¿Crees que tienes un hijo diferente a los demás y eso te da miedo? No te pierdas este excelente videoclip de HollySiz

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Mi profesora de filosofía siempre decía que "si un día alguien se pone un plátano en la cabeza, lo tacharán de loco, pero que si todos lo hacemos, no todos seremos unos locos, sino que será lo normal". Lo normal. Lo que hacen los demás. Lo que hacen todos. Lo que se lleva. Lo que los demás esperan que hagas. Lo que está de moda.

¿Quién determina qué es normal y qué no? ¿Quién determina qué debe estar de moda ahora, pero no dentro de unos años? Porque hace pocos años todos íbamos con pantalones de campana y ahora si te los pones pueden hasta reírse de ti, pero de aquí poco volverán a estar en liza y entonces sí seremos normales.

¿Qué pasa cuando tu hijo es diferente, cuando hace cosas que no hacen los demás? Pueden suceder dos cosas, que los padres permitan que sea diferente, a pesar de las miradas y burlas de los demás, o bien que no lo acepten y pretendan que pase por el aro de lo que se considera "ser uno más", a pesar de que eso pueda hacer infeliz a tu hijo. En el videoclip de la canción 'The Light', de HollySiz, están representadas ambas posturas y en solo 3 minutos y 52 segundos nos entrega un mensaje increíble, lleno de temas a tratar. ¿Crees que tienes un hijo diferente a los demás y eso te da miedo? No te pierdas el vídeo.

El peligro de no aceptar a tu hijo por ser diferente

Los niños llevan pantalón, las niñas vestido. Esto dice la teoría, ¿no? Bueno, lo dice la teoría de hace 50 años, porque ahora los niños llevan pantalón, pero las niñas a veces también. Y lo dice solo si hablamos de aquí, porque en Escocia los hay que van con falda, ¿no?

Esta es la reflexión que puede hacer un padre como el del videoclip, pero para llegar a ella es posible que haya pasado antes por el proceso de no entender la diferencia, de no entender que hay niños que no tienen la necesidad de ser uno más, o no tienen la necesidad de ser tan normal que corren el riesgo de acabar siendo invisibles, sino que solo quieren ser felices y hacer lo que sienten, aunque ello genere burlas.

Entonces aparecen los problemas: ¿hago lo que siento, a riesgo de que se rían de mí, o dejo de hacer lo que siento y lo que me hace feliz para poder ser admitido en el mundo de los "normales"? Lo primero puede ser muy duro, mucho, pero lo segundo puede ser devastador, porque entrar a formar parte del montón y ser admitido por "las personas normales", que resultan ser terriblemente irrespetuosas y que no aceptan la diferencia te hace, en cierto modo, ser uno de ellos. ¿Y se consideran normales siendo así? Porque no aceptar a los demás por como son no debería considerarse normal, ¿no?

Hace unos meses tuve la suerte de ver un discurso de Lana Wachowski (antes Larry Wachowski), conocida por dirigir junto a su hermano la trilogía de Matrix. Un discurso en el que habló de su condición, de su vida, del cambio, de cómo vivió su infancia y su juventud y puso énfasis en algo que sucede a los niños que se sienten diferentes y son tratados como tal: muchos crecen luchando por pertenecer a algún grupo y muchas veces se dan cuenta de que en realidad no tienen ningún grupo de iguales. Si se visten como lo que no son, como el niño del vídeo, no se sienten cómodos en el grupo de los niños, pero tampoco encuentran su lugar en el grupo de las chicas. Esto puede llevar al punto de sentirte un bicho raro, alguien que no está bien, una persona que jamás será aceptada por nadie, que jamás será amada y, como tal, puede hacer tome decisiones tan duras como la de intentar quitarse la vida.

¿Acabo de decir suicidio? Sí, así es. Mucha gente dice que no entiende cómo alguien puede suicidarse. Eso es porque no es capaz de ponerse en la piel de los demás. Para muchas personas el suicidio es una huida hacia la liberación. La única salida que les queda después de darse cuenta de que el mundo en el que viven no les acepta. Y ojo, no siempre es un "no me aceptan". A veces es, simplemente, un "creo que no me aceptan", porque muchos padres ni siquiera saben que sus hijos viven cada día una inmensa lucha interna que les atormenta y les hace sentir como si no merecieran existir.

¿Hay una salida? Probablemente sí. Para Lana la hubo, pese a que todo fue fruto de una casualidad, y por eso lo explica en el vídeo (podéis activar los subtítulos en castellano si no sabéis inglés). Solo hace falta comprender que no eres tú, diferente, quien tiene un problema, sino todos los demás, los que se consideran normales, los que no están bien. Ellos son los monstruos. Ellos son los que están "rotos" desde el interior.

El día que papá decide ser también diferente

Por eso los últimos segundos del vídeo valen un imperio. Un padre que no acepta a su hijo, que se avergüenza de él porque no sigue los convencionalismos marcados por la sociedad (que como digo son los que conocemos, pero según el lugar y el tiempo podrían ser otros), acaba dándose cuenta de que su felicidad depende de ello, de poder ser él mismo, de poder ser quien quiere ser y como quiere ser, y se lo demuestra con un acto cargado de mensaje y de fuerza: "qué me importa a mí lo que piensen los demás. Que nadie te diga nunca quién debes ser o cómo debes comportarte". Ese es el mensaje que le envía a su hijo y ese es el mensaje que todos los padres, de todos los niños, deberían enviar a sus hijos. No es el diferente el que tiene que luchar por superarlo, son los demás los que tienen que revisar sus valores.

¿Acaso no está el futuro en manos de los que son capaces de romper moldes y hacer cosas nunca vistas? Porque en el vídeo se habla de una diferencia en relación al género, pero las diferencias hoy en día abarcan mucho más: cómo eres, cómo hablas, cómo te comportas, cómo vistes, cómo sientes, cómo... ya está bien. Como dije hace unas semanas cuando hablé de Clara, la niña con síndrome de Down que fue modelo: empecemos a valorar más lo que nos hace diferentes y únicos.

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