Lucy Ortega
Gracias a los avances en medicina y reproducción asistida, son muchas las parejas que logran cumplir su sueño de ser padres cuando presentan alguna dificultad para concebir de manera natural.
Sin embargo, el camino de la reproducción asistida no es uno que resulte sencillo ni económico, y aunque cada método ofrece posibilidades de lograr el embarazo, lo cierto es que ésta no siempre funciona al primer o segundo intento... y a veces ni en el décimo.
De hecho, existen casos en los que, a pesar de haber probado con diversos métodos, a algunas parejas no les ha sido posible concebir. Pero una nueva herramienta podría ayudar a cambiar esto y mejorar sus posibilidades: la inteligencia artificial.
Hace algunos meses hablábamos acerca de los nuevos usos que se le ha estado dando a la inteligencia artificial en el campo de la reproducción asistida, en donde se ha convertido en una gran aliada para los embriólogos. Y como muestra, tenemos la historia de Rosie y su esposo.
Durante 19 años, esta pareja intentó tener un bebé recurriendo a diversos métodos, incluyendo 15 ciclos de fertilización in vitro (FIV). Hasta el año pasado, ninguno de ellos había tenido éxito. Pero entonces llegó la IA.
Logran el embarazo, gracias a la IA
Cada caso es distinto, pero en el de Rosie y su esposo, la razón por la que no lograban concebir un bebé era porque él padece azoospermia, una condición en la que no se encuentran espermatozoides en la eyaculación y que es una de las más difíciles de tratar a la hora de buscar el embarazo.
Incluso con el equipo médico más novedoso y los microscopios más avanzados, detectar espermatozoides cuando se tiene esta afección es caso imposible, por lo que en casos como estos suele recurrirse al semen de un donante. Pero esta pareja no estaba dispuesta a rendirse, y así fue como dieron con el método STAR: Sperm Track and Recovery (Seguimiento y recuperación de espermatozoides, en español).
Este método, que fue desarrollado por investigadores de la Universidad de Columbia, consiste en utilizar la inteligencia artificial y un chip microfluídico para escanear millones de imágenes microscópicas, identificando y aislando espermatozoides que de otro modo pasarían desapercibidos.
Para Rosie y su esposo, que conocieron esta tecnología gracias al doctor Zev Williams, descubrir esta posibilidad trajo una nueva esperanza y, después de unas semanas de haber logrado encontrar espermatozoides suficientes para fecundar los óvulos de Rosie, cumplieron su sueño. Actualmente, ella tiene cuatro meses de embarazo.
El futuro de la IA en reproducción asistida
Este caso es uno de los ejemplos de cómo se puede emplear la IA en reproducción asistida, al ayudar a identificar espermatozoides adecuados ante una situación que resultaba muy difícil de tratar. Pero no es la única manera en la que ésta puede ser utilizada.
Como comentábamos hace algunos meses, la IA puede ayudar también en la selección de embriones, ayudando a mejorar y agilizar procesos que anteriormente solían hacerse a mano y, por lo tanto, elegiendo el mejor embrión en menos tiempo y con mayor precisión en los tratamientos de FIV.
Así, además de mejorar y amplias las opciones que tendrán las parejas para intentar concebir, la IA ofrece también procedimientos menos invasivos, reduciendo la necesidad de algunas intervenciones más agresivas (y costosas).
Desde luego, esto no quiere decir que la IA vaya a reemplazar por completo a los embriólogos, sino que ahora se cuenta con una herramienta muy útil y efectiva, que ayudará a conseguir un embarazo exitoso en menos tiempo.
Foto de portada | Amina Filkins en Pexels
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