Cómo saber si mi hijo tiene Altas Capacidades: estas son las pruebas que lo detectan

Cómo saber si mi hijo tiene Altas Capacidades: estas son las pruebas que lo detectan
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La detección de las altas capacidades es fundamental para que estos niños tengan una adaptación adecuada y puedan aprender de la mejor forma posible, sin descuidar, por supuesto, los aspectos emocionales.

Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer, ya que actualmente hay muchísimos menos niños detectados de los que realmente son, y, según el Ministerio de Educación, la mayoría de los alumnos con altas capacidades no está matriculado para su nivel.

Conocemos las pruebas psicológicas que se realizan para evaluar las altas capacidades y ofrecemos la visión de Carmen Sanz Chacón, psicóloga sanitaria experta en altas capacidades y directora de la organización y centro sanitario El Mundo del Superdotado en Madrid, quien nos da su visión sobre los aspectos a tener en cuenta en la evaluación.

Prevalencia de las altas capacidades en España

Aproximadamente un 2% de la población mundial tiene altas capacidades; en España se calcula que hay entre un 3% y 5% de alumnos con altas capacidades, lo que indicaría que más de un 90% de ellos está sin identificar.

Sin embargo, según datos del curso 2020-21 del Ministerio, solo un 0,7% del alumnado con altas capacidades recibió atención educativa específica.

Por ello es tan importante, no solo una valoración exhaustiva para detectarlos, sino unas medidas adecuadas en la escuela y en casa para cubrir sus necesidades y fomentar sus potencialidades.

¿Quién realiza la evaluación de las altas capacidades?

La evaluación debe realizarla un equipo profesional especializado. Hablamos de psicólogos clínicos y/o sanitarios, pedagogos y psicopedagogos.

En los centros escolares públicos se ocupa el EAP (Equipo de Asesoramiento y Orientación Psicopedagógica), aunque la realidad es que hay tanta demanda de problemas psicológicos y de aprendizaje, que esto obliga a muchas familias a buscar la valoración en otro sitio.

Y este otro sitio son los centros privados, consultas o gabinetes psicopedagógicos/psicológicos, que se ocupan de administrar las pruebas correspondientes para llegar a una detección (o no) de altas capacidades.

¿Cómo se evalúan las altas capacidades y qué aspectos se tienen en cuenta?

Actualmente, en España la valoración de un alumno que presenta altas capacidades se establece en función del informe de las familias, del equipo de orientación del centro escolar y, finalmente, de unas pruebas de inteligencia que miden ámbitos como el razonamiento verbal, razonamiento lógico, memoria, creatividad, y razonamiento fluido, entre otros.

Estos aspectos presentes en las altas capacidades pueden resumirse a través del Modelo de los tres anillos de Renzulli (1978):

Una vez analizados los recursos se establece que un alumno tiene altas capacidades cuando se encuentra por encima del percentil 75 en todos los ámbitos de la inteligencia estudiados (sobredotación), o por encima del 80 en tres de ellas (talento complejo o múltiple), o por encima del 95 de percentil en un ámbito específico.

1. Entrevista al niño y a la familia

Para empezar, se realiza una primera entrevista a los padres y otra al niño, y se valora su historial en profundidad. Es lo que se conoce como anamnesis (recogida de datos del menor, de toda su historia de vida socioemocional, familiar y psicológica hasta la fecha).

Estas entrevistas sirven para recoger los datos del niño y valorar cómo va en el colegio (es importante aportar los informes del colegio, en caso de que existan); se pregunta a los padres sobre el motivo de consulta, por qué se ha decidido llevarlo al centro, de qué señales se han percatado, etc.

2. Cuestionarios para los padres

Se administran también una serie de cuestionarios a los padres del menor, para que respondan de la forma más exhaustiva posible. Estos cuestionarios incluyen sobre todo hitos del desarrollo y rasgos de la personalidad. Un ejemplo de cuestionario que se utiliza es el SENA:

Sistema de Evaluación de Niños y Adolescentes

El SENA es un instrumento dirigido a la detección de un amplio espectro de problemas emocionales y de conducta desde los tres hasta los dieciocho años:

  • Problemas interiorizados: depresión, ansiedad, ansiedad social, quejas somáticas, obsesión-compulsión y sintomatología postraumática.
  • Problemas exteriorizados: hiperactividad e impulsividad, problemas de atención, agresividad, conducta desafiante, problemas de control de la ira, conducta antisocial.
  • Problemas específicos: retraso en el desarrollo, problemas de la conducta alimentaria, problemas de aprendizaje, esquizotipia, consumo de sustancias…

3. Valoración de la inteligencia

Se realiza también una evaluación de su cociente intelectual (CI) a través de diferentes pruebas de inteligencia (según el caso, se utilizan unas u otras pruebas).

