Cuando la caca de tu bebé es motivo de alegría: la felicidad en la forma que menos te la esperabas

Cuando la caca de tu bebé es motivo de alegría: la felicidad en la forma que menos te la esperabas
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La maternidad trae consigo cuestiones que difícilmente llegas a imaginar cuando te empiezas a plantear el tener un bebé. Ya se sabe que dormiremos poco, que hablaremos mucho de nuestro retoño, que conoceremos al amor de nuestra vida, pero una de las cosas que nadie nos cuenta, es el aspecto escatológico de la experiencia: las cacas de nuestro bebé y las alegrías -y preocupaciones- que estas nos brindan.

La caca de bebé puede ser multicolor y multitextura

Caca

La gama de colores que puede llegar a tener la caca es uno de esos descubrimientos que haces en cuanto tienes al bebé. Lo mejor de todo es que empiezas "por la puerta grande" gracias al meconio, una sustancia viscosa y espesa de color oscuro, negro verdoso, que se forma en el tubo digestivo del bebé durante el embarazo.

Es el término  médico para referirse a las primeras heces del recién nacido, que habitualmente se van expulsando en varias deposiciones durante las primeras 48 horas de vida del bebé. Son inolvidables (especialmente cuando las ves por primera vez y no sabes qué es eso) y cualquier madre o padre lo puede confirmar.

Al establecer la lactancia materna o la alimentación con leche de fórmula, descubrirás que esas inocentes cacas de bebé pueden abarcar una gama cromática del color amarillo que ya quisieran poder plasmar en sus cuadros muchos pintores. No te sorprendas si de repente te ves contemplando la caca de tu bebé y pensando en que es un amarillo precioso. En serio, no exagero.

Cambia la alimentación: cambia la caca

Todo lo que entra tiene que salir y cuanto más se parezca la comida del bebé a la nuestra, más similitudes encontrarás en las deposiciones. De la "crema de curry" pasas a los grumitos graciosos, luego a unas cacas más o menos formadas hasta llegar a ese momento en el que ves que tu bebé ha hecho una caca igual a la de todo el mundo. Es ahí donde piensas que el tiempo se pasa muy rápido y crecen en un abrir y cerrar de ojos... ¡hasta la caca te lo recuerda!

Cuando la caca no aparece, o por el contrario, aparece de forma demasiado frecuente

Caca

Una de las grandes preocupaciones que tenemos los padres con respecto al funcionamiento de los intestinos de nuestros pequeños es cuando tienen estreñimiento. Es ahí donde vuelven a aparecer los cientos de trucos milenarios de abuelas, suegras, tías, vecinas (generalmente no pedidos), que te proponen darle al bebé mejunjes de todos los sabores y colores disponibles. Ojo, que con esto no hay que hacer experimentos y debes consultar siempre con el pediatra.

La situación contraria es que la caca se presente demasiadas veces al día, cuestión que es completamente normal durante los primeros días hasta que el sistema digestivo del bebé madura y aprende a tener los reflejos necesarios para hacer la deposición. Es un no parar (también lo recuerdo como si fuese ayer), y te asustas porque el ritmo con el que gastas pañales es trepidante. De verdad, no es momento de sacar la calculadora y empezar a sumar porque te puede dar algo.

La caca como tema de conversación

Y despuès de este"decálogo de colores y texturas" de la caca, es fácil darse cuenta por qué este pasa a ser uno de los temas más frecuentes de las charlas entre padres: es una herramienta fidedigna que nos dice a los padres cómo está nuestro bebé a nivel general... casi te conviertes en un "analizador profesional".

Después de la tormenta (de caca) o de la sequía (ídem), y al cabo de unos días, esta reaparece perfecta y rimbombante, como la estrella de cine más esperada para demostrarnos que la felicidad a veces se presenta en las formas que menos lo esperamos, efectivamente, incluso en forma de caca.

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