13 rutinas diarias que deberíamos enseñar a nuestros hijos desde pequeños para fomentar su autonomía

13 rutinas diarias que deberíamos enseñar a nuestros hijos  desde pequeños para fomentar su autonomía
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Desde que son bebés, los padres enseguida nos damos cuenta del efecto positivo que las rutinas tienen en la vida de nuestros hijos. Por eso, procuramos siempre respetar sus horarios de comida y sueño, y establecer ciertos hábitos diarios que sabemos que les proporcionan calma y contribuyen a su correcto descanso.

A medida que van creciendo, las rutinas continúan siendo igual de importantes y necesarias para los niños, no solo porque les ayudan a organizar su día a día y les aportan seguridad, sino porque además, las rutinas fomentan su autonomía y sentido de la responsabilidad.

Estas son las rutinas diarias que los padres deberíamos enseñar a nuestros hijos desde pequeños para que fomentar su autonomía.

Mañanas

Despertar

sueño

Para asegurar su correcto descanso, los niños deben dormir un número de horas determinado según su edad. Esto repercutirá en un mejor despertar por la mañana, pues al estar descansados los niños tendrán mejor humor y les costará menos levantarse.

Mientras los niños son pequeños, seremos los padres o adultos al cargo quienes les despertemos cada mañana para ir al colegio. Pero a medida que vayan creciendo podemos enseñarles a ponerse el despertador y fomentar el hábito de despertarse por sí mismos.

Asearse

El aseo diario es una de las parcelas en las que más beneficia a los niños ser autónomos, pues adquirir hábitos de higiene desde muy temprana edad contribuye a su bienestar físico, su autoestima y su socialización.

Desde el momento en que el bebé comienza a ponerse de pie ya puede empezar a contribuir diariamente en su propio aseo e ir adquiriendo poco a poco rutinas básicas de higiene diaria como lavarse las manos, cepillarse los dientes y limpiarse después de usar el wc.

A medida que el niño vaya creciendo sus rutinas de higiene se irán volviendo cada vez más complejas hasta que llegue un momento, alrededor de los seis o siete años, que ya sea capaz de ducharse y lavarse el pelo sin ayuda, y cepillarse los dientes sin supervisión.

Puedes leer más información sobre rutinas de higiene en niños:

Vestirse

vestirse

Alrededor de los 18 meses, muchos bebés ya empiezan a hacer el intento de vestirse y desvestirse solitos. Ese momento es crucial para potenciar su autonomía, permitiéndoles que hagan las cosas por sí mismos con paciencia y respeto a sus ritmos.

A partir de los dos o tres años ya son capaces de ponerse y quitarse la mayoría de prendas de ropa sencillas, como pantalones y faldas, zapatos, chaquetas abiertas, abrigos o gorros.

A partir de los seis años el niño ya debe tener plena autonomía en el vestir; desde elegir la ropa que quiere ponerse, hasta vestirse sin ayuda, abotonarse las chaquetas o calzarse, incluso si se trata de calzado con cordones, pues a esta edad ya se ha adquirido la destreza necesaria para hacer lazos y lazadas.

Desayunar

En contra de lo que mucha gente cree, el desayuno no es la comida más importante del día, pero sí es una de las comidas principales y por eso debemos dedicarle la debida atención.

En este sentido, es fundamental que los niños interioricen desde pequeños la rutina diaria de los desayunos en familia, sin prisas y con opciones saludables y equilibradas para poder elegir.

Ir al colegio

A la hora de ir al colegio, es preferible hacerlo a pie siempre que sea posible. Este sano hábito recomendado por los pediatras no solo contribuye a la práctica diaria de ejercicio físico, sino que también tiene beneficios en la autoestima del niño y fortalece los vínculos familiares.

En general, entre los 12 y los 13 años los niños ya suelen estar preparados para ir solos al colegio, aunque lógicamente este dato puede variar según cada caso.

Tardes

La salida del colegio y llegada a casa marca el comienzo de la tarde que también trae consigo una serie de rutinas, siendo el lavado de manos y la merienda lo primero que los niños interiorizan.

Deberes escolares / Lectura

deberes escolares

A medida que el niño avanza académicamente, se vuelve necesario establecer una rutina de estudio, con independencia de si trae o no deberes escolares. Esta rutina debe pasar por leer lo explicado en clase, comprobar lo apuntado en su agenda escolar, preparar el material escolar del día siguiente, hacer esquemas o resúmenes, dedicar un rato a la lectura...

Es fundamental que el niño trabaje de manera autónoma, haciéndose responsable de sus tareas. Claro que puede necesitar la ayuda de los padres en un momento dado o nuestra supervisión, pero es importante saber que los deberes son responsabilidad exclusiva de nuestro hijo.

