Hoy en día, el estilo de vida actual, el estrés y ser padres a edades cada vez más tardías hacen que a las parejas nos quede cada vez menos años fértiles para concebir un hijo.
Eso genera que aquellos que se deciden a tener un bebé no estén dispuestos a perder demasiado tiempo en la búsqueda. Es ahí cuando el calendario empieza a ser el protagonista absoluto de la vida de la pareja convirtiendo el deseo de tener un hijo en una carrera contrarreloj para lograr un embarazo lo antes posible.
Estar pendientes exclusivamente de cuales son los días fértiles no es un buen método para concebir. Lo único que logramos es que el calendario, en vez de ser un aliado para lograr el embarazo, se transforma en un arma de doble filo. Según los médicos, eso genera mayor estrés perjudicando la vida en pareja, la vida sexual y por ende, las posibilidades de quedar embarazados.
El Dr. Agustín Moreno, coordinador del grupo de interés de Psicología de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) y psicólogo en la Clínica Tambre de reproducción en Madrid, lo explica así: “De esta manera, las parejas angustiadas que han planificado su paternidad concienzudamente se ven abocadas a un periodo regido por el calendario fértil, algo que también reduce las posibilidades de concebir un hijo por medios naturales”.
Al final, estar marcando en el calendario los días que hay que hacer el amor genera una obsesión que no es saludable para la pareja. Los médicos recomiendan que a la hora de buscar un bebé la vida sexual que se llevaba no sea alterada, intentando que sea lo más normal posible.
Por eso, a dejar de mirar tanto el calendario, a relajarse, a ser feliz y a disfrutar de la vida en pareja, que es el mejor método para conseguir el embarazo.
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