El primer baño del bebé en la piscina: nueve consejos

El primer baño del bebé en la piscina: nueve consejos
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Ha llegado el momento. Su primer verano y el tan ansiado primer contacto del bebé con el agua. Los pequeños suelen disfrutar muchísimo del medio acuático y es muy beneficioso para su estimulación, pero hay nueve consejos que debes tener en cuenta a la hora del primer baño del bebé en la piscina.

Ir con el bebé a la piscina no es algo que se haga a la ligera. Requiere casi tanta preparación que para organizar una salida y por supuesto, una bolsa tamaño XL para todo lo que tienes que llevar.

  • Primero, imprescindible para llevar al bebé a la piscina: crema con protección solar si tiene más de seis meses, gorro, pañal de agua, e idealmente gafas de sol.

  • Procura que sea un momento del día en el que el bebé no tenga hambre ni sueño. Lo mejor es por la mañana, antes de comer, o por la tarde, después de su siesta. No queremos que esté fastidioso e incómodo, sino que disfrute al máximo de su experiencia en el agua.

  • Procura que en ese momento no haya niños gritando, salpicando y tirándose al agua muy cerca, ya que el bebé podría asustarse.

  • No lo metas de golpe: hazlo poco a poco. Primero mójale los pies, las piernas y los brazos con tus manos y luego mételo poco a poco.

  • Sujétalo muy bien: manténlo siempre sujeto por las axilas, no lo sueltes ni por un momento, aunque tenga los manguitos, un flotador o esté encima de una barca. Puede hundirse o moverse y caer al agua. No lo desatiendas ni un segundo.

  • Juega con tu bebé. Es una experiencia muy bonita disfrutar del agua con tu bebé, y para él no hay nada mejor que las risas y las frases cariñosas de mamá y papá, así que... ¡A disfrutar del baño! Podéis jugar al barquito, chapotear en el agua, jugar con una pelota, lo que sea.

  • No extiendas el baño más de 10 minutos para que no coja frío ni se canse.

  • Si en algún momento empieza a llorar, sácalo del agua y vuelve a intentarlo más tarde. Tiene que ser una experiencia placentera, no una tortura. Si lo pasa mal, no querrá repetir.

  • Cuando salgáis del agua, ten a mano una toalla para secar el bebé. Luego cámbiale el bañador y el pañal de agua por uno nuevo y ropa seca para que no se le irrite la piel ni coja frío.

Espero que con estos consejos el primer baño del bebé en la piscina sea una experiencia inolvidable y que la repitáis unas cuantas veces.

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