Lucy Ortega
Leer no solo es un pasatiempo: también es una de las mejores formas de estimular el desarrollo cognitivo de nuestros hijos. Sin embargo, algunos niños suelen relacionar los libros con el cole o los deberes, haciendo que éstos no sean muy atractivos.
Por ello, si no tienen el hábito de la lectura, el verano es el mejor momento para fomentarlo, pues podemos presentarles libros de fantasía o ficción que les transporten a nuevos mundos y cautiven su imaginación.
Te compartimos algunos consejos que harán que tus hijos lean más durante las vacaciones.
Hazlo parte de la rutina, pero sin forzar
Una de las mejores formas de adoptar y establecer un hábito, es haciéndolo parte de nuestra rutina. Pero en el caso de los niños y la literatura, es importante hacerlo de manera natural, para que no se sienta como una tarea más por hacer.
Elijan horas o días específicos para ello, por ejemplo: miércoles de lectura después de la cena, viernes de lectura al aire libre, domingos de leer después de desayunar, etcétera. Seleccionen uno y ajusten o cambien el día/hora según sus rutinas.
Ofrece opciones y permíteles elegir
Lo más importante a la hora de querer transmitir el amor por los libros a los niños no es el explicarles los beneficios (seamos realistas, decirles que les ayudará a ampliar su vocabulario o estimular su imaginación suena poco atractivo para ellos) sino encontrar el libro adecuado.
Para encontrar algo que les guste, toma en cuenta la personalidad de cada uno: qué temas les interesan, cuáles son sus habilidades de lectura y comprensión, cuánto tiempo tienen para leer... Permite que elijan de diversas opciones, para que así puedan encontrar y disfrutar un libro perfecto para ellos (y no olvides que los cómics y novelas gráficas también cuentan).
Creen su propio club de lectura
Foto | Ron Lach en Pexels
Adquirir un hábito a veces resulta más sencillo si lo hacemos acompañados. Por ello, proponemos que consideren crear su propio club de lectura: elijan un libro entre todos y vayan leyéndolo juntos poco a poco.
Además de compartir un momento juntos, pueden aprovechar la ocasión para hacerse algunas preguntas interesantes como: qué mensaje les ha dejado el libro, cuál fue su personaje favorito, qué parte de la historia les gustó más, etc.
Lean libros con adaptaciones
Actualmente existen cientos de libros que han tenido su propia adaptación, ya sea en forma de series o de películas: desde libros para los más pequeños, como Winnie the Pooh o Matilda, hasta libros para los mayores y los adolescentes, como Harry Potter o Una serie de catastróficas desdichas.
Hacer un plan que incluya leer el libro y después ver la serie o película basada en él, es otra forma de hacer la lectura atractiva para los niños.
Deja que te vean leyendo
Finalmente, una de las cosas que son más efectivas a la hora de querer que nuestros hijos adquieran un hábito: hay que dar el ejemplo haciéndolo nosotros mismos.
En mi caso, leer es una de mis grandes pasiones y algo que disfruto en mi tiempo para mamá, pero soy consciente de que lo que hacemos los adultos es modelo para los niños. Así, en vez de reservar la lectura para cuando mi hija duerme, me aseguro de que me vea hacerlo en diversas oportunidades del día. Y tengo que decirlo: funciona.
Foto de portada | cottonbro studio en Pexels
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