Hacer un regalo al hermano mayor de parte del bebé recién nacido, ¿es una buena idea?

Hacer un regalo al hermano mayor de parte del bebé recién nacido, ¿es una buena idea?
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Cuando un bebé llega a una familia en la que ya hay otro hijo, suele ser habitual que los padres tengan dudas acerca de cómo hacer la presentación para que el mayor acepte de buen grado al recién nacido. Como es lógico, el deseo de cualquier padre es que sus hijos se lleven bien y no surjan celos.

Quizá por este motivo, en los últimos años se ha puesto de moda hacer un regalo al hermano mayor de parte del bebé con el objetivo de que la relación comience con buen pie.

Hoy reflexiono sobre esta curiosa práctica y otros consejos que pueden facilitarnos el momento de la presentación.

¿Un regalo al hermano mayor de parte del bebé?

Como decía al inicio, cada vez es más frecuente que los padres recurran a la idea de hacer un regalo al hijo mayor para que acepte mejor al bebé, diciéndole además que ese regalo es de parte del hermanito. He llegado a escuchar explicaciones realmente asombrosas, como que el regalo estaba dentro de la tripita de la madre y el bebé lo ha traído consigo al nacer.

Personalmente, el gesto en sí de hacer un regalo me parece muy bonito y más tratándose de niños. ¡Al fin y al cabo, a todos nos encanta que nos regalen cosas y los peques no iban a ser menos!

Sin embargo, considero un tanto disparatado decirle al mayor que el regalo es de parte del bebé, que ha sido el bebé quien lo ha comprado o que estaba dentro de la tripita de la mamá.

Y es que por pequeños que sean, deberíamos hablar a nuestros hijos con naturalidad y sin engaños, y creo que una cosa es respetar su pensamiento mágico y otra atribuir a su hermanito o al vientre de su madre semejantes poderes.

Entonces, ¿cómo abordar el 'momento regalo' con el hermano mayor? Se me ocurren las siguientes ideas:

Regalo de vuelta a casa

Al igual que hacemos un regalo a alguien cuando vamos de visita a su casa, podemos hacer un regalo al hermano mayor cuando lleguemos por primera vez a casa con el bebé y así celebrar nuestra vuelta.

Aunque el mayor regalo para el niño será que sus padres regresen a casa y todo vuelva a su cauce, puede ser una buena idea hacer un regalo que todos podamos disfrutar juntos, como un juego de mesa o un cuento para leer en familia.

Regalo por el nuevo rol

Aunque creo que es importante no caer en los roles asociados al orden de nacimiento, es una realidad que cuando nace un bebé el primogénito pasa a convertirse en hermano mayor. ¡Y no se me ocurre mejor forma de estrenar este título que con un regalo de parte de mamá y papá!

Intercambio de regalos

Personalmente, el intercambio de regalos entre hermanos, con los padres como mediadores, me parece la idea más bonita ya que además estaremos involucrando al hermano mayor.

Por ejemplo, podemos proponer (que no obligar) a nuestro hijo que elabore una manualidad para el bebé (un dibujo, una guirnalda de papel para decorar la habitación del bebé, una carta...) o ir juntos a una tienda para que elija un regalito para su hermano.

De este modo estaremos favoreciendo la conexión y la empatía, haciéndole partícipe del proceso y de lo bonito que es regalar algo a las personas que queremos.

A cambio, los padres podemos comprarle al mayor un regalo y decirle que aunque lo hayamos elegido nosotros, nos gustaría que lo tomara como si viniera de parte del bebé, puesto que él/ella aún es pequeño para poder hacerlo.

Pero recuerda: una buena relación de hermanos no debería basarse en los regalos

hermanos

Como reflexionaba más arriba, 'a nadie le amarga un dulce', así que ¿por qué no hacer un regalo al hijo mayor cuando nace un bebé si es lo que queremos?

Sin embargo, creo importante no basar ese primer encuentro entre hermanos en algo material, ni pretender "comprar" con un regalo el afecto o la simpatía del primogénito hacia el recién nacido.

La llegada de un nuevo bebé supone una revolución para toda la familia, pero muy especialmente para el hijo mayor, quien de la noche a la mañana no solo pasa a ocupar una nueva posición en la estructura familiar, sino a cargar con un potente rol.

Por eso debemos hacer todo lo que está en nuestras manos para que esta transición sea positiva y respetuosa para el niño, permitiéndole sentir libremente, sin juicios, etiquetas y sin cuestionar su amor de hermano.

Dejemos nuestras expectativas a un lado y simplemente permitamos que fluya la conexión entre el mayor y el bebé al ritmo que necesiten, sin comprarla o forzarla.

El acompañamiento respetuoso, la validación de las emociones, la comunicación abierta y sobre todo, el tiempo, son nuestros mejores aliados para fomentar una relación entre hermanos positiva y amorosa.

Foto de portada | Freepik

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