Algunas de las pruebas más utilizadas para valorar la inteligencia en niños son:

Escala de Inteligencia Wechsler para Niños (WISC)

Es una prueba psicométrica desarrollada por David Wechsler que valora cuatro áreas del desarrollo cognitivo:

  • Comprensión Verbal
  • Razonamiento Perceptivo
  • Memoria de Trabajo
  • Velocidad de Procesamiento
  • Y una quinta: el Cociente Intelectual Total (CIT)

A través de esta prueba se realizan una serie de preguntas y peticiones, agrupadas por áreas, tanto orales como manipulativas, que el niño debe ir resolviendo. Se aplica a niños de entre seis y dieciséis años y 11 meses.

RIAS. Escalas de inteligencia de Reynolds

El RIAS proporciona una completa y fiable evaluación de la inteligencia y la memoria de personas con edades entre tres y 94 años en apenas 40 minutos.

Se compone de seis subtests (dos de inteligencia verbal, dos de inteligencia no verbal y dos de memoria) y ofrece puntuaciones en Inteligencia general, Memoria general, Inteligencia verbal e Inteligencia no verbal.

Test de la figura humana: Goodenough

Es una técnica proyectiva que consiste en pedirle al niño que dibuje una figura humana. Se trata de un test de inteligencia infantil que evalúa la inteligencia general y la personalidad de los niños.

Así, se realiza por medio del análisis de la representación de la figura humana, y ayuda a diagnosticar a niños con alta sensibilidad u otros aspectos de su conducta.

Pruebas psicopedagógicas no estandarizadas

En algunas ocasiones se administran también pruebas psicopedagógicas no estandarizadas, para completar la recogida de datos.

  • Valoración de la inteligencia: el CI

Aquí es importante dejar constancia de este apunte. Según la OMS, una persona se considera superdotada con un CI igual o superior a 130. Sin embargo, cuando hablamos de altas capacidades, hacemos alusión a un concepto mucho más amplio que a la superdotación (que solo hace alusión a la inteligencia).

Esto explicaría que, una persona con un CI menor a 130, junto a otras características (como la precocidad intelectual, el talento, la creatividad...), pueda ser identificada con altas capacidades.

De hecho, los expertos valoran esta medida (el CI) como un indicador más, dando lugar a una evaluación multi-dimensional (no sólo psicométrica), que tiene en cuenta otros indicadores cuantitativos y cualitativos como las características mencionadas (creatividad, estilo de aprendizaje, desarrollo evolutivo del niño...).

4. Valoración de funciones cognitivas (funciones neuropsicológicas)

Por otro lado, también se valoran funciones cognitivas específicas, sobre todo en caso de que el niño muestre dificultades en alguna de ellas.

Así, la evaluación neuropsicológica también es un aspecto fundamental en la valoración de las altas capacidades.

Test Nesplora - AULA

Es un test de evaluación basado en realidad virtual que mide los procesos atencionales, la impulsividad y la actividad motora, y que sirve de apoyo en el diagnóstico infantil de seis a 16 años.

ENFEN- Evaluación neuropsicológica de las funciones ejecutivas en niños

El ENFEN es una batería que evalúa el nivel de madurez y el rendimiento cognitivo en actividades relacionadas con las funciones ejecutivas (atención, planificación, organización...) en niños de seis a 12 años.

Está compuesta por cuatro pruebas (Fluidez verbal, Construcción de senderos, Construcción con anillas y Resistencia a la interferencia) que miden diferentes componentes de las funciones ejecutivas.

5. Valoración de la creatividad

Sabemos que la creatividad también forma parte de las altas capacidades. Para valorar este aspecto hay diferentes pruebas interesantes:

Test de Inteligencia Creativa C.R.E.A.

El objetivo de este test es ofrecer una medida unitaria sobre un constructo complejo como es la creatividad.

La prueba utiliza como procedimiento para la medida de la creatividad la capacidad del niño para elaborar preguntas a partir de un material gráfico suministrado. Es una prueba válida, breve y objetiva, que se aplica en niños desde los seis años hasta los adultos.

