Imagínate no conseguir alimento para tu bebé: los padres están desesperados ante la escasez de leche de fórmula en Estados Unidos

Imagínate no conseguir alimento para tu bebé: los padres están desesperados ante la escasez de leche de fórmula en Estados Unidos
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En Estados Unidos hay un gravísimo problema de abastecimiento de leches de fórmula infantiles. Las estanterías de los supermercados están vacías y los padres están desesperados porque no consiguen fórmulas infantiles para alimentar a sus bebés.

Es una situación que empezó en febrero y se fue agravando hasta el punto de que esta semana prácticamente la mitad de las fórmulas están agotadas, y en algunos estados casi completamente. Y como es lógico, los padres buscan por todos los medios hacerse con una lata para poder alimentar a sus hijos, teniendo en cuenta que para los bebés que no son amamantados, es el único alimento que consumen, y que otros muchos necesitan fórmulas especiales por motivos médicos.

Lo normal es ir a la farmacia o al supermercado y poder comprar la fórmula de leche para tu bebé, pero imagínate en ese lugar, sin conseguir alimento para darle. 

¿Cómo se llegó a esta grave situación de escasez?

El 17 de febrero, tras la muerte de dos bebés, la compañía Abbott Nutrition anunció la "retirada voluntaria", por motivos de contaminación de las fórmulas producidas en su planta de Michigan -entre ellas Similac, marca utilizada por millones de familias estadounidenses-, y se vio obligada al cierre de la fábrica.

Aunque posteriormente una investigación no encontró evidencia de que las muertes estuvieran relacionadas con las leches de fórmula, la producción no se ha reanudado, agravando aún más la escasez provocada por problemas en la cadena de suministro y la falta de mano de obra derivados de la pandemia.

A principios de abril, siete estados informaron que entre el 40% y el 50% de los productos de fórmula infantil estaban agotados. Y aunque otros fabricantes están produciendo a plena capacidad, no se alcanza a cubrir el suministro necesario, y esta semana el 43% de las fórmulas infantiles estaban agotadas, y más de la mitad en seis estados, según un informe de Datasembly.

Las compras se limitan. Las grandes cadenas de farmacia como CVS y Walgreens restringen la compra limitando a un máximo de tres envases por cliente, o a cuatro en el caso de Target, la cadena de grandes superficies.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) y Abbott buscan soluciones a contrarreloj para volver a abrir la planta de forma segura, pero se calcula que puede tardar unas dos semanas en volver a funcionar, y otras 6-8 semanas hasta que el producto esté disponible en las tiendas, según informa la marca.

Las soluciones de los padres

¿Cómo se las rebuscan los padres? Muchos tienen que sortear verdaderas carreras de obstáculos para conseguir una lata de leche en polvo para sus hijos. Algunos conducen centenares de kilómetros hacia estados vecinos en busca de suministros; otros piden a familiares y amigos que si consiguen, las compren y se las envíen.

Hay quienes deciden diluir las fórmulas que aún tienen en casa para que rindan más y quienes fabrican sus propias fórmulas caseras, ambas opciones nada recomendables y muy peligrosas, advierten los médicos, ya que se corre el riesgo de que "el bebé no reciba la nutrición adecuada o que se altere la proporción de sus electrolitos", explica la Dra. Tanya Altmann a CNN.

Los bebés pueden comenzar a introducir alimentos sólidos a partir de los 4-6 meses, pero la leche, tanto si es materna como de fórmula, sigue siendo su principal alimento durante al menos el primer año.

La leche de vaca no debe darse a menores de 12 meses, pero como última alternativa, en el caso extremo de no tener alimento para darle al bebé, podría ser una opción. No es lo más recomendable, especialmente en bebés menores de seis meses. "Cuanto más cerca estén del año, puede haber más flexibilidad", según la doctora. Pero recomienda hablar siempre primero con el pediatra.

También se sugiere cambiar de marca y comprar a otros países por internet, aunque se advierte de posibles falsificaciones o variaciones en las fórmulas.

Niños con problemas que necesitan fórmulas especiales y metabólicas. La mayor preocupación está en el suministro para los niños que por razones médicas necesitan preparados especialmente formulados para afecciones como intolerancias, lactantes con alergias, prematuros, o fórmulas específicas anti-regurgitación o anti-cólicos.

Es prioridad máxima solucionarlo

La crisis de suministro de fórmula se ha convertido en un gran problema a nivel nacional, hasta el punto que la administración presidida por Joe Biden ha querido tranquilizar a los padres asegur´ándoles que "garantizar el suministro es una prioridad máxima"

La FDA, por su parte, asegura que están "haciendo todo lo que está a nuestro alcance para garantizar que haya un producto adecuado disponible donde y cuando lo necesiten”. Ha anunciado que intentará agilizar las importaciones para aumentar el suministro.

¿Y la lactancia materna?

Muchos pediatras están animando a las madres, especialmente a las madres recientes a dar el pecho a sus bebés, y a extraerse leche para garantizar el suministro a quienes hacían lactancia mixta (es decir, que quienes daban tanto fórmula como materna, se extraigan leche entre tomas para dar solo materna). El mayor problema es el de los bebés de que no son amamantados y cuyo único alimento es la fórmula infantil.

Pero no se debe juzgar a las madres que no dan el pecho, como está sucediendo. Un debate absurdo que se ha abierto en paralelo que es lo que menos necesitan ahora las madres que están desesperadas por conseguir alimento para sus bebés. 

En Estados Unidos, las tasas de lactancia materna se sitúa en el 25 por ciento de madres que dan el pecho de forma exclusiva a los seis meses, según los CDC, y cuyo objetivo para 2030 es superar el 40 por ciento.

Una meta difícil de conseguir si consideramos que es el único país rico del mundo que no tiene baja de maternidad remunerada, y muchas mujeres tienen que volver al trabajo a los 15 días de dar a luz. Un panorama nada favorable para fomentar la lactancia materna, desde luego. 

Y ahora, frente a una grave escasez de leche de fórmula, y si sumamos las críticas de las OMS a las prácticas de venta engañosas de las marcas de leche fórmula, se ven las consecuencias de un apoyo muy pobre a la lactancia materna.




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