Laura Ruiz Mitjana
El Papa Francisco, pontífice de la Iglesia católica y jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano desde 2013 hasta ahora con su partida, deja tras de sí un legado de compasión, cercanía y palabras que han tocado el corazón de millones. Durante su pontificado, se distinguió por su especial sensibilidad hacia los más vulnerables, y en particular, por su profunda defensa de la infancia.
Su mirada hacia los niños era tierna y comprometida: los consideraba no solo como el futuro, sino como un presente lleno de valor, capaz de transformar el mundo.
A través de discursos, audiencias y libros, dejó frases memorables sobre los niños y la crianza que hoy resuenan con más fuerza que nunca. Repasamos algunas de sus mejores reflexiones.
1. “Cuando se trata de los niños que vienen al mundo, ningún sacrificio de los adultos será juzgado demasiado costoso o demasiado grande.”
Esta frase la dijo en la Audiencia General del 8 de abril de 2015, y subraya el valor supremo de los niños, indicando que cualquier esfuerzo por su bienestar es justificado. Refleja la visión del Papa sobre la entrega y responsabilidad de los adultos hacia las nuevas generaciones.
2. “Una sociedad que abandona a los niños y que margina a los ancianos corta sus raíces y oscurece su futuro.”
Frase del Discurso en la plenaria del Consejo Pontificio para la Familia, el 25 de octubre de 2013. A través de ella, Francisco destaca la importancia de cuidar tanto a los niños como a los ancianos, pilares fundamentales de la sociedad. Abandonarlos implica perder la conexión con el pasado y el futuro.
3. “Es curioso: Dios no tiene dificultad para hacerse entender por los niños, y los niños no tienen problemas para comprender a Dios.”
Una observación que resalta la pureza y apertura de los niños hacia lo divino, sugiriendo que su inocencia les permite una conexión especial con Dios.
4. “Los niños nos recuerdan otra cosa bella; nos recuerdan que somos siempre hijos.”
Francisco enfatiza que, independientemente de la edad o posición, todos conservamos nuestra identidad como hijos, lo que nos conecta con la humildad y la dependencia del amor recibido.
5. “Los niños son en sí mismos una riqueza para la humanidad y también para la Iglesia.”
Aquí se reconoce el valor intrínseco de los niños, no solo como futuros adultos, sino como presentes llenos de vida y enseñanzas para la comunidad.
6. “Los niños no son diplomáticos: dicen lo que sienten, dicen lo que ven, directamente.”
Esta frase destaca la sinceridad y transparencia de los niños, cualidades que los adultos a menudo pierden, y que son esenciales para una comunicación auténtica.
7. “Los niños además, en su simplicidad interior, traen consigo la capacidad de dar y recibir ternura.”
Francisco señala la ternura como una virtud que los niños poseen naturalmente, y que es fundamental para las relaciones humanas y la empatía.
8. “Sonreír y llorar, dos cosas que en nosotros los grandes, a menudo se ‘bloquean’… Los niños pueden enseñarnos de nuevo a sonreír y llorar.”
El Papa invita a los adultos a reconectar con sus emociones más genuinas, aprendiendo de la espontaneidad emocional de los niños.
9. “Cuando estés triste, no tengas miedo de llorar.”
Esta la frase la encontramos en el Libro “Los niños son esperanza”, publicado en 2020. Es una frase también aplicable a la crianza, que alienta a los niños a expresar sus emociones libremente, validando la tristeza como parte natural de la vida.
10. “¡Un hijo es un milagro que cambia la vida!”
Esta frase es extraída del Discurso en el Aula Pablo VI, del 28 de diciembre de 2014. Francisco celebra la llegada de un hijo como un acontecimiento transformador, lleno de significado y alegría para la familia.
Foto | Portada (Montaje; Papa Francisco + Freepik)