Siete frases poco amables que no se deberían decir a alguien que ha decidido adoptar

La adopción no siempre es fácil y suele ir acompañada de un fuerte proceso emocional, por lo que es importante ser respetuosos (y prudentes) hacia los adoptantes.

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Lucy Ortega

Actualmente, el tema de la adopción suele verse y hablarse con normalidad y alegría, pues son muchas las historias emotivas de personas que han alcanzado su sueño de tener una familia propia al adoptar un niño o un bebé.

Esta no es una decisión que se tome a la ligera, pero una vez que finalmente se toma este importante paso, es natural desear compartirlo con las personas que nos rodean. Sin embargo, aunque seguro la mayoría celebra con nosotros, hay algunas personas que todavía tienen ciertos prejuicios o ideas erróneas sobre la adopción.

Te compartimos siete frases que no deberías decirle a alguien que ha decidido adoptar.

1) ¿Por qué lo harás/has hecho?

Esta pregunta puede parecernos completamente normal, pero hay que poner las cosas en perspectiva: ¿preguntaríamos lo mismo a una pareja o persona que nos ha dicho que está embarazada o esperando un bebé? Seguramente no. Si somos cercanos a quienes adoptarán, probablemente ya conocemos el proceso que les ha llevado a tomar esta decisión. Y si no lo somos, realmente no es asunto nuestro.

2) ¿No probaste primero con FIV? (O cualquier otro tratamiento de fertilidad)

Este tipo de preguntas se deben evitar por dos principales motivos: son extremadamente personales y pueden abrir heridas emocionales. Hay que recordar que no todas las personas que adoptan lo hacen porque no pudieron concebir, y quienes sí lo intentaron pero no lo han logrado posiblemente pasaron por procesos largos, que ademas de ser privados, pueden ser muy dolorosos.

3) ¿No pudiste tener hijos propios?

En este caso la razón es la misma de la frase anterior, ya que es una pregunta que es invasiva y además toca un tema sensible. Por otro lado, decir "hijos propios" puede interpretarse como si no viéramos a los hijos adoptivos como hijos reales solo por no ser biológicos.

4) Qué valiente eres, yo no podría criar a un hijo que no es mío

Aunque puede sonar como un halago porque la valentía es vista generalmente como un rasgo positivo, decir esta frase a alguien que ha decidido adoptar insinúa que amar a alguien que no tiene tu sangre es una hazaña extraordinaria o algo que se sale de "lo normal", además de señalar o insinuar que al no ser un hijo biológico no es suyo (cuando sí que lo es).

5) Bueno, al menos no tendrás que pasar por el embarazo

Quizás, en su intención por decir algo positivo pese a no entender la razón o al ser alguien que no consideraría la adopción, algunas personas optan por decir cosas como ésta, que suene como un consuelo. Pero decir algo así minimiza todo el proceso emocional que conlleva la adopción, que no suele ser fácil y en muchas ocasiones es bastante estresante.

6) ¿Y si luego quiere buscar a sus padres de verdad?

Como lo hemos dicho al inicio, la decisión de adoptar un niño no es algo que se tome a la ligera: es un proceso que se debe meditar y analizar a profundidad. Decir cosas así no solo puede ocasi0nar inseguridad en quienes adoptarán, sino que además insinúa que no serán padres "de verdad". Aunque la identidad del bebé o niño puede incluir curiosidad y detalles sobre su origen y sus raíces, esto no invalida a su nueva familia, que a pesar de no compartir sangre, también es su familia de verdad.

7) ¿Y si te arrepientes después?

De nuevo, este tipo de preguntas se enfoca en el miedo y puede ocasionar inseguridad en quien nos ha comunicado que desea adoptar. Como comentábamos antes, hay que poner las cosas en perspectiva y analizar si haríamos la misma pregunta a una pareja que está está embarazada o esperando un bebé. (Pista: no lo haríamos).

Foto de portada | Kindel Media en Pexels

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