Nueve claves para un colecho seguro con bebés y niños

Nueve claves para un colecho seguro con bebés y niños
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El colecho, o compartir la cama con tu bebé, tiene grandes beneficios para todos. La cercanía de mamá y papá le brinda seguridad, favorece la lactancia materna, el bebé se despierta menos y esto hace que duerma mejor, y por ende, los padres también pueden descansar. Si todos lo desean, se puede seguir practicando cuando el bebé va creciendo, pero eso sí, siempre que sea de manera segura.

El colecho es un factor de protección ante la muerte súbita si se hace de forma adecuada. Hay ciertas recomendaciones básicas que los padres deben tener en cuenta para evitar cualquier riesgo a la hora de hacer colecho con bebés y niños.

Nueve claves para un colecho seguro

Practicar colecho es una opción de cada familia, según sus propios deseos y necesidades, y hasta que cada familia decida, ya que lo que le funciona a una puede no funcionarle a otras.

Si lo decidís, es importante hacerlo con seguridad y responsabilidad para evitar cualquier riesgo para el bebé. Os detallamos todo lo que debéis hacer (y lo que no) para practicar un colecho seguro.

1) Que el bebé tenga más de tres meses de edad

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La Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda que el bebé duerma en la misma habitación que sus padres durante al menos los primeros seis meses de vida y nunca en la misma cama antes de los tres meses.

Lo ideal es colocar la cuna o el moisés junto a la cama, pero en una superficie independiente, como las conocidas como cunas de colecho o cunas sidecar, que se adosan a la cama de los padres.

También puedes colocar la cuna pegada a la cama quitándole la barrera lateral y sujetándola al somier. Al hacerlo, hay que asegurarse que los colchones quedan a la misma altura y sin huecos para evitar cualquier peligro para el bebé.

2) Que el bebé no sea prematuro ni haya nacido con bajo peso

La prematuridad y/o bajo peso es un factor de riesgo a la hora de compartir la misma cama con el bebé los primeros meses de vida, debido a que pueden presentar problemas de regulación de la respiración durante el sueño.

Por tanto, aunque cada caso es especial, se recomienda esperar hasta que el niño cumpla los tres meses de edad corregida.

3) Que los padres no sean fumadores ni hayan consumido alcohol o drogas

Padres fumadores y colecho no son compatibles. Tampoco se debe fumar en la habitación donde duerme el bebé, y preferiblemente no fumar en casa ni cerca de los niños. Y mejor que mejor, dejar el tabaco.

El colecho no debe ser practicado en el caso de padres que consuman tabaco, ni por supuesto que hayan consumido recientemente alcohol, drogas o fármacos sedantes, ya que pueden poner en riesgo al bebé.

4) Que el adulto no se encuentre en situación de cansancio extremo

Debemos ser precavidos también en cuanto al estado en el que nos encontramos a la hora de dormir con el bebé.

Es normal que los padres recientes se sientan cansados y con falta de sueño, pero no deben dormir en la misma cama en situaciones en las que los padres presenten un cansancio extremo que no te permita estar en modo alerta, como podría ser el postparto inmediato.

5) No abrigar en exceso al bebé

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El síndrome de muerte súbita del lactante es más frecuente en los meses de frío. Queremos evitar que el bebé pase frío por la noche, y a veces pecamos por exceso y le cubrimos demasiado.

Lo ideal es mantener la habitación a una temperatura agradable; la temperatura ideal para que el bebé duerma es entre los 20-22 ºC y así evitar sobreabrigar al bebé más de lo necesario a la hora de dormir, eligiendo un pijama de algodón con el que duerma a gusto sin correr el riesgo de sobrecalentamiento.

En cuanto a envolver al bebé, puede ayudar a calmarlos y favorecer el sueño, pero también está relacionado con mayor riesgo de muerte súbita, por tanto hay que hacerlo de forma segura y nunca después de los dos meses.

6) El bebé debe dormir boca arriba

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La postura más segura para que duerma el bebé es boca arriba. Poner a dormir a un bebé boca abajo no solo hace mucho más difícil que se despierte durante el sueño, sino que también hace que le baje la presión sanguínea y reduce la cantidad de oxígeno en el cerebro.

Es posible que el bebé lade siempre la cabeza hacia la derecha o hacia la izquierda. Para evitar la plagiocefalia (deformidad en la cabeza del bebé debido a pasar demasiadas horas en la misma posición), lo ideal es ir alternando la posición de la cabeza para prevenir que se produzcan asimetrías.

Cuando el bebé ya es capaz de darse la vuelta por sí mismo (alrededor de los cinco o seis meses) y se coloca solo en posición boca abajo mientras duerme, no es necesario despertarlo para darle la vuelta.

7) La cuna despejada

Los bebés no deben utilizar almohada ni tampoco debemos colocar peluches o cojines en la cuna cuando duerma el bebé por el riesgo de asfixia.

Tampoco mantas ni edredones que al deslizarse puedan llegar a taparle la cara; colocar la ropa de cama bien sujeta de la mitad de la cuna hacia los pies para evitar que se mueva. También podéis utilizar un saquito para dormir con cremallera.

Nada de protecciones o chichonera, donde podría quedar atrapado sin poder respirar, al igual que cojines antivuelco o posicionadores.

8) Dormir en una superficie firme

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Que el colchón sea firme y limpio, evitando las superficies blandas, los colchones de agua, el sofá o los sillones. No debe haber huecos donde el bebé pueda escurrirse entre la cuna y el colchón de los padres.

9) Cuidado al compartir la cama

No se debe compartir la cama con otros familiares, con otros niños o con múltiples personas. Tampoco con mascotas.

Si practicáis el colecho en familia y se comparte la cama con otro hijo, el menor debe tener al menos un año de edad y debe colocarse un adulto entre los dos niños.

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