Cinco cosas positivas de la relación entre los hermanos que se llevan mucha diferencia de edad

Cinco cosas positivas de la relación entre los hermanos que se llevan mucha diferencia de edad
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Hemos hablado de las peleas entre hermanos, de los celos entre hermanos cuando llega el recién nacido a casa, pero también, de la relación bonita y especial que se puede formar entre ellos o de la relación simbiótica entre gemelos.

Y es que, cuando hablamos de hermanos, es frecuente que estos se lleven pocos años de edad (o al menos, no muchos años), y es la idea que solemos tener más en mente. Pero, ¿qué sucede con los hermanos que se llevan bastantes años de diferencia? Lo cierto es que esto también conlleva cosas positivas.

Yo lo he vivido en primera persona, y aunque lógicamente esto dependerá del carácter de cada uno, de su contexto y su familia, lo cierto es que es una experiencia que puede ser muy enriquecedora.

Ventajas de la relación entre hermanos con mucha diferencia de edad

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Hablamos de cinco cosas positivas de los hermanos que se llevan mucha diferencia de edad, sobre todo desde el punto de vista de los hermanos menores (aunque también veremos cómo todo esto beneficia a los mayores). ¿Qué pueden aprender de sus hermanos? ¿Cómo les beneficia ser los pequeños y con diferencia?

1. Apoyo y consejos valiosos

La gran diferencia de edad permite a los hermanos mayores, en cierto modo, actuar como "modelos a seguir" o "mentores" naturales para sus hermanos más pequeños. Y esto se da de forma natural, no es que al hermano mayor le corresponda el rol de enseñar y educar, ni mucho menos (es mejor no depositarle esas expectativas).

Pero sí pueden ofrecer consejos valiosos a raíz de las experiencias que sus hermanos pequeños aún no han tenido, orientación y apoyo emocional a medida que sus hermanos menores enfrentan desafíos en diferentes etapas de la vida.

2. Una figura particular: entre amigo, hermano y padre

Muchas veces, entre hermanos que se llevan bastantes años de edad y debido a esto, se produce un vínculo particular, y los hermanos mayores pueden ejercer un rol que no es ni de padre, ni de hermano ni de amigo, pero que sí combina elementos de estas tres figuras.

Los pequeños pueden ver a sus hermanos como alguien en quien tener más confianza que con sus padres, incluso como un "amigo", porque sus hermanos no son tan mayores como ellos (los padres).

Pero, por otro lado, los mayores también ejercen de cuidadores y protectores como los padres (a su manera, lógicamente). Este vínculo, por tanto, (y marcando las distancias cuando sea necesario), es especial y puede ser muy positivo para todos.

3. Menos sobreprotección de los padres (el camino es más "llano")

Cuando unos padres tienen hijos y al cabo de unos cuantos años, tienen otros (u otro), a esos segundo es probable que los eduquen distinto. Son los padres más mayores (y por lo tanto, pueden tener mayor madurez), ya han educado a los primeros y han aprendido mucho sobre crianza. También la época cambia.

Por eso, puede suceder que vivan la crianza de sus hijos pequeños de otra forma; en mi caso particular, que me llevo 10 y 11 años con mis hermanos, respectivamente, mis padres lo decían a menudo: "vosotras (incluyendo a mi gemela) ya crecisteis solas" (en el sentido de que fuimos más autónomas).

Nos sobreprotegieron menos, no estaban tan pendientes aunque nos cuidaran igual, porque muchos temores que surgieron en la primera "tanda" de hijos (siendo padres primerizos) ya habían desaparecido. Es como si los hermanos mayores allanaran el camino de los que llegan años después. En nuestro caso particular nuestra hermana mayor ejerció mucho el rol de "madre" (de hecho la llamábamos, cariñosamente, "mita" [el diminutivo de "mamita"]).

4. Una confianza especial

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En relación a lo que comentábamos de la confianza, la relación entre hermanos con diferencia de edad puede ser una fuente de confianza y apoyo incondicional. Los hermanos mayores a menudo se convierten en confidentes de sus hermanos menores, lo que puede fortalecer el vínculo emocional y proporcionar un espacio seguro para compartir pensamientos y sentimientos.

Además, la ventaja "extra" de llevarse más años, es que los pequeños les puedan consultar las dudas de las etapas que ellos ya han vivido, ya sea sobre amistades, sexualidad, alcohol... Dudas que quizás les daría vergüenza consultar con sus padres, pero no con sus hermanos (porque los ven más "cercanos" a ellos en cuanto a etapa vital).

5. Admiración y crecimiento personal

Además, tener hermanos mayores puede inspirar a los más pequeños a proponerse metas y aspiraciones más altas, ya que pueden ver ejemplos de logros y éxito en sus hermanos mayores a quienes tal vez admiran. Los mayores pueden sentirse motivados a ser modelos a seguir positivos, lo que puede fomentar su propio crecimiento personal y responsabilidad.

Por otro lado, los hermanos pequeños muchas veces maduran antes, debido a que tal vez, viven cosas "más de mayores" con ellos; salir con sus amigos si les llevan con ellos, escuchar (que no tener) ciertos problemas habituales en otras edades, presenciar o compartir otro tipo de vivencias...

Lógicamente, se tiene que vigilar con esto; no es bueno que ningún niño "salte" etapas o se adelante a ellas. Pero sí es cierto que, si esto se da de forma natural, y con un acompañamiento adecuado, puede resultar positivo para ellos.

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