Si estás buscando quedar embarazada, conocer tus días fertiles, es decir, aquellos días en los que tienes mayores probabilidades de concebir, es clave para lograrlo.
Existen diversos métodos que pueden ayudarnos a identificarlos y saber cuándo es el momento idóneo para buscar el embarazo, entre los que se encuentra la temperatura basal.
Te contamos en qué consiste y cómo utilizarla adecuadamente para que sepas cuáles son tus días fértiles.
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Qué es la temperatura basal
La temperatura basal es la temperatura más baja que alcanza el cuerpo en reposo. Esta temperatura se mantiene baja al principio del ciclo y sube una vez que se ha producido la ovulación, ya que la progesterona, que es la hormona que domina la ovulación, eleva la temperatura.
Al tener un seguimiento de nuestra temperatura basal, podremos saber cuáles son los días en los que tenemos mayores probabilidades de quedar embarazadas.
Debido que los cambios de temperatura basal que sufrimos a lo largo del ciclo son de apenas unas décimas, es necesario que usemos un termómetro basal, pues éstos están especialmente diseñados para tomar la temperatura de nuestro cuerpo en reposo.
Es importante señalar que seguir este método requiere constancia y seguir ciertas pautas para hacerlo de manera precisa y que nos ayude a llevar el control correcto de nuestros ciclos.
Por ejemplo, se debe intentar usar siempre el mismo termómetro, sin cambiarlo durante el ciclo (a menos que se rompa) ya que podrían existir diferencias entre uno y otro, y como hablamos de márgenes tan estrechos y precisos, no serviría la medición.
Cuándo debe tomarse la temperatura basal
Foto | Freepik
Para iniciar, y ya que tengamos nuestro termómetro basal, conviene empezar a tomarnos la temperatura desde el primer día de menstruación e ir anotando cada día la cifra que nos indique el termómetro.
Hay que tomarse la temperatura cada mañana recién despertada, sin movernos de la cama más que para alargar el brazo para coger el termómetro. De este modo se evitan las variaciones que podrían estar producidas por la actividad física y otros factores. Tomar la temperatura en otros momentos del día hacen que este método no sea fiable.
Pasos para tomarla correctamente
Estos son los pasos que debes seguir para tomar la temperatura basal de manera correcta:
Uno. Prepara el termómetro la noche anterior, colocándolo en la mesita de noche, a mano y listo para tomar la temperatura de inmediato a la mañana siguiente. Si tenemos que levantarnos, movernos y buscar el termómetro, la medición no será válida.
Dos. Toma la temperatura siempre en la misma parte del cuerpo, para que las condiciones similares y no alteren el resultado de la medición. Hay tres opciones de las que puedes elegir:
- La temperatura oral o bucal, colocando la punta del termómetro debajo de la lengua y con los labios cerrados.
- La temperatura rectal, insertando la punta del termómetro en el recto mientras se está recostada de un lado con las rodillas dobladas.
- La temperatura vaginal, escogiendo una postura cómoda e introduciendo la punta del termómetro en la vagina, permaneciendo siempre en la misma posición.
Tres. Debes tomar la temperatura durante cinco minutos por reloj. Durante la medición es mejor no hablar ni moverse, quedarse tranquila y relajada, sin actividad.
Cuatro. Pasados los cinco minutos, anota el resultado que te muestra el termómetro basal, pero también incluye cualquier circunstancia que podría alterar tu temperatura, como haber tenido o no relaciones sexuales, o alguna molestia u otra cosa que pueda afectarla como: estar enferma, haber trasnochado, tener dolor de cabeza, si te levantaste con estrés, si tuviste pesadillas, si fuiste al baño antes, si padeces alguna enfermedad, o si consumiste alcohol la noche anterior. Ojo: si tienes fiebre o estás enferma los datos de esos días no sirven, y hay que anotar este hecho.
Cómo puedes identificar los días fértiles
Es importante tomar nota de las oscilaciones en la temperatura durante varios meses para poder establecer un patrón más o menos regular. Eventualmente, y si hemos anotado correctamente nuestras temperaturas, observaremos claramente una fase pre-ovulatoria y otra post-ovulatoria:
Antes de la ovulación, la temperatura basal suele oscilar entre los 36,5ºC y los 36,7ºC. Como consecuencia de los cambios hormonales, ésta suele aumentar entre 0,3ºC y 0,5 ºC en los dos o tres días posteriores a la ovulación. El aumento se mantiene hasta el final del ciclo, cuando comienza el siguiente periodo menstrual.
Con la observación durante varios ciclos podremos conocer cómo funciona nuestro cuerpo y podremos predecir los días de ovulación para planificar el embarazo. Si queremos obtener una fecha aún más precisa de nuestros días fértiles, lo más seguro es combinar la temperatura con otros métodos, como observar el ciclo menstrual en el calendario y el flujo vaginal.
Foto de portada | Alex P en Pexels
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