No fomento la violencia pero si mi hija necesita defenderse, le enseñaré a hacerlo
Ser Padres

No fomento la violencia pero si mi hija necesita defenderse, le enseñaré a hacerlo

En Bebés y más somos promotores del respeto en diversas situaciones de la vida diaria: desde el que debemos mostrar hacia las embarazadas, en la crianza y educación de nuestros hijos, hasta el respeto hacia otras madres. Personalmente pienso que si queremos respeto, también debemos respetar al otro.

Un suceso que le ocurrió a una niña y la reacción de su madre me pusieron a pensar en que quizás, por más respetuosos que queramos ser con los demás, en ocasiones extremas también debemos saber defendernos.

La experiencia de una madre

Ayer por la tarde leí un artículo en Scary Mommy titulado "Por qué le di permiso a mi hija de patear a tu hijo en los hue..." y mi primera reacción fue pensar: Ok, eso es demasiado directo. Pero leyendo con calma el artículo, entiendo perfectamente por qué lo dijo y se los comparto.

Mandi Castle, la autora del artículo en cuestión, es madre de una niña de seis años y nos cuenta una conversación que tuvo con su hija después de clases:

"Mamá, hoy me hicieron bullying", me dijo mientras caminábamos a casa después de la escuela.

"¿Te hicieron bullying?", le pregunté. No me gusta la palabra. Creo que a veces la utilizamos demasiado y para cualquier cosa, y me cuesta mucho pensar que mi independiente hija podría ser acosada, así que la interrogué un poco. Tiende a ser un poco dramática, siempre lo ha hecho, y cuando llegamos a casa me dijo que unos niños estaban persiguiéndola en el patio. Le dije que no jugara más con ellos si la estaban molestando y que eso era todo. Seguimos con nuestro día.

En la cena volvió a sacar el tema. Siempre hablamos de lo bueno y lo malo de nuestro día y cuando fue su turno de mencionar lo malo en su día, dijo: "Unos niños me hicieron bullying hoy". Como esta era la segunda vez que lo decía, intenté hablar más con ella.

"Dime exactamente qué ocurrió", le dije. Me contó entonces que unos niños estaban golpeándola en el trasero en el patio de juegos, y que cuando ella les dijo que dejaran de hacerlo, la llamaron "regordeta" y se rieron de ella.

Así es. Dos niños pusieron sus manos en mi hija, y cuando ella les dijo que se detuvieran, ellos le dijeron gorda y se burlaron a costa suya. Piensen en eso por un segundo. ¿Saben dónde lo aprendieron? Imagino dónde. Apuesto a que ustedes también.

Comencé a llenarme de rabia, pero la contuve y le pregunté qué había hecho a continuación. Me respondió que le había dicho a su profesora, y que ella les dijo que se detuvieran, pero no lo hicieron. Entre más escuchaba, más furiosa me sentía.

Me mostró en mi propio trasero lo que le habían hecho y eso solo puede ser descrito como manoseo, pero ella no entendía eso. ¡PORQUE SOLO TIENE SEIS AÑOS!

Entonces Mandi le explicó que eso era inapropiado e inaceptable y la felicitó por haber hecho lo correcto y decirle a su maestra. Pero su hija bajó la cabeza y le dijo: "Mañana simplemente me esconderé durante el recreo". Mandi levantó su rostro, la miró a los ojos y le respondió:

NO. No vas a permitir que dos niños te arruinen tu tiempo libre. No vas a permitir que ellos te roben tu felicidad. Ellos están rompiendo las reglas. Si lo vuelven a hacer mañana, les dirás: "Quítenme sus manos de encima". Si no se detienen, le dices a tu maestra. Si continúan molestándote, te voltearás y los pisarás o les darás una patada en los hue..., y si te metes en problema, ve y dile a tu maestra que me llame.

Le explicó que quizás termine en la oficina del director y que lidiarían con eso si tuvieran que hacerlo, pero quería asegurarse que su hija se sintiera empoderada y capaz de defenderse.

La primera opción siempre será el diálogo...

"Lo cortés no quita lo valiente", decía mi abuela materna. Siempre he pensado que es mejor y más fácil convencer a alguien con un buen argumento y no haciendo las cosas de una manera negativa o agresiva. Como digo en el título de este artículo, no fomento la violencia. De hecho, creo que la violencia genera más violencia.

Por eso el diálogo siempre es la primera opción. Actuar de manera diplomática es mejor: resolvemos el problema y hasta podemos ganar un nuevo amigo o aliado. Pero hay ocasiones, en que por más respetuosos y tranquilos que intentemos ser, las cosas simplemente no funcionan.

...pero si necesita defenderse, le enseñaré a hacerlo

Nina Cruzada De Brazos

Creo que nadie le gustaría que su hijo fuera acosado o molestado en la escuela por sus compañeros. Tampoco nos gustaría que lo comentaran con el maestro y él solamente les dijera que lo dejaran de hacer, situación que en la mayoría de los casos, no sirve de mucho pues a un bully (acosador) no suele detenerlo un simple comentario.

¿Qué se hace en esos casos? ¿Hasta cuándo debe soportar un niño el acoso o maltrato de otros para que las cosas cambien? Quiero criar a mi hija para que sea una persona respetuosa, que sepa lidiar con los problemas de una manera inteligente. Pero si llegara a ocurrir una situación como la que cuenta Mandi, me gustaría que ella se defendiera.

Quiero educar a mi hija para que ella sepa que nadie tiene derecho de molestarla, nadie debe sentirse con el poder de agredirla y sobre todo, que nadie, bajo ninguna circunstancia, debe tocar su cuerpo sin su consentimiento y mucho menos, robarle su felicidad.

Le enseñaré a manejar situaciones problemáticas de manera respetuosa. Pero si de manera pacífica no funciona, quiero que sepa defenderse y ponerle un alto a quien la esté molestando. Quiero que sepa que si es necesario y nada más ha funcionado, sí, puede dar un puñetazo en la cara o una patada en los hue... Porque ser bueno también tiene sus límites y no quiere decir que tengamos que permitir que se nos siga acosando.

Probablemente ocurra lo que contaba una madre hace tiempo: le llamaron de la escuela porque su hija le dio dos puñetazos a otro compañero. Pero se llevaron una gran sorpresa al darse cuenta que lo único que había hecho ella era defenderse, pues el chico lo había iniciado todo acosándola y el profesor no había hecho nada para que dejara de hacerlo.

Eduquemos a nuestros hijos en el respeto

Recordemos que la principal forma de prevención a un problema tan grande como es el bullying es educar a nuestros hijos para que respeten a los demás. Acabar con el bullying y con cualquier clase de acoso comienza en nosotros.

Fotos | iStock
Vía | Scary Mommy
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