La actriz e influencer María Castro anunció ayer en sus redes sociales que está embarazada de tres meses de su tercer bebé. El emotivo anuncio vino acompañado de una preciosa estampa familiar en donde aparece con una incipiente barriguita junto a su marido, José Manuel Villalba, y sus dos hijas, Maia y Olivia.
Pero el embarazo de María no se está desarrollando con total normalidad, pues como ha explicado la actriz en un nuevo vídeo publicado hace tan solo unas horas, padece una trombofilia y debe pincharse heparina para evitar la formación de coágulos sanguíneos que puedan afectarle a ella o al bebé.
A pesar de todo, María ha querido normalizar el embarazo con trombofilia y los hematomas que a veces salen tras el pinchazo, y con su naturalidad y alegría características ha animado a todas las madres que están pasando por lo mismo: "¿Es un poco engorroso? Sí. ¿Tengo opción? No. Pero no hay mal que por bien no venga", ha dicho.
La actriz también espera ayudar con su testimonio a las mujeres que sufren abortos de repetición y desconocen la causa, pues aunque no siempre la trombofilia es la responsable, sí está detrás en más de la mitad de las ocasiones: "Me da mucha pena que haya mujeres que pasan por un aborto tras otro, quizá debido a este motivo -aunque no siempre- (...) No todo es fruto de la mala suerte. A veces el conseguirlo o no puede ser fruto de la ciencia"
Qué es la trombofilia, por qué se produce y cómo afecta al embarazo
La trombofilia es un desequilibrio en la coagulación de la sangre que tiende a la hipercoagulabilidad; es decir, a la tendencia exagerada a formar coágulos dentro de los vasos sanguíneos, cuando no son necesarios. Estos coágulos pueden formarse dentro de las venas, las arterias y también de la placenta.
Existen dos tipos de trombofilias:
- Genéticas (la que tiene la actriz), que se caracterizan por una alteración genética en algunos de los factores de la sangre o por la disminución de algunas proteínas que habitualmente nos protegen de la formación de coágulos
- Adquiridas, que se desarrollan debido a condiciones médicas específicas, como la trombocitosis o el síndrome antifosfolípido, entre otras.
La trombofilia puede darse en cualquier etapa de la vida, y cuando se presenta en el embarazo se asocia a un mayor riesgo de complicaciones gestacionales como aborto natural temprano, abortos recurrentes, muerte fetal intrauterina, parto prematuro o crecimiento intrauterino retardado.
Cuando una embarazada tiene problemas de trombofilia, el seguimiento de su embarazo es más estricto, con evaluaciones clínicas y ecográficas más frecuentes, y continuos análisis de sangre para observar el estado de su coagulación. Además, como bien menciona María en su vídeo, este tipo de embarazos suelen ser tratados de manera conjunta por el ginecólogo y el hematólogo.
Para evitar la formación de trombos o coágulos, la embarazada con trombofilia debe inyectarse diariamente por vía subcutánea heparina de bajo peso molecular (HBPM), aunque tanto el tipo de medicación, como la dosis y la duración del tratamiento se debe determinar de manera individualizada.
Los expertos aseguran que con el tratamiento adecuado e iniciado de forma precoz, entre el 85-90% de las embarazadas con trombofilia logran tener un embarazo a término y sin complicaciones.