“Los niños escuchan mejor cuando se sienten conectados": seis frases mágicas para lograrlo, recomendadas por una experta en crianza consciente

La clave está en conectar emocionalmente con nuestros hijos

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Lucy Ortega

Todos los padres deseamos que nuestros hijos nos escuchen y hagan caso, preferentemente sin tener que repetir las cosas una y otra vez. Pero como seguro ya lo hemos vivido todos lo que tenemos hijos, esto no siempre es sencillo.

Reem Raouda, experta en crianza consciente y en relaciones de padres e hijos, hace tiempo nos alertaba sobre las frases que debemos evitar decir si queremos que nuestros hijos nos escuchen de verdad, y ahora ha vuelto con más recomendaciones que nos ayudarán a lograrlo.

La clave, según explica, está en conectar emocionalmente con nuestros hijos, y nos da seis frases mágicas con la que podremos hacerlo.

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"Te creo"

Validar las emociones de los niños y lo que nos están diciendo no solo es bueno para ayudarles a desarrollar una buena inteligencia emocional: también puede mejorar enormemente nuestra relación con ellos.

Raouda explica que cuando un niño se siente cuestionado o interrogado tras no hacer caso o cometer una travesura, puede ponerse a la defensiva y en vez de escucharnos entrará en modo autoprotección: "La creencia disipa la vergüenza y crea seguridad. Cuando un niño se siente seguro, realmente puede escucharte."

"Vamos a resolver esto juntos"

Corregir comportamientos en nuestros hijos no es solo cosa de decirles lo que deben de hacer y ya está. Más que solo dar órdenes, los padres debemos ser guías para nuestros hijos, muchas veces acompañándolos y poniendo el ejemplo nosotros mismos.

"Cuando los niños ayudan a resolver el problema, es más probable que se apeguen a la solución", dice la experta, poniendo como ejemplo el momento de recoger los juguetes. Si nuestro hijo se niega, podemos decir algo como: "Veo que no quieres limpiarlo todo ahora. Vamos a resolverlo juntos. ¿Cuál es el primer paso?".

"Puedes sentir tu emoción. Estoy aquí"

En vez de decirle a nuestros hijos ese famoso y nada recomendable "No llores", debemos ayudarles a encontrar la calma, validando sus emociones y recordándoles que no están solos cuando se han equivocado o hay cometido un error.

"Un niño en edad preescolar tiene una crisis nerviosa cuando se le cae la torre de bloques. En lugar de decirle: 'Deja de llorar, estás exagerando', dile: 'Puedes sentirlo. Estoy aquí'", señala la experta, permitiendo que sienta sus emociones hasta que esté listo para volverlo a intentar.

"Estoy escuchando. Dime qué pasa"

"Para que un niño te escuche, necesita sentirse escuchado", dice Raouda. "Este simple cambio de prestar atención antes de exigirla disuelve la resistencia. Cuando los niños se sienten comprendidos, dejan de intentar resistirse."

Así, cuando nuestros hijos tengan algún disgusto o rabieta, antes de asumir cosas debemos ver qué hay detrás de esa ira o ese enojo, para ayudarles a navegar de mejor manera las emociones no agradables.

"Te escucho. Estoy de tu lado"

A veces nuestros hijos no quieren hacer las cosas o parecen no querer hacernos caso o no darle importancia a lo que les queremos decir. Sin embargo, explica la experta, esto no es una señal de que no les importe o sea un simple capricho: "Muchas crisis se intensifican porque los niños se sienten incomprendidos o en conflicto con la persona que más necesitan."

Decirles esta frase les hará ver que somos sus aliados, ayudando a que se abran con nosotros, nos digan qué es lo que les molesta o se les dificulta, y podamos trabajar juntos en una solución que funcione para todos.

"Cuentas conmigo, pase lo que pase"

"Los errores pueden generar vergüenza", dice Raouda. "Pero cuando los niños escuchan esta frase, aprenden que el amor no depende del rendimiento ni de la perfección."

Por ello, en vez de sermonear a los niños o saltar inmediatamente al regaño, lo que debemos hacer es asegurarles que el amor que tenemos hacia ellos no cambia si se equivocan o no han hecho las cosas tal como se las pedimos.

"Cuando proteges con regularidad la dignidad de tu hijo, le haces sentir seguro y respetas los límites, escuchar se convierte en el resultado natural", concluye la experta.

Foto de Portada | Freepik

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