¿Eres una mamá UCI? Es duro, pero recuerda que no estás sola

¿Eres una mamá UCI? Es duro, pero recuerda que no estás sola
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Cuando nace nuestro bebé, no podemos esperar el momento para llevarlo a casa y comenzar una nueva vida juntos. Sin embargo, en ocasiones se presentan algunas circunstancias médicas por las que esto no es posible, y el bebé debe permanecer ingresado por más tiempo.

Durante su estancia en el hospital, los bebés permanecen en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), mientras son atendidos por especialistas y personal médico que monitoriza su salud día con día y quienes se encargan de darles los cuidados especiales que necesitan.

Este tiempo, puede ser particularmente difícil para las madres, pues ver a sus hijos ingresados es agobiante y preocupante. Por ello, hoy queremos dedicar unas palabras a las mamás UCI y recordarles que no están solas.

Una experiencia cercana

Aunque personalmente no fui mamá UCI, me tocó vivir una experiencia muy cercana cuando nació mi primera sobrina, la que me hizo tía y me robó el corazón. Al ser la primera bebé de mi hermana, pude presenciar en primera fila todo ese proceso: desde el embarazo hasta su nacimiento, en el que tuve el honor de estar presente (y que además era el primer parto que veía en mi vida).

Aunque todo parecía estar bien al principio, a las horas de nacida mi sobrina presentó un problema de salud y tuvo que ser trasladada de emergencia en un avión a otra ciudad, donde fue ingresada en la UCI de un hospital pediátrico. La preocupación se hizo presente en toda la familia, pero quien sin duda se vio más afectada emocionalmente fue mi hermana Zarina.

"Me sentía vacía porque no pude disfrutar el convertirme en mamá y estar con mi hija", nos comparte mi hermana recordando su experiencia algunos años después. "Estar separada de ella y saber que viajaría sola en ese avión, sin mí fue muy triste. Solo me quedaba confiar en la palabra de la paramédico que se la llevó y cuidaría de ella durante su traslado".

Los días posteriores estuvieron llenos de angustia. Mientras esperábamos que mi hermana nos diera noticias positivas sobre la salud de mi sobrina, las pocas horas que podía estar en la UCI eran difíciles para ella:

"Acababa de tener a mi bebé y me abrumaba no poder estar con ella. Me preguntaba por qué había tenido que suceder esto, por qué había salido algo mal. Me angustiaba verla tan pequeña y rodeada de cables, sin saber con certeza qué estaba pasando porque no era claro lo que le había sucedido", explica Zarina.

Afortunadamente, el personal médico de la UCI siempre veló por mi sobrina y acompañó a mi hermana: "Eran verdaderos ángeles en la Tierra", y la estadía de mi sobrina en la UCI no fue tan larga (aunque los días parecían eternos). Cuando finalmente le dieron el alta, la alegría se hizo presente y viajamos en familia para llevarlas a casa.

Esta experiencia, me ayudó a comprender mejor lo que viven algunas de las madres con bebés ingresados en la UCI y me enseñó que ellas y sus bebés son verdaderos sobrevivientes que merecen nuestra empatía y comprensión.

Querida mamá UCI

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Sé que las cosas no salieron como imaginabas. Después de todo, ninguna madre espera que su bebé tenga que permanecer ingresado mientras a ella le dan el alta. La noticia se siente como una ducha de agua fría, empapándote en incertidumbre y preocupación. Pero aunque estás pasando por momentos duros y días dificiles, quiero que sepas que no estás sola.

A pesar de que no podemos experimentar las emociones que tú estás viviendo, te vemos y te entendemos. Sabemos que no es un proceso fácil ni sencillo, porque en ese momento estás librando una batalla interna: tu mente sabe que tu bebé estará en buenas manos, pero tu corazón entristece al saber que por ahora no serán las tuyas.

Sé que ver a tu bebé en una incubadora o rodeado de cables no es la imagen que tenías en tu mente, pero en este momento es lo que él necesita para seguir adelante. Algunas personas quizás te dirán que deberías estar agradecida porque tu bebé está siendo atendido por los mejores profesionales, pero llorar y sentirte triste es algo muy válido. Después de todo, eres humana.

Los días en la UCI parecen eternos y en esa espera día con día seguramente hay muchas preguntas y miedos rondando en tu cabeza. Pero debes valerte de esa fortaleza que solo las madres tenemos y acompañar a tu bebé cada que sea posible. Sé que es poca cosa y que preferirías tenerle en casa o pegadito a ti las 24 horas del día. ¿Pero sabes qué? Eso te vuelve una de las mamás más valientes del planeta.

Afortunadamente, las enfermeras de la UCI son de una clase muy especial, y más de una estará ahí para apoyarte también emocionalmente. Si miras a tu alrededor, encontrarás también a otras madres en el mismo camino que tú, que están juntas en este difícil proceso y se vuelven un apoyo más, haciendo los días un poco más llevaderos.

Finalmente, cuando les den el alta y puedan ir a casa, saldrás convertida en una versión más fuerte y valiente de ti misma. Y además de nuestro tiempo y amor, ese es uno de los mejores regalos que podemos darle a nuestros hijos.

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