Una educación permisiva favorece la agresividad, y puede llevar a los tribunales

Una educación permisiva favorece la agresividad, y puede llevar a los tribunales
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En Bebés y más hemos hablado en varias ocasiones de los peligros que puede conllevar una educación permisiva durante la infancia. Ahora damos cuenta de que ese hecho de educar sin límites ni valores puede llevar a los padres ante los tribunales.

La Audiencia de Sevilla ha determinado que educar mal a los hijos es delito si éstos causan un daño a otro. Los jueces consideran que la madre de un adolescente que propinó una paliza a un compañero es responsable de esos daños y deberá pagar la reconstrucción de la boca del agredido. La razón: no haber educado de manera adecuada a su hijo.

Podemos preguntarnos cuál es la manera adecuada de educar a un hijo, y probablemente cada padre daría una respuesta diferente. Pero lo que me parece claro es que, ante una barbaridad cometida por un menor, sí se puede buscar responsabilidades en los padres.

Además, no pocas familias son las que corren este riesgo potencial de acabar sentados en el banquillo. Según un estudio realizado por un equipo de sociólogos, el 42% de los padres forma parte de "familias nominales", es decir, núcleos familiares permisivos, donde lo que prima es que no haya conflictos y para ello no se establecen reglas ni límites.

Con esta sentencia se viene a decir, que cada cual eduque a sus hijos a su manera, pero allá cada uno con las consecuencias si se les deja hacer todo lo que les venga en gana, si no se les pone límites, si se desentiende de su educación y no se les transmite valores de convivencia. Entonces, las probabilidades de que los niños sean agresivos más adelante y hagan daño al prójimo podrían caer judicialmente sobre los responsables.

Según explica Javier Urra, el primer Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid y autor de "El pequeño tirano", los niños consentidos pueden convertirse en adolescentes agresivos, porque no están acostumbrados a que nadie les lleve la contraria.

Falta de tiempo, cansancio, remordimientos por no dar a los pequeños toda la atención que gustaría, familias desestructuradas, baja natalidad, sobreabundancia, consumismo... las causas son múltiples para que al final los pequeños no sepan que, aparte de sus derechos, también tienen deberes. La sensación es que la sociedad va cambiando en este sentido, aunque lentamente.

Me viene ahora a la cabeza una frase que "Supernanny" dijo a unos padres: "Si dejas que ahora te llame 'eh, tío' de ahí a 'tonto' u otros insultos, hay un paso".

Y también me vienen a la cabeza muchos padres con los que me he entrevistado como profesora de sus hijos. La permisividad y falta de reglas muchas veces es vista como algo natural, y siempre el culpable de conductas agresivas del menor es otro. Por supuesto, según su punto de vista, ni los padres ni el propio niño o niña. Muchas veces una reunión con los responsables explica de un plumazo muchas cosas que suceden en el aula.

Vía | La Vanguardia En Bebés y más | El carácter de un hijo En Bebés y más | Trastornos de personalidad en los niños como consecuencia de la permisividad y la sobreprotección En Bebés y más | Niños tiranos En Bebés y más | La rebeldía de los dos años En Bebés y más | Hijos violentos En Bebés y más | Los límites y la disciplina en la educación de los hijos En Bebés y más | Pega y es agresivo

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