Padres altamente sensibles o PAS: cómo influye en la crianza de los niños

Padres altamente sensibles o PAS: cómo influye en la crianza de los niños
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Sensación de agotamiento, sensibilidad extrema o notar que todo nos afecta, percibir la realidad de forma intensa, con todos sus matices, emociones a flor de piel... ¿Te suena? Son algunos de los síntomas de las PAS (personas altamente sensibles). Pero, ¿qué ocurre cuando son los padres, o las madres, las que presentan este rasgo de personalidad o forma de ser?

¿Cómo afecta esto a la crianza de los hijos? Como en todo, puede beneficiar pero también perjudicar, y esto dependerá de las habilidades de cada uno, de cómo gestiona esta forma de percibir el mundo, de la ayuda de la que disponga y de otras variables. Hablamos de cómo influye el ser un padre PAS en la crianza de los hijos.

Cómo ayuda en la crianza ser un padre altamente sensible: beneficios

Ser un padre o madre PAS puede influir en la crianza de los hijos de forma notoria. Como aspecto positivo, puede proporcionar en los padres una conexión emocional profunda y una mayor conciencia del entorno y la sensibilidad a las necesidades emocionales de los hijos, algo muy positivo para el desarrollo de un apego seguro, por ejemplo. Pero, ¿qué más sabemos?

1. Conexión emocional profunda

Los padres altamente sensibles tienen una mayor capacidad para empatizar con las emociones de sus hijos. Pueden percibir sutiles cambios emocionales y responder con sensibilidad, lo que les permite establecer una conexión emocional más profunda y significativa con ellos.

2. Mayor conciencia del entorno

Al ser personas altamente sensibles, estos padres son más conscientes de los detalles y las necesidades del entorno en el que se encuentran sus hijos. Pueden detectar rápidamente situaciones que podrían ser estresantes o abrumadoras para sus hijos y, en consecuencia, adaptar el ambiente para brindarles seguridad y comodidad.

3. Sensibilidad a la sobreestimulación

Relacionado con el punto anterior, los padres PAS también pueden ser más propensos a la sobreestimulación, lo que puede afectar su capacidad para manejar situaciones ruidosas o caóticas. Esto puede llevarlos a buscar entornos más tranquilos y relajados para sus hijos y ser conscientes de establecer límites y rutinas que reduzcan la sobreestimulación.

4. Enseñanza de habilidades de afrontamiento

Por otro lado, la alta sensibilidad puede llevar a los padres PAS a enfatizar la importancia de las habilidades de afrontamiento emocional. Pueden alentar a sus hijos a identificar y expresar sus emociones de manera saludable y ayudarles a encontrar formas constructivas de manejar situaciones estresantes.

5. Enseñar a autorregularse

Al ser más conscientes de sus propias emociones, los padres PAS pueden servir como modelos de autorregulación emocional para sus hijos. Aprenden a manejar sus propias reacciones emocionales de manera positiva, lo que inspira a los niños a hacer lo mismo y desarrollar así su propia inteligencia emocional.

Dificultades en la crianza por ser un padre altamente sensible

Así, si bien ser un padre o madre PAS puede tener muchas ventajas en la crianza, también puede presentar desafíos o "inconvenientes" que perjudican en ciertos aspectos. Te damos tres ejemplos de cómo ser PAS puede afectar a la crianza de los hijos:

1. Sobreestimulación y agotamiento emocional

Como hemos visto, los padres PAS son más propensos a sentirse sobrepasados por situaciones estresantes o emocionalmente intensas, tanto en el entorno familiar como fuera de él.

Esta sobreestimulación puede llevar a un agotamiento emocional, lo que dificulta su capacidad para ofrecer la atención y apoyo necesarios a sus hijos en ciertos momentos. Si no logran manejar adecuadamente su propia sobrecarga emocional, pueden tener dificultades para mantener la calma y ser consistentes en la crianza.

2. Ansiedad, preocupación y sobreprotección

Por otro lado, la alta sensibilidad también puede llevar a los padres a preocuparse más por el bienestar y la seguridad de sus hijos. Pueden experimentar una ansiedad más intensa en situaciones que implican riesgo o incertidumbre. Esta preocupación excesiva puede llevar a sobreproteger a los hijos, lo que podría impedirles desarrollar la autonomía y la confianza necesarias para enfrentar desafíos o retos.

3. Dificultad para establecer límites

Finalmente, los padres altamente sensibles o PAS pueden tener dificultades para establecer límites firmes con sus hijos debido a su empatía y deseo de evitar el conflicto. A veces, pueden ceder a las demandas de los niños para evitar generar tensión, lo que podría resultar en una crianza más permisiva.

Esto puede afectar negativamente la disciplina y la autoridad de los padres en la crianza, lo que a su vez podría generar problemas de comportamiento en los niños, por ejemplo.

Foto | Portada (Freepik)

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