Tiempo en familia

Aunque los horarios laborales de los padres no siempre posibilitan que podamos pasar el tiempo que realmente nos gustaría con nuestros hijos, es muy beneficioso para todos dedicarnos un ratito de calidad cada día, sin importar tanto la cantidad.

Hay muchas formas de fomentar la conexión diaria y plena con nuestros hijos (también en el caso de los adolescentes), y debemos procurar establecerlo como rutina.

Juego / Deporte

rutinas en niños

Los niños deberían tener suficiente tiempo cada día para jugar libremente. Parece una obviedad, pero por desgracia no siempre lo es, pues a veces su agenda están tan sobrecargada que apenas tienen tiempo para jugar.

Ya sea juego en solitario, en compañía de otros niños o con papá y mamá, el juego es sumamente importante en su desarrollo físico y emocional, y es también fuente de bienestar y felicidad.

Siempre que sea posible, los padres debemos procurar que jueguen al aire libre, no solo por sus grandes beneficios para la salud, sino porque así también practican ejercicio físico.

Aseo y autocuidado

Es importante que antes de que finalice el día los niños encuentren un ratito para practicar el autocuidado consciente y relajarse. Si adquieren esta rutina diaria desde pequeños, cuando lleguen a su etapa adulta tendrán perfectamente asimilado el concepto de "cuidarse para cuidar" que tanto nos cuesta a los padres poner en práctica.

A partir  de los cinco o seis años los niños ya deberían tener interiorizada la importancia de dedicarse un ratito al día a cuidarse.

El autocuidado infantil puede implicar desde rutinas de higiene como una ducha o un baño, hasta practicar un ratito de meditación o posturas de yoga para relajarse.

Noches

Cena en familia

cenar en familia

Puesto que los desayunos no siempre podemos hacerlos en familia y las comidas tampoco (generalmente, los niños comen en el comedor escolar), es importante que las cenas sí sean un momento de convivencia, disfrute, aprendizaje y conexión en familia.

Es fundamental cenar sin pantallas ni otras distracciones, para así sentar las bases de una relación positiva con la comida y de unas rutinas de alimentación saludables.

Planificar el día siguiente

Para evitar ir con prisas por la mañana, debemos acostumbrar a los niños a organizar la noche anterior todo lo que van a necesitar al día siguiente; desde la ropa que van a ponerse, hasta el almuerzo que llevarán al colegio, así como revisar que no falte de nada en su mochila.

Rutina de sueño saludable

sueño infantil

Como mencionábamos al inicio, es muy importante que los niños duerman el número de horas que les corresponde por edad, se acuesten temprano y siempre a la misma hora -en la medida de lo posible- y adquieran una rutina de sueño saludable.

En cada familia esta rutina puede variar, por ejemplo: leer un cuento antes de dormir, escuchar música relajante, hacer ejercicios de respiración... En cualquier caso, antes de ir a la cama debemos evitar el uso de pantallas (tampoco ver la televisión), así como los juegos o actividades que puedan sobreestimularlos.

Tareas domésticas

tareas domésticas

En lo que respecta a las tareas domésticas, desde que los niños ya empiezan a caminar de forma autónoma los padres ya podemos (y debemos) involucrarles en ellas. Debemos hacerlo sin forzar, planteándolo como un juego, con paciencia y adecuando cada actividad a su edad y/o capacidad.

Entre las tareas domésticas que los niños más pequeños pueden hacer estarían, por ejemplo, encargarse de la mascota, regar las plantas, poner y quitar la mesa para comer, meter las cosas en el lavavajillas, cocinar con papá o mamá, ayudar a hacer la colada...

A medida que van creciendo, a estas rutinas diarias debemos ir sumando otras más complejas como hacer su cama cada mañana, ordenar su armario, pasar la aspiradora, sacar la basura, hacer pequeños recados solos...

Las rutinas fomentan la autonomía de los niños

Los niños deberían comenzar a practicar todas estas rutinas desde que empiecen a caminar de forma autónoma. Lógicamente, los primeros años necesitarán de nuestra ayuda y acompañamiento, pero es fundamental que no hagamos las cosas por ellos y les inculquemos la importancia de esforzarse y trabajar de forma autónoma.

A medida que vayan creciendo, y a base de repetir diariamente las mismas rutinas, los niños las irán interiorizando y poniendo en práctica por sí mismos, aunque es posible que en algunos casos todavía necesiten de nuestra supervisión y recordatorio.

En cualquier caso, recordamos que para la adquisición de rutinas en la infancia es clave el trabajo diario y constante, así como nuestra motivación, confianza y empuje para superarse a sí mismos.

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