Por qué es importante educar a los niños sin los roles y estereotipos asociados al orden de nacimiento y claves para lograrlo

Por qué es importante educar a los niños sin los roles y estereotipos asociados al orden de nacimiento y claves para lograrlo
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Mucho se ha escrito sobre cómo influye el orden de nacimiento en el comportamiento de los niños. Y es que desde que nacen, nuestros hijos van desarrollando su carácter en base a lo que les rodea, influenciados por el entorno y por la forma de dirigirnos a ellos.

De este modo, si los adultos tratamos y educamos al hijo mayor atendiendo al estereotipo que solemos tener en la cabeza con respecto al primogénito, el niño crecerá en base a ello. Pero, ¿por qué es dañino crecer asumiendo un rol impuesto por el simple hecho de haber nacido antes o después? ¿Cómo podemos criar a nuestros hijos sin las etiquetas asociadas al orden de nacimiento?

Las etiquetas asociadas al orden de nacimiento

La familia González tiene tres hijos. Arturo es el "juguete" de la familia; mimado, alegre y un niño que siempre logra salirse con la suya usando sus encantos. Pedro es responsable, autónomo y un ejemplo a seguir por sus hermanos. Y Lucas es el más rebelde de los tres, un tanto inconformista y un gran negociador.

Atendiendo a estas etiquetas, ¿sabrías decirme el orden de nacimiento de Arturo, Pedro y Lucas? Apuesto a que has pensado que Arturo es el pequeño, Lucas el mediado y Pedro el mayor.

Y es que, por lo general, cuando pensamos en las características del hijo mayor se nos vienen a la cabeza adjetivos como responsable, autónomo, trabajador, perfeccionista, con madera de líder y afán de superación.

Por su parte, solemos asociar a los pequeños características como consentidos, dependientes, graciosos y vivarachos, enérgicos, de fuerte personalidad, mimosos... Y en cuanto a los medianos, a menudo les colgamos la etiqueta de rebeldes, revolucionarios, mediadores, sociables o independientes de los padres.

Lógicamente esto no es una regla fija, y habrá adultos que no tengan interiorizados estos estereotipos y, por tanto, no críen en base a ellos. Pero en la mayoría de los casos tenemos tan asumidos los roles según el orden del nacimiento, que simplemente con escuchar los conceptos de "hermano mayor", "hermano mediano" o "hermanos pequeño" nuestra mente asocia de manera inmediata una serie de características a cada uno. Es decir, etiquetamos al niño y le tratamos, criamos y educamos en base a ello.

Consejos para criar sin etiquetas ni roles

Con lo expuesto en el apartado anterior he pretendido simplemente que hagamos un ejercicio de reflexión, pues no siempre somos conscientes de nuestros patrones mentales (heredados, muy probablemente, por la forma en la que a su vez hemos sido criados) y de cómo tratamos a los niños en base a ello.

Pero es fundamental que los padres seamos conscientes de la importancia que tiene criar sin estereotipos preconcebidos ni roles asociados al lugar que ocupan nuestros hijos en relación a sus hermanos.

Y es que las etiquetas en la infancia son profundamente dañinas para el niño, que crecerá y desarrollará su personalidad según lo que los demás esperamos de él. Además, crecer en base a un estereotipo según el lugar de nacimiento puede acabar afectando a la relación entre hermanos.

Por tanto, ¿qué podemos hacer para criar y educar sin etiquetas, estereotipos ni roles? Ahí van algunos consejos:

Identifica si tus hijos han asumido estos roles

etiquetas

Si has identificado estos roles en tus hijos en función del lugar que ocupan en la familia (si tienes más de tres hijos quizá detectes estas características en grupos de hermanos), puedes ayudarles de la siguiente forma:

  • Hijo mayor: enséñale a manejar la frustración cuando las cosas no salen como quiere y muéstrale que no ocurre nada por equivocarse. No pongamos sobre él la presión de tener que hacer todo perfecto o ser ejemplo para los demás.

  • Hijo mediano: dedícale tiempo en exclusiva para demostrarle lo importante que es en la familia. Enséñale a ser único y especial sin compararse con sus hermanos ni rivalizar con ellos.

  • Hijo pequeño: no seamos permisivos con él ni le demos todo hecho. Es fundamental establecer límites con respeto, mostrarle la importancia que tiene su contribución a nuestra familia y fomentar su autonomía.

Fuera etiquetas y estereotipos

Seguro que en algún momento se nos ha escapado con nuestros hijos frases como "tienes que cuidar a tus hermanos, que eres el mayor", "ya lo hago yo, que tú eres muy pequeño", "deberías tomar como ejemplo a tu hermano mayor".... Sin embargo, debemos ser conscientes de que este tipo de sentencias hace mella en la personalidad del niño, por lo que hay que evitarlas a toda costa y tampoco consentirlas en nuestro entorno.

Igualmente, a la hora de hablar de nuestros hijos conviene no referirnos a ellos como "hijo mayor", "hijo mediano" o "hijo pequeño", pues haciéndolo acabarán asumiendo que ese orden de nacimiento lleva aparejado un rol que deben adoptar por el mero hecho de haber nacido antes o después.

Cuidado con los favoritismos

hermanos

Aunque los padres afirmarnos que queremos y tratamos a nuestros hijos por igual, sin predilección por ninguno en especial, son varios los estudios científicos que aseguran que tenemos un hijo favorito. Quizá no seas consciente de ello, pero los niños tienen un radar especial para detectar los favoritismos dentro de la familia.

Por tanto, mucho cuidado con la forma de tratar a tus hijos, pues los favoritismos generan malestar y desconfianza entre los hermanos, potencian las rivalidades y hacen mella en su relación, tanto en la infancia como en la etapa adulta.

Cada hijo es único

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Al hilo de lo anterior, también es importante ser conscientes de que cada uno de nuestros hijos (tengamos dos, tres, cuatro o más) es diferente a los otros y, por tanto, tendrá unos requerimientos y unas necesidades únicas que debemos darle.

En este sentido, es recomendable dedicar un ratito en exclusiva a cada hijo haciéndole ver su importante papel en la familia por el simple hecho de ser quien es, sin atender a si es el mayor, el medianos o el último de siete hermanos. Tener su espacio y sentirse valorado por quién es y cómo es, es lo que importa.

Fomenta la cooperación

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Los niños necesitan saber que "pertenecen"; es decir, que pueden aportar cosas importantes a la familia y que los tenemos en cuenta. Por eso, fomentar su autonomía (con independencia del orden que ocupan en la familia) y su cooperación no solo es crucial para su desarrollo y su autoestima, sino para el buen clima familiar y las relaciones entre padres-hijos y hermanos.

Fotos | Pexels

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