Parejas inmaduras: estas son las cuatro señales de que tienes un hijonovio

Parejas inmaduras: estas son las cuatro señales de que tienes un hijonovio
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Hay parejas que, más que parecer una pareja, parecen madre e hijo (o padre e hija). Uno de los miembros desempeña el papel de progenitor y cuidador de su pareja, mientras que el otro, se deja querer y cuidar, sin asumir ciertas responsabilidades.

Son los llamados "hijonovios" o parejas inmaduras, que en ocasiones manifiestan rasgos del síndrome de Peter Pan (no quieren crecer). A menudo, la pareja del hijonovio piensa que la madurez de su pareja llegará con la boda, los hijos, un trabajo estable... y por el camino, se va frustrando cuando, en la mayoría de los casos, esto no sucede.

¿Qué hay detrás de este tipo de relaciones? ¿Cuál es su causa? ¿Qué características tiene el hijonovio y su pareja?

Señales de hijonovios o parejas inmaduras

1. Recursos emocionales infantiles

Expresa rabietas, protestas de tipo pasivo agresivo, o incluso, utiliza el chantaje emocional para conseguir lo que quiere. Como en el síndrome de Peter Pan, son "niños eternos" que no quieren crecer, y que, como tal, no disponen de estrategias de afrontamiento maduras que les permitan enfrentar sus conflictos o problemas de forma saludable.

2. No avanza

Es incapaz de avanzar etapas, de comprometerse y de implicarse con los cambios (por ejemplo, ir a vivir juntos, formar una familia...). Lógicamente, este punto no es suficiente para definir a una pareja como inmadura o hijonovio, porque hay personas que simplemente, no quieren hijos, por ejemplo. Sin embargo, sí es una señal que, unida a otros síntomas, podría describir a este tipo de parejas.

3. Evita los conflictos

Los hijonovios tienden a evitar los conflictos; no los afrontan, debido a un bajo sentido de la responsabilidad. Pueden mostrarse pasivos, "todo les parece bien". Carecen de iniciativa y pueden practicar el boicot pasivo-agresivo (ejemplo: "no me importa que quedes con tus amigas, pero piensa que es el único día que teníamos para nosotros" [mala cara]).

4. Inconstancia y dificultad para comprometerse

La pareja inmadura también es inconstante en prácticamente todos los ámbitos de su vida (en el trabajo, en el cuidado de los hijos, etc.). Y, como decíamos, no se compromete con los cambios. En la relación de pareja, siempre da la sensación de que no está completamente comprometido en la relación.

¿Cómo es la pareja del hijonovio?

Al lado de un hijonovio siempre hay una persona "cuidadora" que, a diferencia del primero, tiene un gran sentido de la responsabilidad (aunque, como veremos, no se limita a ser solo "más madura", ya que también tiene carencias que necesita cubrir asumiendo el rol de cuidador).

Así, asume el deber de hacer funcionar a la pareja y sacrificarse por ella; es la persona que "tira de la relación". Efectúa de forma indistinta roles de psicólogo, cuidador y progenitor con su pareja. En el fondo cree que su pareja cambiará si él o ella le "educan", aunque esto no sucede casi nunca.

Por otro lado, suelen tener una baja autoestima y unas carencias emocionales que tratan de llenar luchando por la relación y por cuidar al otro (aunque ellos mismos no se cuidan). De esta forma, aunque ellos siempre dan ayuda, les cuesta pedirla si son ellos los que la necesitan.

Hijonovios o parejas inmaduras: cómo podemos actuar

Si eres tú el que tiene el hijonovio, empieza por identificar el rol que estáis desarrollando en esta relación. Asume que no eres el padre o la madre de tu pareja, porque de no hacerlo, tendrás una visión de tu compañero de vida que es desequilibrada, como si se tratara de un niño al que hay que educar.

Ten en cuenta que las relaciones en las que se fomenta la desigualdad, son relaciones infantiles, que explotarán cuando el hijonovio "llegue a la pubertad".

¿Y si soy yo el hijonovio?

Y, por contra, si eres tú el hijonovio, empieza a plantearte qué buscas en una relación, qué rol ocupas también. Antes de iniciar una relación de este tipo, descubre qué necesitas, y recuerda que, ante una relación donde eres "el cuidado", te estarás negando a vivir el amor adulto.

Y a raíz de esto, te estancarás en una relación dependiente con alguien que te cubre las necesidades afectivas, mientras esperas que llegue un amor que te permita independizarte de verdad.

Responsabilízate tú de tu vida afectiva, de tus carencias, de tus responsabilidades; no esperes que lo haga otro, y empieza a vivir un amor equilibrado.

Causas de este tipo de relaciones

Pero, ¿por qué tenemos hijonovios? A veces entramos en etapas de nuestra vida en las que, nos apetecen relaciones con pocas complicaciones, tal vez después de haber sufrido mucho. Y en este momento nos encaja una personalidad más infantil, una persona con quien pasarlo bien un tiempo.

Esto es algo temporal. Pero otras veces, en cambio, debido a nuestra forma de vincularlos, y a tener un apego inseguro, por ejemplo, ya solemos vincularnos siempre con nuestras parejas desde este rol de cuidador. Tal vez tratando de llenar unas carencias emocionales que suelen tener su origen en la niñez.

Relaciones desequilibradas y la necesidad de abandonar estos roles

En definitiva, al tener un hijonovio hablamos de relaciones descompensadas entre los roles, donde uno efectúa el papel de protector (es el que tira de la relación), mientras que el otro es capaz de tolerar cualquier trato o imposición de su pareja con tal de no perder su suministro de cariño paternal o maternal.

En realidad, ninguno de los dos disfruta de la relación o del amor. Y para "salvar" una relación que ha adquirido esta dinámica, es necesario que ambos miembros abandonen sus roles y se atrevan a convivir en igualdad. Pero para eso, por supuesto, hace falta valor para mirar de frente a nuestra relación, nuestros traumas y carencias, y mucho trabajo personal.

Foto | Portada (Freepik)

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