Es posible que en algún momento de nuestra vida todos nos encontremos ante una persona manipuladora. Por ello, y para no ser receptores de sus trucos y malos hábitos, es importante saber identificarlos.
Generalmente, detectar a alguien manipulador no es tan sencillo, pues habremos de prestar especial atención a cosas muy específicas, desde sus frases hasta su comportamiento, incluyendo a veces su lenguaje corporal.
En este último sentido, la ciencia recientemente ha identificado algo que nos puede ayudar a reconocer a una persona manipuladora en cuestión de segundos: su postura.
Así lo ha revelado una investigación reciente de la Universidad McGill en Montreal, Canadá, en la que se estudio la conexión entre las emociones y la personalidad con determinadas posturas y lenguaje corporal.
Para ello, se realizaron cinco estudios con un total de 608 participantes: en los cuatro primeros estudios, los participantes proporcionaron fotos de sí mismos, ya sea en una pose natural o en una pose que expresara dominio o sumisión, mientras que en el quinto estudio, acudieron al laboratorio para ser evaluados.
Ese quinto estudio confirmó lo que los cuatro primeros habían encontrado: las personas con una postura erguida y expansiva o abierta puntuaron más alto en rasgos como psicopatía, manipulatividad y competitividad, así como la creencia en la existencia de jerarquías sociales.
Dicho de otro modo, una postura abierta, erguida y expansiva podría ser un indicador de que estamos ante una persona manipuladora. Por otro lado, la investigación encontró que alguien que está dispuesto a ceder ante otra persona es más probable que se encorve y adopte una postura más cerrada.
Naturalmente, y aunque los investigadores señalan que en el análisis realizado esta postura revelaba a las personas manipuladoras, no debemos asumir automáticamente que alguien lo es, tal y como lo señala la psicóloga Susan Krauss Whitbourne para Psychology Today.
La clave, está en observar la frecuencia con la que toman o mantienen este tipo de postura: "Los participantes que obtuvieron puntuaciones más bajas en estos rasgos indeseables adoptaban una gama más amplia de posturas en lugar de intentar constantemente imponerse a los demás aparentando ser fuertes y resistentes", explica Whitbourne. "Una persona que parece querer usar su cuerpo para intimidarte (incluso si no lo logra del todo) probablemente sea alguien de quien convenga mantenerse alejado."
Desde luego, también hay que tomar en cuenta que ante ciertas circunstancias y casos especiales, como en los atletas, bailarines y gimnastas que suelen mantener una postura erguida, esto no es necesariamente señal de una persona manipuladora.
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