Falsas contraindicaciones para la lactancia materna

Falsas contraindicaciones para la lactancia materna
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La mayoría de mujeres que quieren dar pecho a sus hijos pueden hacerlo. Existen muy pocas razones médicas para no amamantar, pero lo que es más frecuente son las falsas contraindicaciones para la lactancia materna, algunas ideas erróneas acerca de lo que impediría la lactancia.

En estos casos, por desconocimiento o por miedo no fundamentado se puede llegar a suspender la lactancia materna de manera injustificada según ha demostrado la evidencia científica. Factores y situaciones que en realidad, contra la creencia en ocasiones generalizada, no contraindican la lactancia.

Desde enfermedades infrecuentes en nuestro entorno como la tuberculosis a afecciones mucho más comunes como la fiebre, existe un desconocimiento general y falsos mitos que contraindican la lactancia.

M.T. Hernández Aguilar y J. Aguayo Maldonado, del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría, en un interesante estudio sobre cómo promover y apoyar la lactancia materna en la práctica pediátrica exponen estas falsas contraindicaciones para la lactancia materna.

Falsas contraindicaciones para la lactancia materna

  • La infección materna por virus de la hepatitis B (VHB). Los hijos de madre con hepatitis B deben ser vacunados y recibir inmunoglobulina al nacimiento.
  • La infección materna por virus de la hepatitis C (VHC). No hay casos descritos de transmisión de VHC a través de la leche ni el amamantamiento aumenta la incidencia de transmisión vertical, a pesar de haberse aislado en leche materna, por lo que desde hace años el Center for Disease Control and Prevention (CDC) de Estados Unidos no contempla esta enfermedad como contraindicación para la lactancia, independientemente de la carga viral materna.
  • La infección materna por citomegalovirus (CMV). La madre portadora de anticuerpos frente a CMV (sin seroconversión reciente) puede amamantar sin riesgo a su lactante sano a término. No se ha demostrado que los prematuros con peso al nacimiento menor de 1.500 gramos, hijos de madre portadora de anticuerpos de CMV, tengan peor evolución si son amamantados y, en la mayoría de los casos, el contagio se produce en el momento del parto y no durante el amamantamiento. Además, se debe tener en cuenta que la madre posee anticuerpos frente al CMV, por lo que en general los beneficios de la lactancia superan a los riesgos. La congelación y la pasteurización de la leche materna disminuyen considerablemente el riesgo de transmisión.
  • La tuberculosis activa en la madre no contraindica la lactancia materna. Si la madre es bacilífera (elimina bacilos contagiosos en sus secreciones), se debe iniciar tratamiento antituberculoso inmediatamente y administrar al lactante profilaxis con isoniacida durante seis meses y bacilo de Calmette-Guérin (BCG) después de terminado el tratamiento.
  • La fiebre materna, salvo si la causa es una de las contraindicaciones verdaderas (en España, en casos de enfermedad materna por virus de la inmunodeficiencia humana (VIH, aunque en África subsahariana sea la mejor opción), así como por virus de la leucemia humana (HTLV) I y II, en madres dependientes de drogas de abuso, isótopos radiactivos mientras exista radiactividad en la leche materna o con algunos fármacos como los quimioterápicos o antimetabolitos hasta que estos se eliminan de la leche. La galactosemia clásica del lactante también contraindica la lactancia). Os recordamos en este punto las razones médicas para no amamantar.

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  • La enfermedad materna que precisa medicación compatible con la lactancia. Para la mayoría de los procesos existe tratamiento adecuado compatible con el amamantamiento. Si bien, en muchos casos la instauración de estos tratamientos queda fuera del ámbito de actuación del pediatra, este es consultado a menudo por la madre, la familia o por el médico que la trata; es conveniente estar informado y ser capaz de dar una respuesta adecuada consultando fuentes apropiadas, como la web e-lactancia.org (el vademécum no es una fuente apropiada).
  • El tabaquismo materno no es una contraindicación para la lactancia si bien deberá advertirse a la madre y al padre para que fumen siempre fuera de la casa y alejados del niño y animarles a buscar ayuda para abandonar el hábito. En cualquier caso, el lactante hijo de madre fumadora estará más protegido si su madre le da el pecho.
  • La ingesta de alcohol debe desaconsejarse a la madre lactante ya que se concentra en la leche materna, puede inhibir la lactancia y puede perjudicar el desarrollo cerebral del recién nacido, pero la toma ocasional de alguna bebida alcohólica de baja graduación (vino, cerveza) puede admitirse advirtiendo a la madre para que no amamante en las dos horas siguientes a la ingesta.
  • La mastitis no sólo no contraindica la lactancia, sino que el tratamiento más eficaz es el vaciado del pecho afectado por el lactante y se debe favorecer un mayor número de tomas de dicho pecho.
  • La ictericia neonatal no justifica la supresión de la lactancia, pudiendo ser tratada mientras esta se mantiene y si se desarrolla durante la primera semana, puede ser necesario aumentar el número de tomas al pecho. Si el neonato precisara fototerapia, se debe procurar el ingreso conjunto con la madre que permita un amamantamiento a demanda frecuente y la fototerapia doble para reducir la estancia hospitalaria y minimizar el riesgo de abandono.
  • La fenilcetonuria, una enfermedad metabólica congénita y hereditaria que está provocada por la carencia de una enzima que el organismo utiliza para poder transformar un aminoácido esencial, no contraindica la lactancia. Los lactantes fenilcetonúricos alimentados con leche materna complementada con fórmula pobre en fenilalanina en las cantidades que determinan los controles analíticos mantienen un mejor control de la enfermedad. La madre fenilcetonúrica también puede amamantar a su bebé, manteniendo un adecuado control dietético.

A estos puntos añadiría otros respecto a los que existen dudas, como si se puede dar el pecho cuando se está embarazada o resfriada, situaciones frecuentes pero desconocidas por muchas personas y que pueden llevar a que se interrumpa injustificadamente la lactancia.

Las madres, sus familias y el personal médico deberían conocer estas falsas contraindicaciones para la lactancia materna, de modo que se anime, se permita y se facilite a la mujer amamantar siempre que lo desee a su bebé, para ofrecerle el mejor alimento en sus primeros meses de vida.

Vía | El Servier
Foto | Christy Scherrer, Raphael Goetter en Flickr-CC
En Bebés y más | Razones médicas para no amamantar (I) y (II), Lactancia y medicamentos

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