Ser madre en tiempos de Instagram y Pinterest
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Ser madre en tiempos de Instagram y Pinterest

Hace un par de meses te contaba acerca de un estudio reciente que decía que las redes sociales pueden afectar la confianza de las madres recientes, donde se descubrió que a mayor uso de redes sociales, aumentaban indirectamente los síntomas de depresión en las madres.

Aunque quizás no sea el caso de todas las mujeres, lo cierto es que las redes sociales pueden ser un arma de doble filo. Por un lado nos facilitan muchísimas cosas en nuestra vida y nos ayudan a mantenernos en contacto con nuestros seres queridos. Pero por otro, también pueden hacernos caer en comparaciones y sentir que lo que estamos haciendo no es suficiente.

Ser madre en tiempos de Instagram y Pinterest puede ser complicado si caemos en el error de medir nuestro desempeño como madres basándonos en lo que ahí se muestra. Te comparto mi reflexión sobre este tema.

Las expectativas que nos ponen las redes sociales

Si vamos a hablar de maternidad, debemos tener siempre presente que no existen las madres perfectas. Hay una frase que me gusta mucho: las madres perfectas no son reales y las madres reales no son perfectas.

No comprendo dónde se originó o en qué momento surgió, pero por alguna razón existe ese sentido de querer ser la madre perfecta o de juzgar a otras por no ser madres perfectas. Ahora en épocas de redes sociales, se perpetúa un poco ese estereotipo de la mamá que tiene absolutamente todo en orden: hijos, hogar, trabajo, cuidado personal, etcétera.

En Pinterest por ejemplo, todos construimos la vida de ensueño que quisiéramos tener. Yo confieso que soy fanática de Pinterest y tengo decenas de tableros llenos de cosas bonitas, ideas para decorar mi casa, manicuras que quiero hacerme y cientos de recetas espectaculares que "haré algún día". Muchas veces he llegado a pensar: "pero claro que puedo hacerlo, si ellas pueden, ¿por qué yo no?". Incluso al momento de planear una fiesta infantil, las redes sociales nos ponen expectativas muy altas.

Otro caso es Instagram, donde es común ver en las cuentas de madres influencers casas que parecen de catálogo, niños impecables y mujeres relajadas que lucen siempre bellísimas. Pero la realidad es que las cosas no suelen ser así para la mayoría de las madres. No digo que no sea posible que alguien lleve una vida así, pero las "mamás reales" no siempre van bien peinadas o llevan a sus hijos con la ropa sin una sola mancha o arruga. Pero la maternidad no es como se mira en redes sociales.

Hay días en los que no tenemos ganas de nada, que salimos a la calle sin haber tenido tiempo de pasar un cepillo por nuestro cabello o que sin darnos cuenta usamos una blusa con una mancha de leche. Hay semanas en las que solo pudimos bañarnos uno o dos días, pues estuvimos tan ocupadas que no tuvimos oportunidad para hacerlo y cuando por fin hubo un pequeño espacio, caímos rendidas a causa del agotamiento. Hay días en que nuestros hijos salieron con ropa que no les combinaba porque no tuvimos tiempo de lavar y les pusimos lo más decente que encontramos. Hay días que recurrimos a la comida rápida porque no nos dio tiempo de cocinar algo pero debíamos alimentar a nuestra familia.

Tomemos lo mejor que nos ofrecen las redes sociales

Madre Con Bebe Cocina

Antes de que parezca que aborrezco las redes sociales, debo aclarar que no es el caso. Personalmente me encanta recurrir a ellas cuando necesito ideas o despejar un poco mi mente, pero intento siempre hacerlo de manera responsable.

La verdad es que puedo pasarme horas en Pinterest buscando y guardando cosas bonitas y otras útiles, como los juegos para hacer en casa cuando hay mal clima que te compartí recientemente. Creo que cada red social tiene muchas ventajas y cosas positivas, pero debemos recordar que lo que vemos ahí no es un indicativo de cómo deben ser las cosas en todos los hogares.

Hubo un tiempo en el que, como decía el estudio que te comentaba al principio, me sentía mal porque al ver lo que hacían otras madres, sentía que lo mío no era suficiente. Así que decidí darle otro enfoque y ahora solamente las disfruto. Si llego a tener un momento en el que me sienta mal o cabizbaja por no tener una casa o hacer comidas como las que ahí veo, me recuerdo tres cosas:

  • No te compares. Cada mujer es diferente, cada casa es distinta y cada niño y familia son únicos. No caigas en el juego de compararte con los demás.

  • Inspírate, pero sé tú misma. Siempre podemos ver lo que están haciendo los demás, pero una cosa es verlo para inspirarnos y otra intentar emularlos para ser como ellos. Eres única y perfecta con todo lo que tienes. Toma inspiración de todos lados, pero crea tu propia versión de ti misma, de tu casa y de tu familia.

  • Recuerda que lo que miras es solo una pequeña parte. Esa foto perfecta, con luz natural y en un lugar de ensueño es solo eso, una foto. Una foto no te dice todo lo que hay a su alrededor. Detrás de esa selfie aparentemente perfecta, puede haber una madre que está luchando con depresión o que solo muestra su rostro porque está incómoda con su cuerpo después de tener hijos. O quizás de esa habitación de catálogo no muestra que fuera de cuadro están todos lo juguetes amontonados en una esquina.

A lo que quiero llegar con todo esto es: disfruta las redes sociales como lo que son. Úsalas para divertirte, para inspirarte, para tomar ideas o para hacer futuros planes. No dejes que se conviertan en algo que afecte tu vida o la confianza en ti misma. La única persona con la que debes compararte siempre es contigo misma.

Fotos | iStock
En Bebés y más | ¿Qué hay detrás de las madres que comparten más fotos de sus hijos en Facebook?, Una madre bloguera nos recuerda que la maternidad no es como se ve en redes sociales

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