Un repetidor no es un inútil: así se lo puedes explicar a tu hijo (y a otros padres entrometidos)

Un repetidor no es un inútil: así se lo puedes explicar a tu hijo (y a otros padres entrometidos)
Sin comentarios

Save the Children acaba de publicar un informe que sitúa a España como el país con mayor tasa de repetición de curso de la Unión Europea y de la OCDE en la Educación Secundaria Obligatoria, con una tasa del 8,5% (situándose las medias de UE y OCDE por debajo del 3%).

La ONG también apunta que un 29% del alumnado de nuestro país ha repetido curso alguna vez antes de los 15 años.

Y en este último informe, la ONG también desmiente los supuestos beneficios de la “cultura de la repetición”, una práctica perjudicial para el alumnado, sobre todo para los más vulnerables, que puede conducir al abandono o fracaso escolar.

Sin embargo, queremos derribar en este artículo los mitos y los estereotipos muchas veces asociados al perfil del repetidor, como por ejemplo que no es apto para estudiar, que es un vago, que ya no se va a esforzar más en nada o que no volverá a estudiar.

Hablaremos también de cómo podemos abordar el tema con nuestros hijos, como padres, si éstos acaban repitiendo de curso, con el objetivo de acompañarles, motivarles y hacerles ver que para nada son unos inútiles. Que siguen siendo igual de válidos y maravillosos.

Mi hijo repite de curso: ¿cómo enfocar la situación?

Si tu hijo ha repetido curso, es probable que haya transitado por emociones diversas, como la vergüenza, la culpa, el miedo... vergüenza porque será "el mayor" de su nueva clase, culpa por no haber sacado el curso adelante, y miedo por la incertidumbre de la situación, por no poder aprobar, etc.

Además, el hecho de repetir también impacta en su autoestima y en su autoconcepto, y pueden sentirse inseguros y poco válidos en los estudios. En realidad, ¡nada más lejos de la realidad!

Repetir de curso: un origen multifactorial

Está claro que si tu hijo ha repetido es por alguna razón, pero no todo tiene que ver con las capacidades o la inteligencia; aquí también entran en juego otros factores, como la motivación, las relaciones sociales en el cole o el instituto, el vínculo con los profesores, la etapa vital en la que se encuentran (sobre todo, en el caso de la adolescencia), problemas familiares o económicos en casa, etc.

En relación a ello, es importante este dato: el informe de Save The Children destaca que España está entre los países de la OCDE y la UE donde el profesorado ha recibido menos formación sobre enseñanza en grupos multinivel (35%) y donde se percibe como menos preparado para ello (28%).

No decimos que esto justifique que los chicos repitan, pero sí que hay datos que respaldan que en España también hay muchas cosas que pueden mejorar en las instituciones. Así, como vemos, hay otros factores a los "habituales" que influyen en la situación.

Un repetidor no es un inútil: cómo transmitir esta idea a nuestros hijos

repetir-de-curso

Es por ello que es importante enfocar esta situación como la que es, compleja y con un origen multifactorial.

No todo se lo podemos atribuir a nuestro hijo, y es importante transmitir el mensaje siguiente: que es igual de válido -en todos los sentidos- aunque haya tenido que repetir, y que le acompañaremos para que pueda recuperar la motivación y la autoestima, además de para sacar el curso adelante y sentirse realizado.

¿Cómo hacer frente a los comentarios de los demás?

Si tu hijo ha repetido de curso, seguramente ha tenido que escuchar comentarios despectivos o poco motivantes de otros compañeros o padres de amigos; o incluso, de profesores. Y seguro que tú también lo has vivido en tu propia piel (por ejemplo de padres entrometidos).

¿Cómo enfocar todo esto? Tanto como niños o adolescentes, o como padres, es importante hacer caso omiso a este tipo de comentarios. Recuerda que no se trata de "demostrar" nada a los demás; ni si quiera, de justificar. Eso sí, también es importante aprender a poner límites cuando nos molesten en exceso (por ejemplo; "tú no debes opinar sobre mis estudios") y a expresar lo que nos molesta de forma asertiva.

Recuerda que no se trata de "demostrar" nada a los demás; ni si quiera, de justificar. Eso sí, también es importante aprender a poner límites cuando nos molesten en exceso.

