Niños y uso de pantallas electrónicas: consejos para cuidar su salud visual

Niños y uso de pantallas electrónicas: consejos para cuidar su salud visual
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Los expertos llevan tiempo alertando de que el uso prolongado de smartphones y tablets está dañando nuestra salud visual, especialmente la de los más pequeños. No en vano, recientes investigaciones hablan de un 20 por ciento de niños miopes antes de haber cumplido los siete años, debido al tiempo que pasan delante de las pantallas.

Por este, y por otros muchos motivos, los padres deberíamos limitar al máximo el uso de este tipo de dispositivos en la infancia, además de tener en cuenta una serie de medidas para que las pantallas no afecten negativamente a la salud de sus ojos.

Filtros de pantalla

Un reciente estudio llevado a cabo por la Universidad Complutense de Madrid asegura que las pantallas de los dispositivos electrónicos emiten hasta cinco veces más luz de onda corta altamente nociva para los ojos. De hecho, señalan que una exposición prolongada a las pantallas LED podría dañar la retina de manera irreversible.

Los niños y adolescentes son la población más vulnerable, pues su cristalino está todavía en desarrollo y no filtra la luz de manera eficiente. Por ello, es frecuente que tras un tiempo delante de las pantallas experimenten picor de ojos o fatiga visual. A la larga, esto podría acarrear una importante pérdida de visión.

Por eso, al igual que utilizamos gafas de sol homologadas para protegerles de los rayos solares, es fundamental utilizar un filtro o protector ocular en la pantalla, que no solo ayuda a reducir los síntomas de fatiga visual, sino a prevenir los riesgos de muerte celular de la retina.

Ajustes de luz y brillo

uso de pantallas

Pero además del uso de filtros homologados es importante ajustar el brillo de las pantallas al momento del día en el que nos encontremos. De este modo, por la noche debemos reducir el brillo al máximo, ya que la luz azul que emiten las pantallas causa degeneración macular, un trastorno ocular irreversible que destruye lentamente la visión central y aguda.

Conviene recordar, además, que el uso de pantallas durante la noche constituye uno de los principales enemigos del sueño infantil, afectando a los ritmos circadianos, y a la cantidad y calidad de horas de descanso, pudiendo provocar importantes trastornos del sueño.

Mantener la distancia y descansar la vista

Los expertos también aconsejan que para evitar que el ojo se acomode y comience a sufrir fatiga, el niño debe situar la pantalla a una distancia superior a los 35 cm, así como aumentar el tamaño de la letra y los iconos, y descansar la vista cada 20 minutos de uso.

Además, recordemos que la Asociación Americana de Pediatría no recomienda su uso en menores de 18 meses, y hasta los cinco años se debería limitar a una hora al día.

Aunque la introducción en la vida diaria de estos aparatos es inevitable y trae muchas ventajas, también conlleva inconvenientes si no se usan corrextamente, por lo que es fundamental seguir los consejos de los expertos y controlar el tiempo de uso.

Fotos | iStock

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