura del niño, de manera que los brazos queden ligeramente flexionados y los pies apoyen por completo en los pedales.

Lo mejor es que a la hora de comprar una bicicleta vayamos con nuestro hijo para que pueda probarla y elegir en la que más cómodo se sienta. También hay bicis que evolucionan con el niño, ajustándose a su crecimiento de manera progresiva.

Familiarizarse con los elementos que componen la bici

Antes de comenzar a montar en bici es importante que el niño se familiarice con ella y con sus elementos, aprendiendo aspectos básicos cómo el funcionamiento de los frenos, el pedaleo hacia adelante (al principio, es frecuente que el niño pedalee hacia atrás, pues hacerlo hacia adelante requiere de un mayor esfuerzo físico), cómo y hacia donde mover el manillar o cómo hacer sonar el timbre para avisar a otros.

Igualmente, ha de tener claro que una vez esté subido en la bici debe mirar siempre al frente y mantener la postura erguida del cuerpo o ligeramente inclinada hacia adelante, para no perder el equilibrio.

Elementos protectores

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Es indispensable el uso de caso adecuado a la talla del niño y correctamente abrochado, así como de otros elementos de protección como coderas, muñequeras y rodilleras. Este tipo de elementos amortiguarán los golpes en las primeras caídas, aunque a medida que el niño vaya cogiendo soltura podremos ir retirándoselo si así lo consideramos, salvo el caso que siempre será obligatorio y necesario llevarlo.

Aprender en terreno llano

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Para aprender a montar en bici elegiremos un sitio llano, sin baches ni irregularidades en el terreno, ni tampoco obstáculos que sortear. Además, preferiblemente optaremos por suelo de asfalto antes que por arena, pues las ruedas agarrarán mejor y no derraparán. Las canchas deportivas y pistas de patinaje al aire libre son excelentes opciones para aprender.

Calzado adecuado

Otro punto fundamental a la hora de montar en bici (y no solo cuando el niño esté aprendiendo, sino siempre que vaya a utilizar este medio de transporte) es elegir el calzado adecuado para la ocasión, muy especialmente en esta época del año en donde es muy frecuente utilizar chanclas, sandalias o zuecos.

Este tipo de calzado no es correcto para montar en bici, y debemos sustituirlo por zapatillas de deporte, zapatillas de loneta o calzado tipo bambas, pues sujetan el pie y lo cubren por completo, proporcionando mayor estabilidad a la hora de pedalear y evitando que la zapatilla se resbale o se salga, ocasionando un accidente. Además, al estar el pie completamente tapado por el calzado, en caso de caída accidental este no sufrirá daños ni roces.

Uso limitado de ruedines

ruedines

A la hora de montar en bici, los ruedines son garantía de equilibrio y seguridad, y los niños se sentirán más cómodos llevándolos. Pero debemos procurar evitarlos si es posible, y en caso contrario, hacer un uso muy limitado de ellos, pues cuando se acostumbran a pedalear con la ayuda de ruedines el aprendizaje se retrasa.

Un truco que suele funcionar es acoplar los ruedines mientras el niño se familiariza con la bici y aprende la técnica del pedaleado. Después, retiraremos uno de los ruedines y dejaremos que el niño se apoye en el otro mientras aprende a poner la bici en movimiento, que es uno de los aspectos que más suele costar al principio. Una vez haya dominado este primer paso, retiraremos el ruedín que queda, para que no darle tiempo a acostumbrarse a este elemento auxiliar.

Prestarle nuestra ayuda

montar en bici

Aunque montar en bici es algo que debe aprender a hacer nuestro hijo, es importante que los niños vean que papá o mamá están a su lado para ayudarle cuando lo necesiten, pues sin duda esto les aportará seguridad y tranquilidad.

Pero al mismo tiempo, los padres debemos dejarles libertad mientras aprenden esta nueva actividad, y evitar agarrar la bicicleta por el sillín o el manillar mientras estén en movimiento, pues podríamos desestabilizarles y tirarles al suelo sin querer.

A muchos niños les da seguridad que sus padres se pongan a su altura corriendo en paralelo a su lado, para que en caso de caída intenten amortiguar el golpe. Caerse es normal cuando se está aprendiendo, y unas veces podremos evitarlo y otras no. En cualquier caso, si la protección del niño es adecuada y en el terreno en el que está aprendiendo no hay obstáculos o baches que puedan agravar esa caída, lo más probable es que no tenga mayores consecuencias.

Refuerzo positivo

Aprender a montar en bicicleta debe convertirse en un reto personal del niño, no de los padres. Pero para que sea un reto por el que merezca la pena luchar y esforzarse, el niño debe contar con nuestro apoyo y acompañamiento respetuoso.

Ni qué decir tiene que obligarle a montar si no quiere o está cansado, etiquetarle o compararle ("patoso", "torpe", "yo a tu edad ya montaba hasta en bici de montaña"...) o recurrir a castigos no tiene ninguna cabida, ni este caso ni en ningún otro proceso de aprendizaje a lo largo de su vida.

Los padres debemos respetar los ritmos de nuestro hijo, apoyarle siempre, poner en valor con los pequeños logros que vaya consiguiendo y reforzarle de forma positiva.

Fotos | iStock, Pixabay, Pexels

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