Indemnizan a una mujer que perdió a su bebé por no practicarle una cesárea de urgencia

Indemnizan a una mujer que perdió a su bebé por no practicarle una cesárea de urgencia
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Según señala una sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 22 de Barcelona, el Institut Catá de la Salut tiene que indemnizar con 134.444 € a una pareja que perdió a su hija por “una mala práctica profesional”.

E.S.G. tenía diagnosticado un embarazo calificado de alto riesgo. Hace tres años acudió al servicio de urgencias del Hospital Arnau de Vilanova (Lleida) porque detectó una subida de tensión y una disminución de los movimientos del feto. La hicieron pruebas y la enviaron a casa.

Por la mañana la embarazada acudió al centro para un control de Endocrinología y, a pesar de que certificaron que presentaba signos de preeclampsia, con tensión arterial por encima de 140 (como constaba en la hoja de asistencia del día anterior), se le dio el alta y “se la mandó a domicilio de forma precipitada y no ajustada a protocolos”, tal y como refleja la sentencia.

Al día siguiente, le hicieron una cardiotografía y vieron que el corazón del feto no latía. Dos horas después, la ginecóloga le practicó una ecografía y comprobó que el bebé seguía sin moverse. Entonces la derivó a urgencias.

Según la sentencia de la jueza, “la muerte del feto, de 37 semanas, podría haberse evitado con una cesárea de urgencia”. Por eso, da la razón a los denunciantes ya que se debería haber ingresado a la embarazada cuando se detectaron anomalías en su primera visita al hospital. La jueza afirma que de haber tomado en consideración los graves síntomas se podría haber salvado a la niña: “El feto estaba vivo y debió de actuarse para ponderar ese bienestar fetal”.

Un embarazo de alto riesgo

Los padres aseguran que “estamos satisfechos porque con esta condena se ha demostrado que teníamos razón y el hospital no actuó correctamente”. La mujer explica que “estuvimos recibiendo tratamientos de fertilidad durante mucho tiempo hasta que finalmente uno de los embriones fecundó. Aun así, el embarazo fue catalogado de alto riesgo porque tengo diabetes y antes había sufrido varios abortos”.

Añade que los especialistas la recomendaron que “acudiera a Urgencias cada vez que tuviera la tensión alta. Sin embargo, cuando llegué me enviaron a casa”.

“Nadie nos devolverá lo que hemos perdido pero lo que queremos es que ninguna otra pareja pase por una situación tan trágica como la nuestra”, lamenta.

Cesáreas, ¿sí o no?

El aumento del número de cesáreas en España ha provocado un intenso debate sobre dónde está el límite.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la tasa de cesáreas no supere el 10-15 % y se practiquen solo en casos necesarios según criterio médico. Sin embargo, según datos del Ministerio de Sanidad, en los últimos años la tasa de cesáreas en España ha aumentado hasta llegar al 25%.

Estas cifras convierten a nuestro país en uno de los que cuenta con mayor tasa de cesáreas de la Unión Europea, superado, entre otros, por Italia con un 35%. En América Latina, países como Brasil o República Dominicana llegan a multiplicar por seis, la tasa recomendada por la OMS.

Pero si bien es cierto que no hay que abusar de estas intervenciones por comodidad, no hay que olvidar que es necesaria en muchos casos y que puede salvar la vida del bebé y de la madre.

¿Cuándo se recomienda un parto por cesárea?

La cesárea es un parto intervenido, donde se realiza una incisión en la pared abdominal y el útero de la madre para extraer al bebé. Hay muchas razones por que un médico puede optar por un parto por cesárea.

  • Placenta previa. Cuando la placenta se encuentra bajo en el útero y parcialmente o completamente cubre el cérvix.

  • Desprendimiento prematuro de placenta. Si la placenta se separa de la pared uterina, algo que puede ocurrir en el tercer trimestre de gestación.

La madre va a experimentar sangrado en el lugar de la separación y dolor en el útero. Si interfiere gravemente en el suministro de oxígeno al bebé, se puede optar por una cesárea urgente.

  • La ruptura uterina. Solo afecta a uno de cada 1.500 nacimientos. Implica un desgarro del útero durante el embarazo o parto, lo que puede provocar una hemorragia materna e impedir que el oxígeno llegue bien al bebé. La cesárea entonces, es inmediata.

  • Presentación de nalgas. Cuando un bebé está está colocado de nalgas en el momento de parto, puede intentarse un parto vaginal. Sin embargo, si el bebé está en peligro o tiene prolapso de cordón (que es más común en bebés de nalgas), hay que optar por una cesárea.

  • Prolapso del cordón. No es habitual, pero cuando sucede se realiza una cesárea de emergencia. Ocurre cuando el cordón umbilical se desliza a través del cérvix y sobresale de la vagina antes de que nazca el bebé. Cuando el útero se contrae, causa la presión en el cordón umbilical, que disminuye el flujo de sangre al bebé.

  • Pérdida de bienestar fetal. Si la monitorización fetal detecta un problema con la cantidad de oxígeno que el bebé está recibiendo, se puede realizar una cesárea de emergencia.

  • Cuando el parto no progresa. Ocurre porque el cérvix no ha dilatado por completo, el parto ha desacelerado o se ha detenido, o el bebé no está en una posición de nacimiento óptimo.

Si la monitorización fetal detecta un problema con la cantidad de oxígeno que el bebé está recibiendo, se puede realizar una cesárea de emergencia.

  • Desproporción cefalopélvica (CPD). Si la cabeza del bebé es demasiado grande o la pelvis de la madre es demasiada pequeña para permitir que el bebé pase a través de ella.

  • Herpes genital. Cuando la mujer tiene un brote activo de herpes genital diagnosticado, es habitual programar una cesárea para evitar que el bebé quede expuesto al virus al pasar por el canal del parto.

  • Diabetes. Si la madre desarrolla diabetes gestacional o ya era diabética antes del embarazo, puede tener un bebé grande u otras complicaciones. Esto aumenta la probabilidad de dar a luz por cesárea.

  • Preeclampsia severa. Implica la presión arterial alta durante el embarazo, lo que puede provocar que la placenta reciba suficiente sangre y reducir el flujo de oxígeno al bebé.

  • Defectos de nacimiento. Si el bebé ha sido diagnosticado con un defecto de nacimiento, puede ser recomendable realizar una cesárea para reducir más complicaciones durante el parto.

  • Nacimientos múltiples. Los gemelos pueden nacer por parto vaginal dependiendo de su colocación, peso estimado y la edad gestacional. Si la madre va a tener tres o más bebés, la cesárea suele ser necesaria casi siempre.

Vía | Segre y American Pregnancy Association

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