Calmar el dolor del recién nacido

Calmar el dolor del recién nacido
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Hasta hace relativamente poco tiempo se pensaba que los bebés o los fetos eran incapaces de sentir dolor y que, si lo sentían, esto no dejaba ningún recuerdo. Por eso no se hacía nada para calmar el dolor de los recién nacidos.

Sin embargo hoy se sabe que los recién nacidos y los fetos al menos a partir de las 20 semanas y quizá antes, sienten el dolor y este deja de alguna manera su huella en ellos, por medio del estrés y sus hormonas o por medio de recuerdos inconscientes de las sensaciones físicas y emocionales sentidas.

Para evitar a los que son tan pequeños que sufran lo más sencillo es evitar esos dolores y molestias en todo lo posible. Tratar a los recién nacidos con delicadeza, respetar sus ritmos y no separarlos del cuerpo de su madre son las medidas más sencillas para ayudarles a llegar a acostumbrarse al mundo sin sufrir.

Muchos procedimientos rutinarios que se realizan al recién nacido pueden esperar o, si son necesarios, pueden hacerse sobre el cuerpo de la madre.

Existen además algunas sencillas técnicas que alivian el dolor de los bebés y que están naturalmente a nuestra disposición. Usarlas incluso si hay que insistir a las enfermeras para hacerlo, supone un gran alivio físico y psíquico para el bebé.

La succión del pecho o, en su defecto de tetinas o chupetes, es la manera en la que los bebés calman dolor y ansiedad. No hay razón médica ninguna para no darles el pecho mientras les ponen vacunas o les hacen la prueba del talón, ninguna.

Otras maneras de reducir el impacto de una sensación dolorosa es la postura fetal, con las piernas y brazos encogidos y bien recogido por los brazos y el seno materno.

Como os decía hay algunos profesionales que han sido acostumbrados a tratar a los niños recién nacidos sin contacto con la madre, pero, sin os encontráis con ellos podéis serenamente explicarles que no vais a separaros del bebé si no hay razón médica clara y que, aunque vaya a ser un momentito, preferís seguir dando el pecho o abranzando al pequeño para que se sienta más recogido.

Afortunadamente cada vez es más frecuente encontrar profesionales empáticos que saben estas cosas y las favorecen de manera muy clara, por lo que, aunque es bueno que estéis informados y dispuestos a darles a los niños estos alivios naturales, seguro que cada vez más padres y madres se sentirán bien aconsejados en este sentido.

El dolor de un bebé es real, hoy se sabe que esto es cierto y también se conocen formas de aliviarlo de manera natural. Es bueno para ellos que hagamos todo cuanto esté en nuestra mano para calmar el dolor del recién nacido.

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