Los eternos niños: el síndrome de Peter Pan en los adultos y cómo afecta a las relaciones de pareja

Los eternos niños: el síndrome de Peter Pan en los adultos y cómo afecta a las relaciones de pareja
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Adultos que tienen miedo a crecer. Que se refugian en la protección materna, en el carpe diem y en la niñez eterna. Así son las personas con el síndrome de Peter Pan, un conjunto de rasgos descritos sobre todo en hombres (aunque también hay mujeres).

Los Peter Pan representan a aquellas personas que se han estancado en la niñez para no tener que afrontar las responsabilidades de la vida adulta, y que dependen de los demás para hacer frente a las complejidades del día a día.

Este estancamiento también se produce emocionalmente, lo que les lleva a demorar la madurez para vivir en una constante burbuja. Te contamos qué más hay detrás de este síndrome y cómo son los Peter Pan en las relaciones de pareja.

El síndrome de Peter Pan en los adultos: ¿qué es?

El síndrome de Peter Pan (o complejo de Peter Pan) se define como un conjunto de rasgos de personalidad donde predomina una gran inmadurez emocional. Los adultos con este síndrome presentan comportamientos y reacciones de niños o adolescentes; es decir, son incapaces de responsabilizarse de sus actos y de "vivir una vida adulta".

A grandes rasgos, y según un artículo de Rossi y colaboradores (2011), este síndrome se manifiesta como "un estado de ansiedad e inseguridad permanente ligado a la negativa de independizarse del entorno maternal".

De esta forma, se produce un desfase patológico entre su edad cronológica y su edad psicológica o emocional. Sin embargo, no es un término científico de la psicología y por tanto no tiene criterios diagnósticos (no es un diagnóstico oficial), sino que es un perfil derivado de la experiencia clínica de los psicólogos.

  • Origen del término

El síndrome fue descrito por el psicólogo Dan Kiley en 1983, al observar que algunos de sus pacientes se negaban a aceptar las responsabilidades de la edad adulta.

Eran personas que se encontraban estancadas en la niñez o la adolescencia, y que no llegaban a madurar. Además, se desentendían de las exigencias del mundo real y eran incapaces de conseguir estabilidad en su vida.

El nombre se ha inspirado en el personaje central de la novela que escribió J.M. Barrie en 1904, y que es también una obra teatral ("Peter Pan y Wendy").

  • Rasgos narcisistas y manipuladores

Kiley descubrió que estos pacientes a menudo mostraban rasgos narcisistas, manipuladores, arrogantes y cautivadores. Sin embargo, esto solo era una fachada, porque tras ello había un gran miedo al fracaso personal, baja autoestima y grandes dosis de inseguridad personal.

Causas del síndrome de Peter Pan

Las causas del síndrome de Peter Pan son varias, pero la infancia tiene un gran papel aquí. A menudo son personas que han sido sobreprotegidas toda la vida por sus padres, que lo han tenido todo hecho y que no se les ha permitido crecer.

Aunque no siempre es esto; a veces lo que ocurre es que, por X motivos más relacionados con la historia personal y familiar de cada uno, ese chico o esa chica se quedó estancada en ese rol infantil, quizás para sobrevivir a su realidad disfuncional, porque esta estrategia le funcionó por los motivos que fueran (por ejemplo, porque necesitaba que le hicieran caso).

¿Cómo afecta a las relaciones de pareja?

Como es lógico, manifestar el Síndrome de Peter Pan tiene una serie de consecuencias en las relaciones de pareja.

1. Evitan el compromiso

Peter Pan no quiere hacerse mayor. Y, como hacerse mayor implica asumir ciertos compromisos, el compromiso con la pareja le da pavor. Lo rehúye, lo niega, no lo quiere.

Y cuando hablamos de compromiso nos referimos por ejemplo al hacer de vivir juntos, de casarse, de diseñar un plan de futuro juntos... Así, al tener esta gran dificultad para asumir responsabilidades, madurar y tomar decisiones trascendentes, la persona con síndrome de Peter Pan evita todo esto.

2. Marcado egoísmo

También pueden manifestar egoísmo, y esto deriva de su necesidad de sentirse siempre libres, sin compromisos, como niños. Por ello invierten gran parte de su tiempo en ellos mismos, y les cuesta salir de ahí, pensar en el otro, invertir tiempo en el otro o, más concretamente, en la pareja (algo que, por cierto, es imprescindible para que una relación sana se construya).

3. Rabietas infantiles

Los Peter Pan, al tener reacciones y comportamientos similares a los de los niños, suelen manifestar poca tolerancia a la frustración. Así, tienen dificultades para tolerar la incertidumbre o para sostener aquellas cosas que les incomodan, y a raíz de ello, cuando algo no sale como ellos esperaban, tienen esta rabieta infantil.

El origen de estas rabietas también se encuentra en su inmadurez emocional, que hace que no tengan estrategias adecuadas de autorregulación emocional.

4. Vida inestable

Las personas con el síndrome de Peter Pan dedican toda su energía a desarrollar actividades lúdicas, a pasárselo bien. Esto a largo plazo conlleva dificultades (e incompatibilidades) para construir una vida con alguien, una vida estable, un futuro, porque están más pendientes del carpe diem que de otra cosa.

Además, construir una vida con alguien, en pareja, implica tiempo, esfuerzo y dedicación, algo que las personas con síndrome de Peter Pan rehúyen.

5. No quieren planes a largo plazo

Les cuesta mucho hacer planes a largo plazo, por ese vivir constante en el "carpe diem", y esto lo volvemos a vincular con las relaciones de pareja y el compromiso.

Esto hace que muchas veces sean infieles, porque, por un lado, quieren la "seguridad" de la pareja (el no estar solos), pero, por el otro, quieren experimentar, conocer a otras personas y divertirse sin preocupación o compromiso.

6. Angustia ante las responsabilidades

Se angustian ante las responsabilidades y las obligaciones, porque esto implica salir de su caparazón y de la protección de los padres. Muchas veces, y para no tener que afrontar todo esto, evitan los conflictos y discutir.

Por eso, si tienes una pareja Peter Pan, y por ejemplo le propones ir a vivir juntos, se agobiará o pondrá mil pegas. Lo pasan realmente mal cuando deben enfrentarse a la vida real y a lo que implica crecer emocionalmente y como persona.

Las parejas de Peter Pan: las Wendy

A menudo los Peter Pan acaban juntándose con parejas con síndrome de Wendy (que suelen ser mujeres). Las Wendy son mujeres que muestran una excesiva preocupación por los demás, que evitan que sus seres queridos se molesten y que son capaces de hacer grandes sacrificios para mantener la armonía de su entorno.

Muestran una necesidad absoluta de satisfacer al otro (que es lo más importante), especialmente a la pareja y a los hijos, quedando ellas a un segundo (o último) plano.

Así, asumen las responsabilidades y tareas de su Peter Pan, "lo hacen todo por ellos" y por eso, estos perfiles de Peter Pan y Wendy "encajan" y se retroalimentan.

Foto | Portada (Freepik)

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