Por otro lado, debemos aceptar que los demás no siempre empatizarán con nosotros (o con la situación de nuestros hijos), o que nos entenderán, y que tampoco lo necesitamos. No necesitamos tampoco que nos digan que somos válidos para creerlo.

Y, finalmente, los chicos necesitan fortalecer su autoestima para que estos comentarios no perjudiquen su autoconcepto, así como apoyarse en sus familias, y las familias, necesitan confiar en sus hijos y en sus propios recursos.

¿Cómo acompañarles en este nuevo camino?

Las broncas no sirven para nada: escuchad

Regañar no sirve para nada; solo para hacer sentir peor a nuestro hijo. En este sentido, no ayuda porque no es una práctica pedagógica, que acompañe o enseñe algún aprendizaje. Así, en lugar de regañar, ¿por qué no optamos a preguntar y a acompañar?

Pongámonos en su piel e imaginémonos cómo se siente. Aunque como padres nos preocupe esta situación (que es normal), es importante pensar en qué ha podido pasar y en cómo se puede sentir nuestro hijo.

Indagad en las causas; dialogad con él y con sus profesores

Conocer las causas de la situación os ayudará, como familiar, a afrontar el problema. Habla con tu hijo y con sus profesores. Seguramente, y si has ido haciendo reuniones con el tutor o tutora de tu hijo, ya conocías algo de la situación. Pero si no es así, no te sientas mal por no haber sabido detectar la situación.

Hablad sobre cómo quiere enfocar el curso y qué necesita

También puede ayudaros, como padres, hablar con vuestro hijo sobre cómo quiere enfocar este nuevo curso. ¿Quiere seguir estudiando? ¿Está motivado? ¿Quiere ir al 100%? ¿Necesita refuerzo académico, soporte...? ¿Necesita ayuda para organizarse? Todas estas preguntas las podéis plantear para ir definiendo un plan de actuación.

Por otro lado, también es importante aquí remarcarle que necesitará una buena dosis de esfuerzo y compromiso para encarar este curso, pero que estaremos a su lado para apoyarle.

Hacedle saber que os seguís sintiendo orgullosos de él

Ahora más que nunca es importante reforzar la autoestima de vuestro hijo. Hacedle saber que, pese a haber repetido, seguís estando orgullosos de él.

Recordarle todas estas cosas que hace bien, y en las que se esfuerza y persevera, tanto dentro como fuera del ámbito académico, y que, aunque los estudios son importantes, hay muchas otras cosas en las que seguro que destaca y por las que puede sentirse satisfecho.

Enfocad el hecho de repetir como una oportunidad

Aunque a nadie le gusta repetir (ni a padres ni a hijos), y es normal que dé pereza hacerlo, o que uno se desmotive... puede ir bien enfocar esta situación como una oportunidad para:

  • Integrar mucho mejor los conceptos.
  • Ir más preparado para los próximos cursos.
  • Fortalecer conocimientos que ya tiene.
  • Tomarse las cosas de otra manera; replantearse los estudios de otra forma.
  • Buscar de nuevo la motivación y aprender a disfrutar también de los estudios.

Buscad ayuda profesional

En caso de que creáis que vuestro hijo la necesita, ya sea a nivel emocional o a nivel académico, es importante que podáis pedir una ayuda que se adapte a sus necesidades.

Eso sí, siempre consensuando antes con él este punto y consultando qué cree que le iría bien. Por otro lado, apoyaros mucho en la escuela o el instituto, con sus profesores y tutores. Hablad con quien consideréis y fortalecer este vínculo con los profesionales para trabajar todos en equipo.

Confiad en él

Finalmente, es importante que vuestro hijo sienta que confiáis en él. Demostrárselo y decírselo directamente. Que sepa que confiáis en sus fortalezas y en su capacidad para decidir qué quiere hacer ahora, cómo lo quiere enfocar...

Sobre todo, sabiendo que vais a estar a su lado, apoyándole siempre, y que sigue siendo el chico o la chica estupenda de siempre, que las notas académicas, aunque sí son importantes, no dicen en absoluto quién es vuestro hijo o qué futuro le espera.

Repetir no es sinónimo de fracasar. Los que repiten también siguen estudiando después, se sacan carreras y consiguen trabajos que les hacen felices; sólo necesitan empatía, acompañamiento y que alguien crea en ellos.

Fotos | Portada (Freepik)

Temas
Comentarios cerrados
Inicio