Carta para mi hija, en el Día Internacional de la Mujer
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Carta para mi hija, en el Día Internacional de la Mujer

Desde 1975, cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, que más que una celebración, es un recordatorio que nos invita a reflexionar sobre la lucha que ha realizado la mujer por su participación en la sociedad.

La lucha aún continúa para las mujeres y las niñas en todo el mundo. Por ello, y pensando en el futuro de esas pequeñas, hoy escribo una carta para mi hija (y las de todos), en el Día Internacional de la Mujer.

Carta para mi hija, en el Día Internacional de la Mujer

Querida hija,

Cuando supe que venías en camino, mi corazón se llenó de alegría. Cuando me enteré que serías mujer, mi alegría aumentó, pero también sentí un poco de temor. Porque aunque ser mujer es algo increíble y maravilloso, las cosas no suelen ser siempre fáciles para nosotras.

No quiero que temas, ni que pienses que por el hecho de ser mujer vas a sufrir o batallar más. Pero históricamente, las mujeres hemos tenido que luchar con mayor fuerza, energía y voluntad para poder tener y ejercer nuestros derechos.

Por eso, quiero criarte y educarte para que seas un mujer fuerte y valiente. Que tengas el impulso de seguir tus sueños, que no permitas que éstos se derrumben fácilmente y que no pierdas la esperanza de que algún día podrás lograr todo lo que te propongas.

Aunque hoy en día existen mayores espacios en la sociedad para las mujeres, aún hay muchos territorios a los cuales no hemos podido entrar, y todavía quedan algunos estereotipos por derribar.

Has llegado al mundo en una época que puede cambiarlo todo, pero que requiere que aún sigamos luchando. Prometo luchar por ti, y por todas las niñas del mundo. Porque merecen vivir en un mundo donde exista la igualdad. Merecen vivir en un mundo libre de violencia.

El cambio ha sido lento y hasta la fecha ningún país ha logrado tener realmente igualdad de género. Pero con todos los movimientos que existen actualmente, esperemos que para el día en que tú seas adulta, esto sea una realidad.

Quiero pedirte, que nunca permitas que nadie te haga sentir menos solo por ser mujer. Que si alguien te dice que no puedes, le demuestres que puedes con eso y más. No debe haber espacio ni oportunidad para el abuso, el maltrato o las burlas por tu género. Alza la voz, defiéndete. No te hagas pequeña solo por la comodidad de otros.

La violencia no es algo que prediquemos en casa, y estoy totalmente en contra de ella. Pero si es necesario que te defiendas, te enseñaré a hacerlo y quiero que lo hagas cuando te veas en situaciones que así lo requieran. No tengas miedo de marcar límites acerca de lo que quieres o no quieres.

Y sobre este mismo tema, quiero decirte que nadie, absolutamente nadie puede ni debe obligarte a hacer cosas que no quieras. Sé que en el mundo existe gente con malas intenciones, pero por eso estamos luchando ahora mismo. Por esa libertad y tranquilidad que nuestras hijas se merecen.

Ser mujer es, al menos para mí, algo que no cambiaría por nada del mundo, incluso a pesar de que he sido violentada, he querido ser silenciada y he tenido desventajas personales, académicas y laborales frente a mis compañeros. Nada de eso me ha hecho ni me hará rendirme.

Seguiremos en la lucha. Seguiremos buscando espacios justos y dignos para nosotras. Seguiremos marchando, gritando y exigiendo, hasta que finalmente, logremos igualdad, paz y libertad para todas. Por ti, y por todas esas niñas que el día de mañana serán mujeres adultas. > >

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