Las vacaciones en familia suelen empezar como una película ideal: risas, juegos, helados… hasta que alguien suelta, sin pensar, un comentario sobre cómo crías a tus hijos. Y, sí, incluso cuando está lleno de cariño (eso no lo justifica), a veces duele, incomoda y complica todo tu plan de tranquilidad.
La psicóloga familiar Angélica Joya, a quien entrevistamos en su día, propone en su instagram respuestas claras pero cuidadosas: son frases pensadas para poner límites sin romper la armonía.
Ella las llama “Frases que cuidan la relación sin ceder lo importante”, para esos momentos familiares en los que toca actuar con inteligencia emocional, y así lo cuenta:
Frases diplomáticas “nivel ninja” para responder con tacto
Estas son las expresiones que Angélica usa cuando la suegra, los abuelos o algún familiar se entromete demasiado, a través de ejemplos:
- Si tu padre le deja el móvil a tu hija aunque ya le habías dicho que era hora de apagar: “Gracias por tu generosidad papá, pero el tiempo que pactamos ya se ha acabado. Nico lo sabe, solo que le está costando apagarlo.”
- Si tu madre intenta calmar a tu hijo mientras tú estás gestionando una rabieta: “Mamá… sé que lo haces porque te importa y te lo agradezco… solo que ahora necesito manejarlo yo sola, gracias por entenderlo.”
- Cuando varios adultos intervienen a la vez mientras tu hija está frustrada: “Ahora familia… prefiero intervenir solo yo, para que ella pueda concentrarse en lo que le estoy diciendo… gracias por querer ayudar.”
- Tu suegro opina que deberías castigar a tu hijo por no saludar “como se debe”: “Gracias por tu opinión. Prefiero que lo hablemos tú y yo después, con calma a solas”.
- Si alguien te interrumpe o comenta en medio de un conflicto con tu hija: “Ahora necesito un momento a solas con Daniela. Enseguida volvemos.”
Estas frases son como un escudo diplomático: válidas, firmes y amorosas al mismo tiempo. Protegen lo importante —tu crianza, tus decisiones— y al mismo tiempo resguardan la armonía familiar.
¿Por qué funcionan?
- Reconocen con respeto: Comienzan con un agradecimiento o expresión de cariño que suaviza el mensaje.
- Ponen límites con claridad: No hay gritos ni acusaciones, solo recordatorios firmes: “prefiero que lo hablemos después”, “ahora necesito manejarlo yo sola”.
- Preservan la crianza compartida: Al actuar con calma y comunicación, muestras que estás al mando, no en imposición, y respetas a quien interviene.
Cuidar la comunicación sin romper la armonía
Imagina que estás en la casa del pueblo y tu madre insiste en darle dulces a los niños aunque ya comieron. La tensión crece, pero tú mantienes la serenidad y respondes:
“Gracias por querer consentirlos, pero ya sabéis nuestra rutina con los dulces; mejor esperamos un poco”.
De esta forma cuidas tu estilo educativo sin romper el ambiente familiar. Así que, este verano, si haces vacaciones en familia -o para otros momentos-, guarda estas frases en tu arsenal emocional.
Son perfectas para mantener la paz sin ceder tus decisiones como madre o padre. Porque poner límites no significa pelearse, sino hacerlo con cariño y con seguridad.
Foto | Portada (Freepik + Angélica Joya)
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