¿Son seguros los juguetes?

¿Son seguros los juguetes?
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Os contábamos este verano la noticia de que se había presentado una propuesta legislativa para reforzar la seguridad de los juguetes, modificando la normativa vigente, que ya tiene 20 años. .

Hoy por hoy, está reforma se ha considerado necesaria después de contabilizar la retirada de 20.000.000 de juguetes procedentes de China que se retiraron porque la pintura contenía demasiado plomo. Ahora se pretende prohibir la pintura con plomo, substancias cancerígenas y que los alimentos contengan juguetes incluídos en su interior.

¿Es adecuada o suficiente la reforma?

La cuestión que me ha parecido preocupante es que Industrias Jugueteras Europeas, una organización que representa a empresas como Mattel, Hasbro o Hornby, dice que las reducciones o retiradas deberían ir respaldadas de pruebas científicas que demuestren que esos productos o substancias pueden causar daños, cuando, tratándose de químicos y niños creo que cualquier precaución es poca y que debería primar lo contrario, que las empresas demuestren que sus productos no contienen nada perjudicial.

Lo cierto es que si pensamos las cosas que hoy sabemos que producen cáncer y que alegremente se han vertido al medio ambiente o añadido a los objetos de uso cotidiano antes de demostrar su inocuidad, me pongo a temblar.

Es decir, ahora, aparte de algunas restricciones específicas, los productos que se comercializan basan el control de seguridad en la buena fe del fabricante, y más todavía cuando los productos no se han fabricado en Europa y los controles en origen son mucho más laxos. Tengamos en cuenta que el 80% de los juguetes que se comercializan en el mundo proceden de fábricas de China y la normativa es muy diferente en esta zona.

El papel de las empresas

Hay que decir, de todos modos, que muchas retiradas se realizan por propia iniciativa de las empresas. He encontrado mencionadas 50.000 unidades inmovilizadas en España del juego Bindeez, distribuido por Giochi Peziosi, 510.000 unidades de cuatro productos de Mattel por contener exceso de plomo y problemas en la sujeción de las piezas y Toys´r´us daba la alerta de exceso de bario en la pintura. Hay que señalar que en lo que va de año en Europa se han retirado casi 60.000 modelos de juguetes.

¿Que significa el alto número de retiradas?

La lectura de una cifra tan grande puede tener dos conclusiones. Por un lado, podemos decir que hay tantas retiradas porque los controles funcionan; pero por otro lado preocupa pensar si realmente los controles detectan todos los problemas, sobre todo si se producen una vez comercializado el producto y no antes, para lograr su autorización, y que, en el fondo, la existencia de niveles demasiado altos de tóxicos nos podría hacer pensar que sería, quizá, mejor, prohibir los tóxicos y exigir que los juguetes que circulen en Europa solamente puedan ser realizado con substancias claramente inocuas y naturales.

Los juguetes inseguros crean una alarma justificada. No se si realmente la medida de reducir el límite de metales pesados y reforzar los controles serán suficientes, especialmente con los productos importados.

Los expertos y las organizaciones empresariales, como la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), consideran que las medidas son suficientes y que: “analizar cada unidad no es viable, pues el comercio se paralizaría”.

¿Cómo se autoriza la seguridad de un juguete?

Primero, las empresas tienen la obligación de hacer pasar a los juguetes un análisis, el examen CE, que es obligatorio tanto para los juguetes fabricados en Europa como para los importados. Un laboratorio autorizado realiza pruebas estandarizadas al juguete y, si las pasa, recibe el sello CE.

Para los juguetes que se importan son las aduanas las que deben controlar su acceso a los páises europeos, pero existen problemas para conseguir controlar todas las importaciones. Según he encontrado, los propios responsables de las empresas jugueteras piden mayor control aduanero, tanto en materia de seguridad como en la de las falsificaciones.

El tercer método de control son las inspecciones aleatorias que realiza la Administración en las tiendas de venta de juguetes, para detectar posibles anomalías.

¿Son medidas suficientes? No lo se. Creo que debe haber un control mayor y además, informar muy bien a los padres para que extrememos la atención y no compremos objetos que puedan parecernos poco fiables.

En España más de un 20% de los artículos retirados por inseguros son juguetes, sino los principales problemas el riesgo de asfixia o de lesiones.

Cualquier juguete que veamos que puede desarmarse, se le cae la pintura o tiene piezas pequeñas puede ser un riesgo y, especialmente con los niños más pequeños, que chupan todo y lo manipulan, evitar que jueguen con ello.

Yo soy de la opinión de extremar nosotros, los padres, las precauciones y optar por juguetes de marcas reconocidas o por aquellos que estén certificados además de con el sello CE con una clara exposición de los materiales empleados, prefiriendo para los niños más pequeños los que sean de materiales naturales.

La seguridad de los juguetes depende de muchos factores, pero, en última instancia, como consumidores y padres, no debemos bajar la guardia.

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