TCI. Test de Creatividad Infantil

Otro test para evaluar la creatividad es el TCI. Esta prueba evalúa el pensamiento creativo mediante una tarea de dibujo. Es aplicable a niños de entre seis y doce años, y se tarda aproximadamente 45 minutos en administrarla.

6. Valoración de la personalidad

Para evaluar la personalidad también disponemos de diferentes opciones. Algunas de ellas son el ESPQ y el TAMAI:

ESPQ: Cuestionario de personalidad para niños de R.W. Coan y R. B. Cattell

La personalidad también se evalúa en las altas capacidades. El ESPQ es un cuestionario de 160 preguntas que permite puntuaciones en 13 dimensiones de la personalidad, incluyendo el aspecto intelectual. El test es aplicable en niños de seis a ocho años (de 1º a 3º de Primaria).

Algunas de las dimensiones evaluadas son: Reservado/Abierto, Inteligencia baja/alta, Afectado emocionalmente/estable, Calmoso/Excitable, Sumiso/Dominante, Sobrio/Entusiasta, Despreocupado/Consciente, Cohibido/Emprendedor, Sensibilidad dura/blanda, Seguro/Dubitativo, Sencillo/Astuto, Sereno/Aprensivo y Relajado/Tenso.

TAMAI. Test Autoevaluativo Multifactorial de Adaptación Infantil

El TAMAI se administra a partir de los ocho años. Está destinado a la apreciación del grado de adaptación del niño (a nivel escolar, social, familiar...); incluye también la evaluación de las actitudes educadoras de los padres.

Además completa la información con escalas de personalidad sobre la timidez, la depresión, la introversión, la desconfianza social, la somatización, etc.

7. Valoración emocional

También se realiza una exhaustiva evaluación emocional del niño, que es la fase que lleva más tiempo, según Carmen Sanz. Dependiendo de cada niño, se utilizarán unas pruebas u otras.

Se valora si el niño está bien adaptado en el centro o no lo está, si se aburre, si tiene una conducta disruptiva, si es tímido y está aislado... y en función de ello, se administran las correspondientes pruebas.

Por ejemplo, sabemos que estos niños tienen hasta tres veces más probabilidades que el resto de niños de sufrir acoso escolar en el colegio, según una investigación liderada por el grupo de Ciberpsicología de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) en colaboración con la Universidad del País Vasco (UPV-EHU).

Carmen aclara que, en estos casos se deben administrar las pruebas específicas para valorar este aspecto. O si el niño presenta síntomas depresivos, se administran pruebas que evalúan la depresión (y así con toda la problemática emocional).

Por otro lado, no olvidemos que el 90% de los niños con altas capacidades tiene también alta sensibilidad emocional, según la Asociación Altas Capacidades y Talentos, algo que también debe tenerse en consideración de cara a la evaluación.

La evaluación de las altas capacidades incluye una entrevista con la familia y el niño, la valoración de la inteligencia, las funciones neuropsicológicas, la personalidad, los aspectos emocionales y la creatividad.

Y después de la evaluación, ¿qué?

Tras la evaluación, desde el centro, tal y cómo lo explica Carmen, se emite el informe y se ofrecen recomendaciones para la educación en casa y en el colegio. La familia entrega el informe a la escuela, que adopta las medidas necesarias (aunque no todas las escuelas actúan igual; aún falta mucho trabajo en este sentido).

Como hemos visto en los datos, la mayoría de los alumnos con altas capacidades no está matriculado para su nivel. En función de las capacidades y necesidades concretas, el niño podría requerir desde un enriquecimiento educativo hasta una aceleración.

Pero para ello es imprescindible que tanto la familia como los profesionales en contacto con el niño valoren no solo los criterios académicos, sino también aspectos socioafectivos que garanticen el mejor ajuste posible del niño dentro del grupo de referencia.

Por otro lado, también hemos de tener en cuenta que estos niños muchas veces sufren problemáticas añadidas o derivadas de las propias altas capacidades (o más bien, de su no reconocimiento o de su abordaje inadecuado).

Por ello es muy importante que puedan realizar terapia psicológica (que también incluye el trabajo con las familias) en caso de necesitarla. En centros como El Mundo del Superdotado ofrecen este servicio, tanto con niños como con adultos, pero en cada Comunidad Autónoma puedes asesorarte para conocer qué centros disponen de este servicio especializado.

Foto | Portada (Freepik)

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