Cuando el bebé rechaza el pecho (IV)

Cuando el bebé rechaza el pecho (IV)
Sin comentarios

En los temas precedentes hemos visto las razones por las que un bebé puede rechazar el pecho, tanto cuando es un recién nacido como más adelante, cuando la lactancia ya se había instaurado, ofreciendo unos primeros apuntes para encarar la situación positivamente. En este artículo daré una serie de pautas generales de cuidado del bebé y de la madre, que les van a ayudar a mantener el contacto emocional en la crisis y después de esta, logren o no mantener la lactancia.

En los siguientes artículos de la serie veremos aspectos más concretos y formas de recuperar la lactancia manteniendo mientras la producción.

Cercanía

Amamantar es un acto de amor, en el que no solo proporcionamos alimento, también fluyen la conexión y los sentimientos. El niño precisa mucho contacto físico amoroso en todas las circunstancias, pero si rechaza el pecho más todavía nos ayudará el dejarles sentirnos muy cercanas.

Usar un portabebés nos ayuda a tenerlo muy cerca, que nos oiga y huela, permitiendo además la lactancia a libre demanda, pudiendo el niño acceder al pecho cuando quiera directamente.

Estar piel con piel, al estilo del método Madre Canguro, es muy efectivo en las crisis de lactancia. Hay que relajarse, buscar una tenue penunbra y un ambiente silencioso y cálido. Desnudarnos nosotras y el bebé, sin pañal siquiera, y dejarlo sentir nuestro cuerpo como su hábitat natural. Es una experiencia muy relajante para ellos y muy dulce para las mamás, e, incluso si no remontaramos las crisis de lactancia, podemos seguir ofreciendo ese espacio de consuelo y conexión igualmente.

El colecho o sueño compartido es otro modo de ampliar el contacto físico y emocional con el bebé. Además, muchos bebés que mientras están despiertos rechazan el pecho, por la noche, dormidos o adormecidos, maman normalmente. Eso también permite aumentar o mantener la producción, ya que la lactancia nocturna es fundamental para que la cantidad de leche se mantenga adecuada.

Suele suceder que los bebés que no maman nerviosos por la causa que sea, durante el día, al llegar la noche y permitírseles dormir pegados al cuerpo de la mamá, se relajan y se reconcilian con el pecho mucho más facilmente.

El baño compartido es otra manera de conseguir una mayor conexión fisica y emocional. La bañera de adultos, a temperatura adecuada, nos recibirá a mamá y a bebé, siendo unos momentos muy gratificantes y relajantes. Igual que el canguro o el colecho sirven para aumentar las posibilidades de que el bebé recupere la lactancia sin rechazo, pero además, si la lactancia se abandonase, siguen teniendo enorme valor para mantener el contacto y sus beneficios amorosos.

Un mensaje para la madre

Si el bebé rechaza el pecho no debemos pensar que rechaza el amamantamiento natural, ni a su madre, el problema es el método de alimenación por alguna causa que vamos a poder seguramente solucionar. El problema no es la madre. Tranquilas sobre esto, seguras de que todas las mujeres pueden amamantar y tener suministro de leche exceptuando algunas causas médicas detectables, es el momento de buscar soluciones y de sentirnos serenas respecto a nuestra capacidad.

Vamos a ver en el tema siguiente maneras de ayudar al bebé que está rechanzado el pecho para que pueda mamar de nuevo y ser alimentado convenientemente, pero, sea cual sea la estrategia de alimentación que vayamos a adoptar, el bebé, recordémoslo, sigue necesitando a su madre más que nada en el mundo.

El bebé volverá a conectarse al amamantamiento, pero incluso si no lo lograramos, es posible que se reenganche posteriormente, pues hay muchos casos de relactaciones, incluso espontáneas, bastante tiempo después de que una crisis terminara la primera lactancia. Siempre dejemos esa posibilidad abierta y demos la oportunidad al pequeño a tener el pecho accesible para hacerlo.

Conclusión

Hay que tomarse, serenas, el tiempo necesario, protegiendo el suministro de leche para que esta siga pudiendo ser la alimentación del niño, por medios de mantenimiento de la producción que iremos analizando en sucesivos temas de esta serie.

Aunque el bebé rechace el pecho, aunque finalmente dejemos la lactancia, seguimos siendo madres maravillosas, lo que más ama nuestro pequeño hijo.

Resulta triste que muchas mujeres dejen la lactancia sin haberlo deseado, pues, o no tienen información y asistencia adecuadas para detectar la causa del problema o, incluso si averiguan la razón del rechazo, no logran desarrollar las pautas y estrategias precisas para remontar el amamantamiento.

Para una madre que ha dedicado mucho tiempo, esfuerzos e ilusión en su lactancia, resulta a veces desesperante no conseguir solucionar el problema. Los grupos de apoyo deben servir para darles sostén informativo y emocional, tanto si logran recuperar la lactancia como si llegan a abandonarla. Con esta serie de temas pretendo ofrecerles un primer recurso escrito al que acudir para ayudarles a encontrar soluciones posibles al rechazo del pecho, para darles las armas para superarlo.

Sin embargo, dejar la lactancia si nuestro bebé rechaza el pecho y no hemos logrado solucionar el problema no está reñido con darle todo el amor, contacto físico y cercanía emocional que necesitan tanto. Un biberón amorosamente dado, abrazos, besos, baños compartidos, colecho y miles y miles de abrazos van a nutrir lo más importante, su corazón.

En Bebés y más | Cuando el bebé rechaza el pecho (III), Cuando el bebé rechaza el pecho (I), Cuando el bebé rechaza el pecho (II)

Temas
Comentarios cerrados
Inicio