Lucy Ortega
La tecnología forma parte de prácticamente cada aspecto de nuestra vida: desde el trabajo y la casa hasta las escuelas, donde es utilizada como una herramienta educativa y de aprendizaje.
El uso de dispositivos inteligentes se ha normalizado tanto, que tampoco sorprende ver a niños y adolescentes usando sus propios móviles en casa, en los parques y en las escuelas. Sin embargo, estudios e investigaciones recientes han encontrado que es mejor evitarlos durante estas etapas de la vida.
En algunos países han prestado atención a estas advertencias y desde hace algunos años tomaron una decisión drástica: prohibir los móviles en los colegios. Holanda ha publicado su primer reporte un años después y los resultados han sido sorprendentes.
Como lo reportábamos hace tiempo, esto fue establecido por el gobierno neerlandés desde enero del año pasado, siguiendo el ejemplo de otros países en los que se han tomado medidas similares. En un principio, la prohibición fue recibida con algunas protestas por parte de alumnos y padres de familia, quienes señalaban que el móvil era necesario para mantener comunicación con sus hijos, así como algunos profesores, quienes mencionaban que sería complicado implementarlo.
Pero el gobierno de Holanda se mantuvo firme y los móviles quedaron prohibidos en la educación primaria, secundaria y especializada, con la excepción de que podrían ser utilizados con fines educativos o por necesidad, dejando flexibilidad para que cada centro educativo estableciera sus propias normas.
Ahora, en el reporte "Estudio de seguimiento: Acuerdo nacional sobre teléfonos móviles y otros dispositivos", solicitado por el Ministerio de Educación, Cultura y Ciencia, se ha demostrado que, si bien puede parecer algo extremo, los beneficios que ha dado la prohibición de los móviles demuestran que fue una buena decisión.
Mejor ambiente social y mejores notas
Foto | Pavel Danilyuk en Pexels
Una mayor concentración y mejores notas, así como un aumento en la socialización, fueron los principales beneficios que se encontraron al encuestar a 317 directores de escuelas secundarias, 313 escuelas primarias y 12 grupos focales con profesores, estudiantes y padres.
Alexander Krepel, investigador del Instituto Kohnstamm que realizó las encuestas, señala que uno de los cambios más notorio se vio en el ambiente social, pues al no tener un móvil en mano, los alumnos se veían obligados a hablar entre ellos. Además, se eliminaron algunas de las interacciones que provocaban problemas entre los alumnos, como el ciberacoso: "Ya no es posible tomar una foto a escondidas de alguien en clase y luego compartirla en un grupo de WhatsApp, lo que aumenta la seguridad social".
Pero de acuerdo con las escuelas que participaron en la encuesta, el impacto en el rendimiento académico de los estudiantes fue el cambio más grande, especialmente en las escuelas secundarias, pues el 75% de ellas reportó una mejora significativa en la concentración de los alumnos, mientras que el 28% dijeron que vieron mejoras en los resultados académicos.
En el caso de las escuelas con educación especializada, donde se hacen algunas excepciones para usos médicos o de apoyo (como audífonos conectados a dispositivos móviles o software de lectura en voz alta) también hubo mejoría en este sentido: 53% de ellas considera reporta una mejor concentración y 45% en atención, señalando que la prohibición ha tenido un efecto muy positivo en el rendimiento académico.
Finalmente, en el caso de las escuelas primarias no se obsevaron cambios notorios en el rendimiento académico de los niños, principalmente porque eran pocos los alumnos que llevaban un móvil a la escuela antes de la prohibición, aunque sí hubo un cambio en la socialización: 23% de las escuelas percibió un efecto positivo en el bienestar de los alumnos y el clima social.
Freya Sixma, portavoz del consejo de educación secundaria que representa a escuelas y consejos directivos, declaró para el medio The Guardian que, gracias a estos resultados, la prohibición ya no es vista como algo negativo: "Al principio hubo bastantes protestas por parte de escuelas, profesores, alumnos y padres, con dudas sobre cómo funcionaría todo. Pero ahora vemos que, en realidad, todos están bastante contentos".
Foto de portada | Max Fisher en Pexels
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