"Y tú, ¿dónde lo has hecho?": humor y amor para normalizar la lactancia

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Si te preguntaran "Y tú, ¿dónde lo has hecho?", seguro que pensarías en cuál es el lugar más extraño donde has hecho el amor, precisamente, porque es un acto que todos asumimos que debería hacerse en algún lugar con relativa intimidad.

Intimidad es lo que mucha gente cree que hace falta también para dar el pecho a un bebé. Sin embargo, aunque muchas mujeres lactantes lo sienten así, muchas otras no, ni sus parejas ni, sobre todo, sus bebés. Por eso un vídeo con picardía, humor y amor, como lo definen sus autoras, puede servir para ayudar a normalizar la lactancia en público.

Muchas mujeres prefieren intimidad

"Oye, pero es que muchas mujeres prefieren hacerlo en la intimidad, tranquilamente, con su bebé", podéis decir. Y es cierto, muchas lo prefieren así y por eso deberían poder hacerlo donde quisieran, con salas de lactancia preparadas para que aquellas mujeres que lo deseen hagan uso de ellas.

¿Y las que lo hacen en público?

Otras mujeres tienen menos reparos a la hora de amamantar a sus bebés, o bien hacen uso de las salas de lactancia si las tienen cerca, pero no las usan si no les viene bien o si, obviamente, están lejos, que tienen que poder hacerlo en cualquier sitio.

Personalmente tengo la sensación de que las reticencias son cada vez menores y que cada vez hay menos gente con la mente cerrada capaz de echar miradas reprobatorias, pero aún queda trabajo por hacer para que los bebés puedan mamar allí donde quieran y, digo más, aún queda mucho por hacer para que los niños más mayorcitos, los de uno, dos o tres años, puedan también mamar delante de otras personas.

Es cierto que cuando son más mayores tienen más paciencia, pero también es verdad que a esas edades no suelen mamar para comer, sino sobre todo para encontrar una tranquilidad que, por lo que sea, no encuentran solos: están en algún sitio desconocido, están con gente desconocida, se han hecho daño, etc. Y todo ello también es una necesidad, en este caso, emocional.

¿Merecen recibir ese consuelo allí donde estén? Pues claro, no olvidemos que estamos hablando de niños pequeños que aún necesitan mucho contacto, mucho cariño, muchas caricias, muchos besos, muchas palabras bonitas de los padres, mucha comprensión y mucha teta, todo orientado a ayudarles a restablecer su paz interior y a permitirles seguir observando el entorno y seguir interaccionando con él, y aprendiendo, desde un punto donde están menos nerviosos.

Vía | Asociación SINA
Vídeo | YouTube
En Bebés y más | La tetanalgesia, Los peligros de no regular el derecho a la lactancia en público, Se pide una ley que proteja la lactancia materna en público

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