Tomar decisiones a veces puede ser complicado, especialmente si se trata de cosas que son a largo plazo o que pueden marcar una diferencia significativa en nuestra vida o en la de alguien más.
Existen algunas técnicas que nos pueden ayudar a que la toma de decisiones sea más sencilla, como el tomar en cuenta la prioridad de las cosas o hacer una lista de pros y contras. Pero hoy queremos hablarte de una en particular: los viajes mentales en el tiempo.
Aunque suene a algo salido de una historia de ciencia ficción, esta técnica propuesta por Jane McGonigal, experta futurista, diseñadora de videojuegos y profesora en la Universidad de Stanford, se trata en realidad de una técnica mental que nos facilitará las grandes decisiones.
Viajar (mentalmente) en el tiempo es posible. Y beneficioso
Los viajes mentales en el tiempo no son un tema nuevo: se han analizado desde hace algunos años. Según la ciencia, esta técnica mental nos ayuda a comprender los eventos personales del pasado y favorecer la construcción mental de eventos posibles en el futuro.
Lo que la profesora McGonigal sugiere, es que usemos esta habilidad para ayudarnos a tomar decisiones, como lo explica en su libro "Imaginable: How to see the future coming and be ready for anything" (Imaginable: Cómo anticipar el futuro y estar preparado para cualquier cosa):
"El pensamiento sobre el futuro es una herramienta increíblemente útil y práctica para preparar tu mente para adaptarse más rápidamente a nuevos desafíos, construir esperanza y resiliencia, reducir la ansiedad y la depresión, e inspirarte a tomar acciones hoy que te preparen para la felicidad y el éxito futuros".
Y su opinión es muy acertada: de acuerdo con otro estudio, se cree que el propósito principal de tener recuerdos de etapas anteriores de nuestras vidas es "proporcionar información del pasado como andamiaje para el futuro". Es decir, nuestros recuerdos del pasado nos sirven como base de conocimiento para tomar decisiones y enfrentar desafíos en el futuro.
Cómo viajar mentalmente en el tiempo para tomar mejores decisiones
- Quiero que te imagines despertando mañana por la mañana. Tal y como lo explica McGonigal en un artículo sobre esta técnica mental, lo ideal para empezar es hacerlo con un futuro casi inmediato: "Durante los próximos 30 segundos, quiero que te imagines despertando mañana por la mañana. Intenta visualizarlo en tu mente o descríbelo con la mayor claridad posible".
McGonigal sugiere nos hagamos algunas preguntas que puedan ayudarnos a crear ese escenario de manera más clara y sencilla, como: ¿en qué habitación o espacio estoy? ¿Qué es lo que me despierta: una alarma, la luz o alguien más? ¿Ya ha salido el sol o aún está oscuro? ¿Qué estoy usando? ¿Qué es lo primero que hago ahora que he despertado?
- Quiero que te imagines despertando dentro de un año. "Este rápido viaje mental que acabas de hacer es un ejemplo de un futuro altamente imaginable —probablemente fue bastante fácil para ti visualizarlo, con muchos detalles vívidos", comenta. "Ahora intentemos algo más desafiante. Durante los próximos 30 segundos, quiero que te imagines despertando dentro de un año a partir de hoy".
Nuevamente habremos de intentar visualizar ese momento lo más claro posible añadiendo preguntas que nos puedan ayudar además de las antes mencionadas, como: ¿estoy en un lugar distinto? ¿He cambiado físicamente? ¿Tengo algún hábito matutino nuevo?
- Quiero que te imagines despertando dentro de 10 años. "Ahora, intentemos un acto más de imaginación. Esta vez, quiero que te imagines despertando dentro de 10 años a partir de hoy [...] Intenta que esta escena futura no sea una fantasía total; mantente fundamentado en lo que consideres genuinamente realista y posible para ti. Si tienes dificultades, escribe una descripción de lo que imaginas", dice McGonigal
Al igual que en los dos ejercicios anteriores, habremos de recurrir a preguntas sobre nuestro entorno, nuestro estado de ánimo y lo que podríamos estar haciendo o las cosas que pueden estas pasando por nuestra mente en ese futuro.
"Tienes que rellenar los espacios en blanco"
"Probablemente descubrirás que 10 años es un desafío más complicado en comparación con un año. ¿Por qué? Nunca has estado 10 años más viejo que ahora, así que tu cerebro no sabe qué esperar. Además, hay tantas oportunidades para que las cosas cambien en una década —tu cuerpo, relaciones, circunstancias de vida, entorno físico", explica.
"Tu cerebro comprende intuitivamente esta falta de conocimiento, así que en lugar de proyectar una posibilidad con confianza, abre un espacio en blanco para que consideres múltiples posibilidades. Tienes que comenzar a tomar decisiones intencionales sobre lo que deseas imaginar en tu futuro —tienes que rellenar los espacios en blanco".
Y justo aquí donde entra la magia de los viajes mentales en el tiempo para ayudarnos a tomar mejores decisiones: nuestro cerebro tiene la tarea de imaginar y crear una nueva posibilidad para nosotros mismos. Y para ello, se basa en experiencias pasadas, así como en nuestra intuición sobre lo que podría pasar transcurrido un determinado tiempo.
"Lo que antes era inimaginable para tu cerebro ahora es imaginable", dice McGonigal, quien señala que una vez que tenemos ese futuro en mente, podemos analizarlo y ver cómo nos hace sentir para ayudarnos a tomar las decisiones que mejor nos convengan, ayudándonos a definir los pasos o cambios que debemos realizar para que ese futuro, independientemente de si pensamos en un año o en diez, sea más o menos probable de alcanzar.
Foto de portada | Jane McGonigal por Cmichel67 con licencia CC BY-SA 4.0 vía Wikimedia Commons